Vivo para ser eficiente, no eficaz
El verdadero valor de una persona no está en sus logros, su output, sus obras: salvó de la muerte a alguien, se sacrificó por los suyos, etc. No está su valor en su “eficacia”.
El valor de una persona está en su “eficiencia” ( Eficiencia = Output / Input) la proporción entre el output y el input, entre lo que hizo y lo que recibió.
1) output: qué cosas hizo, qué logró
2) input: los dones/situaciones que recibió: su herencia (genética y cultural); y su ambiente (las vivencias que tuvo).
Pero nadie, ni la propia persona, sabe separar lo que él ha puesto de lo que ha recibido. Nadie sabe la eficiencia de nadie.
Se puede comparar los logros de las personas (éste montó una empresa, aquel no). Pero no podemos saber quién añadió más valor al mundo. Por lo tanto, las jerarquías humanas sirven para organizarnos, pero no para juzgarnos.