El hombre es el animal que imagina su muerte – Ep 9
El hombre es el animal que imagina su muerte – Ep 9
El ser humano es un animal que puede imaginar. Imaginar es proyectar un esquema de la realidad en su mente y darle vueltas, es decir, verlo desde otro ángulo, incluso proyectarlo en el futuro. Por lo tanto, el hombre es el animal que proyecta el futuro.
Así, de esta forma llega al conocimiento que no tienen los otros animales, la certeza de su propia muerte. Este conocimiento de su mortalidad obliga a plantearse preguntas muy fuertes. Específicamente, ¿qué sentido tiene la vida? ¿qué sentido tiene esta carrera por sobrevivir? Que se sabe que siempre acaba en fracaso entrópico, es decir, en la muerte, el triunfo del desorden, de la descomposición sobre el orden que es la vida.
Sin responder a esta pregunta, el hombre no tendría fuerzas ni para levantarse de la cama cada mañana. ¿Para qué trabajar? ¿Para qué luchar por evitar el hambre si al final la vida no puede mantenerse? Claro está, esto son preguntas teóricas, porque en la práctica todo niño está deseoso de salir de su cama, porque está convencido que le espera un mundo lleno de misterio, que es un sentido esperando ser desvelado. Esta suposición de que el mundo tiene sentido a los pensadores le llena de perplejidad.
¿Por qué casi todos los hombres tienden a suponer que la vida tiene un propósito, en vez de suponer lo que sería más fácil o más sencillo? Suponer que mientras no se demuestre lo contrario, la realidad carece de estructura, de finalidad. Si repasamos la historia, típicamente el hombre tiende a creer que hay un poder superior, que es quien ha establecido este orden natural por distintas razones. También típicamente el hombre, sobre todo después de los griegos, tiende a pensar que detrás de esta mortalidad evidente, el hombre goza de una cierta inmortalidad, bien sea por reencarnación, por resurrección o por el paso a otro tipo de vida.
Y se han dado no pocas explicaciones materialistas también a estas preguntas de por qué estamos aquí, preguntas de origen y para qué estamos, preguntas de destino. Estas respuestas, llamadas materialistas, tienden a decir que en definitiva la realidad existe sin razón ninguna, es decir, por chance, por azar, por probabilidad. Claro está, aquí no vamos a responder a la pregunta ¿cuál es el sentido de la vida? Sobre todo porque el sentido de la vida es personal, es decir, cada persona tiene que encontrar qué es lo que tiene que buscar en la vida y por qué tiene que buscar eso.
Y esta explicación personal tiene que darle sentido a todo lo que es la vida de cada persona, a todos sus sucesos, a toda su valoración del ambiente en el que está, de su historia. Lo importante aquí es que caigamos en cuenta de que después de darse cuenta de su mortalidad, el ser humano no puede vivir, no puede ni amarrarse los zapatos sin responderse a la pregunta ¿qué sentido tiene mi esfuerzo?, ¿qué sentido tiene la vida?