La ley de la gravedad del amor
Saber vivir es saber amar bien. Se ama bien algo, cuando se ama en la intensidad adecuada a cada cosa. La intensidad debe ser proporcional a la calidad de lo amado, e inversamente proporcional a su distancia moral a nosotros. (Distancia moral: mi pariente, mi amigo, están cercanos a mi, aunque vivan en las antípodas.)