Lo Positivo incluye lo Normativo
David Hume (+1776) propuso la separación de la realidad en dos planos: lo que las cosas son (lo positivo) y lo que las cosas deben ser (lo normativo). La Ciencia sería el árbitro de lo positivo y la opinión de lo normativo.
Esta distinción es engañosa. La forma en que las cosas son (positivamente) condiciona lo que deben ser. El humano carga a sus crías, por ejemplo, porque está inscrito en su naturaleza. El abandono es malo no por una opinión mayoritaria, sino por ser antinatural.
La consecuencia de este rompimiento, entre el ser y el deber ser, fue la negación del fundamento positivo (biológico) del “deber ser”. Y esto acabó relegando los criterios de comportamiento (lo ético, qué es lo que está bien) al subjetivismo de la opinión.