La Fe no es Revelación sino Tradición

La Fe no es Revelación sino Tradición

Decimos que la fe se recibe por Revelación, pero realmente se recibe por Tradición. A casi nadie Dios se le ha “revelado”, al menos, directamente. Lo que Dios ha dado a todos, aunque en distinta medida, no es una Revelación, unas verdades, sino una facilidad para aceptar una tradición, mayormente haciéndonos nacer en un hogar con cierta fe.

La razón práctica lo mira todo

La razón práctica lo mira todo

Para encontrar la verdad de un hecho concreto, no de un principio universal, hay que considerar todas las circunstancias. Como esto nunca se logra plenamente, la razón práctica no alcanza verdades absolutas, sino relativas.

Busquemos verdades sintéticas

Tenemos que recuperar el conocimiento sintético: el unir verdades, en vez de buscar tan solo los componentes de las cosas. Tenemos que redescubrir la Síntesis, como complemento necesario al Análisis. Busquemos el todo, además de las partes

Apredemos por inducción pero enseñamos por deducción

Loa himanos aprenden mayormente por inducción: sacando principios generales de muchas observaciones concretas.
Pero cuando tienen que enseñar, pasar sus conocimientos a otros, la tendencia más común es  intentar transmitir los principios generales, y empezar con definiciones y clasificaciones.
Solamente los buenos educadores saben llevar a sus estudiantes primero por la exploración de lo concreto, para que ellos sean quienes extraigan generalizaciones.

El problema filosófico más trascendente

Uno de los problemas más importantes en la Historia de las Ideas es el problema de los Universales : “¿qué realidad tienen las abstracciones universales que hacemos a partir de las cosas concretas? ¿son tan solo palabras, o tienen realidad extra-mental?”.
Su importancia radica en que, lo que se está discutiendo, es nuestra capacidad de conocer. Se entiende así que la historia del pensamiento gire cíclicamente entorno a esta pregunta sobre la realidad de las abstracciones

Cómo llegará la humildad a la razón

Si la rotura de la fe y la razón vino por una soberbia de la razón, entonces la curación tendrá que venir por la humildad de reconocer los límites de la misma.
La razón debe reconocer que también se accede a la verdad por:

  1. lo infra-racional: los sentimientos y la fe humana (confianza) y
  2. lo supra-racional: la fe sobrenatural y el mito y lo mágico.

El engaño de la Certeza

Un gran lastre en la capacidad de encontrar la verdad le cayó encima a Occidente cuando, después de las Guerras de Religion (siglo 17) se le dio más importancia a la certeza, a conseguir seguridad sobre lo que se sabe, que a saber más.

I think, threfore I am immortal

Immortality was not invented by religion. Man discovered he was immortal in Ancient Greece, when he discovered that he thought. That he possessed something more stable than the changing world.

La certeza, enemiga de la verdad

La sabiduría, el entendimiento de la realidad, empezará a crecer en le humanidad, en cuanto que nos liberemos de la prisión de buscar la certeza, la seguridad de nuestros conocimientos. El querer “probar” nuestras afirmaciones (el paradigma del saber desde el siglo 16) nos ha estado impidiendo volar hacia la Verdad. Tenemos que aprender a aceptar la inseguridad de nuestro conocimiento, tenemos que caminar sabiendo que quizás tengamos que volver algo hacia atrás. Si no lo hacemos, nos quedaremos a la entrada de la cueva, donde hay luz, donde las cosas se pueden probar observando y validando. Pero no conoceremos lo que hay dentro de la Montaña.

Para enseñar hay que dudar

Para enseñar lo primero es crear la duda o el deseo de saber. Si un conocimiento no viene a cubrir un “hueco”, una duda en nuestro entendimiento, entonces no encaja en nuestra mente y se “desprende”, se olvida.