Eutanasia: orígenes culturales

¿Eres de los que piensa que hay gente que quiere llevar el mundo en la dirección incorrecta: promover el terrorismo, o la eutanasia, la desigualdad?

Gran parte de esta idea surge del instinto de pertenencia, o instinto grupal que nos lleva a sentirnos parte de un grupo y rodeados de enemigos.

La agenda gay no solo se está moviendo porque haya una gente empujando. La agenda gay está avanzando sobre todo porque hay algunas configuraciones en nuestra cultura que permiten que las ideas gay se desarrollen. Para ilustrar esta idea “a contrario”: los pederastras tienen mucho interés en un tipo de uso del sexo. Pero esta idea choca frontalmente con nuestra cultura y apenas progresa.

Veamos que configuraciones de nuestra cultura están facilitando Estas ideas.

Individualismo
Sentimentalismo
Economicismo

A. Individualismo:

Cuando en el siglo 12 el pensamiento islámico llegó a Europa, inyectó una idea muy sugestiva: que Dios no era alcanzable por la razón, que no se podía usar la lógica para entender a Dios. Este voluntarismo todavía pervive en el islam sunita, y es el que permitió las torres gemelas o los ataques suicidas.
Pero en Occidente, este voluntarismo trajo como consecuencia, además de separar la fe de la razón, el desarrollo de una cosmovisión atomista, que significa que la explicación de la realidad está en las partes que la componen y no en el todo que forman, o en la posición que tienen en ese todo.
Este atomismo trajo varias cosas buenas:
a. La ciencia moderna, que a su vez posibilito la tecnología; y
b. el fortalecimiento de la idea de persona, como un tipo de individuo que no es resumible en el todo.
Pero trajo también unas cosas malas: la que nos importa aquí es el desarrollo del INDIVIDUALISMO, que se puede definir como una pérdida del sentido holista de la existencia. Es un concepto difícil de entender, así que hagamos un esfuerzo.
En el Individualismo, cada individuo tiene que justificarse a si mismo, no puede justificarse en el sistema. ¿Qué significa esto? Por ejemplo, consecuencia del individualismo es que la mujer ya no puede justificar su existencia diciendo que ella ayuda a la familia o al marido a realizar su misión Tiene ella que realizarse a sí misma ser capaz de conseguir lo que necesita. Otro ejemplo: se entiende con dificulta que una persona quiera estar toda su vida trabajando de conserje en una escuela, ayudando a que la escuela realice su función. Él tiene que progresar que significa crecer en poder.
El individualismo tiene una cosa buena: que incentiva a la gente a producir mucho, porque el poseer te realiza. Esto es más cierto si va unido a una pérdida de la fe en la otra vida o en el juicio, porque la riqueza se convierte en la única medida de éxito. De hecho en concepto de éxito y fracaso, esencialmente moderno, son tan importantes ahora por el individualismo.
Pero el individualismo tiene varias cosas malas. La que nos intresa aquí es que el individualismo hace de la persona impedida un gran fracasado sin culpa: la cosa más digna de compasión que existe.
En las sociedades más comunales y menos individualistas, ya se parte del supuesto (de la visión)!de que una comunidad tiene todo tipo de individuos: ancianos, guerreros, mujeres, impedidos, comerciantes,  Y no se pretende que cada uno sea autónomo, ni autosuficiente. Pero en la sociedad individualista, lo “correcto” es que una persona no sea una carga para sus hijos sino que planifique bien su retiro: que cada palo aguante su vela. De hecho, si las familias son muy pequeñas, la carga es notable: se deben repartir entre pocos.
Y en este contexto cultural es que surge la tendencia hacia la eutanasia
B. Sentimentalismo
Cuando en el siglo 19 fracasó la razón como fuerza de nuestro espíritu que nos podía salvar, se tomó brevemente como potencia salvadora a la voluntad de ahí salieron los totalitarismos: fascismo, comunismo, con todo su canto a la fuerza. Cuando las dos guerras mundiales pusieron en evidencia el fracaso de la voluntad, los sentimientos pasaron a ser la parte del espíritu
C. Economicismo
Por varias razones fáciles de entender, el mundo ha caido en los últimos siglos en un “economicismo” que es una sobrevaloración de los resultados, como forma de medir el valor de las cosas. Esto trae como consecuencia que las personas, cuando no pueden producir resultados, como por ejemplo, en la enfermedad o la vejez, las personas sienten que la vida pierde valor.