El jefe o gobernante, es una institución natural, y como tal, tiene una función natural; pero no es mandar. Sus funciones son:
1) Informar a la comunidad sobre lo que esté pasando en el ambiente. Para eso el jefe debe ser informado y estar colocado en una posición donde se entere de lo que pasa dentro y fuera de la comunidad.
2) tomar las decisiones arbitrarias, es decir, donde haya que aunar varias voluntades individuales. Esto unificación se necesita más comunmente, en dos circunstancias:
a) para decidir la dirección en la que debe caminar la comunidad;
b) para resolver conflictos entre individuos.
Fuera de esto, las decisiones deben de tomarse por quien esté lo más cerca posible de donde se dé el problema o la necesidad. Solamente se ‘escalan’ cuando confligen con otras.
Solo en los sistemas mecánicos (dónde la energía viene de una sola fuente, por ejemplo, el ejercito), tiene el jefe que mandar: decir qué hay que hacer y cómo, y dar incentivos. En un sistema orgánico, como deben ser la sociedad y las empresas, las personas saben, y quieren, ayudarse ayudando. Tan sólo hay que ayudarlas a ayudar, no mandarlas.