Los dos instintos básicos del hombre son, como los de cualquier animal, conservar la vida y pasarla hacia adelante.
Después está el instinto de pertenecer a algo mayor que uno, pertenecer a un grupo. Esta pertenencia se busca a varios niveles. El primer nivel es el familiar y tribal. En fin de la tribu es, en el fondo, criar niños juntos, es decir apoyar a las familias.
Luego vienen las agrupaciones políticas, que llamamos pueblos, cuyo fin es la consecución y preservación de recursos. Este último nivel se puede ir replicando, añadiendo una capa sobre otra hasta llegar al Estado moderno y a las instituciones multinacionales.