Wiclif y Hus – – Summary

 

Wyclif: para defender el derecho del Rey: si no estás en gracia no puedes tener propiedades. 95

De controversia académica por Wiclif a conflicto nacionalista 95

Las ideas de Huss: ‘si eres pecador no eres Iglesia’ como medio de reformar la Iglesia. Ergo la Iglesia visible no salva, estamos predestinados. 96

De Huss + nacionalismo checo = hussismo 96


Wyclif: para defender el derecho del Rey: si no estás en gracia no puedes tener propiedades

Nace en Yorkshire, Inglaterra en 1320. Muere en 1382.

En 1374 fue uno de los delegados a la comisión que se celebró en Brujas para considerar si el rey de Inglaterra estaba cumpliendo con la ley inglesa de 1351 que trataba de conciliar los intereses del Rey de del Papa en los nombramientos de los beneficios eclesiásticos. En esta contienda tomó parte con el Rey, alegando que le rey recibe su poder directamente de Cristo. Hasta este momento había sido sólo un académico, ahora empieza su carrera política.

Los tres principios fijos de todo su vida fueron su reconocimiento de la soberanía real, su sentido de la nacionalidad y su desacuerdo con que la Iglesia pretendiera rentas. Su defensa de los derechos de la corona de Inglaterra frente a la Santa Sede se basaban en conceptos teológicos muy poco claros, y pronto recibió acusaciones de herejía. El obispo de Londres de citó pero un motín público impidió la vista. Otro tribunal no emitió juicio por el apoyo que tenía del rey.

Ataca a la Iglesia de Roma (que en esos momentos esta sufriendo el cisma de Avignon) diciendo que si no estás en gracia no puede tener propiedades ni ejercer funciones eclesiales. Esto, en la práctica, anula la iglesia visible. Y los eclesiásticos están ahora muy relajados. El magisterio y la tradición no sirven sin la Biblia. El Espíritu Santo le enseña a cada uno como interpretarla.

Wiclif no funda secta ni movimiento. No fue condenado porque tenia mucho apoyo popular, pero se le quita el derecho a enseñar en Oxford.

Huss: Las ideas de Wiclif alimentan el nacionalismo checo y se encarnan en una comunidad quasi-católica pre-protestante

De controversia académica por Wiclif a conflicto nacionalista

(+1415) De familia pobre, Huss llega a profesor de Universidad de Bohemia en 1396 Allí llegaron las doctrinas de Wiclef y la Universidad de separó en dos bandos: los que apoyaban las doctrinas de Wiclef (mayormente los checos) y los que se oponían (mayormente los maestros alemanes).

Lo que en un principio no fue más que una disputa meramente académica alcanzó resonancia política a partir de 1400, convirtiéndose en una lucha nacional entre los bohemios, partidarios del rey Wenceslao, al que los Príncipes electores habían privado de la corona imperial, y los alemanes, que después de esta decisión se veían empujados a desempeñar un papel de adversarios nacionales -y no sólo teológicos- de los checos. La situación se complicó más todavía con el cisma de Occidente. Como quiera que el papa Gregorio XII -a cuya obediencia pertenecía Bohemiano apoyó los planes de Wenceslao para recuperar la corona imperial, esperaba éste de sus prelados y de la Universidad una estricta neutralidad respecto al cisma pontificio.

El obispo se declaró a favor de unos del los papas Alejandro V de quien consiguió bulas para prohibir las doctrinas de Wiclef. Pero Huss siguió predicando porque gozaba del apoyo popular del pueblo checo, y alegó que solo debía obediencia espiritual al obispo.

En 1412, es una disputa sobre las indulgencias, aunque convence al pueblo contra la Bula de la Cruzada del Antipapa Juan XXIII en la que se concedían indulgencias para financiar una cruzada contra un príncipe, no logra convencer a los teólogos de la universidad, que le denuncian al Papa y es excomulgado.

El hermano de Wenceslao, el rey Alemán Segismundo le pide que acuda al concilio de Constanza en 1414. El año anterior, el concilio general de Roma había condenado las doctrinas de Wiclef. Este concilio de Constanza condena a Huss. El Rey Segismundo lo entrega al brazo secular para su condena en la hoguera el 6 de julio de 1415.

Las ideas de Huss: ‘si eres pecador no eres Iglesia’ como medio de reformar la Iglesia. Ergo la Iglesia visible no salva, estamos predestinados.

Huss se veía a sí mismo como un reformador de la vida cristiana, que fustigaba implacablemente -y a veces exageradamente- los defectos de la clerecía de su tiempo. No es menos cierto, sin embargo, que incurrió en desviaciones doctrinales graves. La causa mayor de ellas sea tal vez una defectuosa comprensión -no siempre claramente formulada, pero presente en toda su obra- de las relaciones entre santidad y función eclesial, según la cual sostenía que una persona elegida para ser sacerdote, papa, obispo, etc., y que fuese un pecador, no podía ejercer «verdaderamente» su cargo, aunque lo ocupase según el derecho vigente, con lo que venía a negar la visibilidad de la Iglesia

En el desarrollo positivo de su teología Huss. seguía casi siempre a Wiclef, lo cual se ve claramente sobre todo en su forma de entender la predestinación, de carácter determinista y en su doctrina sobre la Iglesia. Para Huss la Iglesia es el conjunto de los predestinados a la salvación, con lo cual niega a la iglesia visible, jerarquizada, su carácter salvífico. Sin embargo, su crítica contra Roma es más moderada que la de Wiclef. También se separa de la doctrina católica acerca de la mariología y de la transubstanciación.

De Huss + nacionalismo checo = hussismo

Huss no se presentó nunca a sí mismo como el fundador de una secta religiosa, pero en 1419 se produjo un levantamiento popular cuando el rey Wenceslao trató de cumplimentar la petición del papa Martín V de proceder contra los hussitas incautándose de sus escuelas e iglesias y encarcelando a alguno de ellos. Al morir Wenceslao los hussitas  radicales se dedicaron entonces a la quema de conventos y a la caza de monjes por todo el país. En 1420 los hussitas fijaron los llamados «Cuatro Artículos de Praga»: libertad de predicar la palabra de Dios, cáliz para los laicos, renuncia del clero a los bienes terrenos y al poder civil, castigo de los pecadores, incluso por la autoridad civil.

Los hussitas radicales, con gran poder de influencia en los estratos sociales más pobres coincidían en rechazar los ritos latinos, la Penitencia, Confirmación, Unción de enfermos, purgatorio, intercesión de los Santos, oraciones por los difuntos. Propugnaban la comunión bajo las dos especies, incluso para los niños, así como la misa en checo. En ellos se unían esperanzas apocalípticas de que el comienzo del reinado de Cristo estaba próximo -por lo que habían
de ser exterminados los malos y observarse la ley de Dios-, junto con utopías de revolución social y odio contenido contra los alemanes. Aceptaron el cisma como algo inevitable y emprendieron conscientemente el camino que llevaba a la fundación de una comunidad independiente y un sistema propio de ciudad-Estado. En definitiva, en el movimiento hussita intervinieron a la vez mezclados un afán religioso de reforma, herejías sectarias, pasiones nacionales, odio de clases, laicismo y anticlericalismo. Se puede decir que en el movimiento hussita queda plasmado el final de la Edad Media.

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