La moral es para animales

La moral es para animales

La moral no es lo más grande para el hombre. La moral es tan solo la ecología de los animales libres. Es la forma en la que el hombre se tiene que comportar para conservar su ecosistema.
Pero el hombre está llamado a cosas más grandes que a portarse bien (no robar, no mentir) para mantener un sistema. El hombre está llamado a ser hijo de Dios. Y para esto, portarse bien es tan solo un primer paso.

Las dos libertades

Hay un problema entendiendo la libertad, porque nos ciega la parte animal, y pensamos que libertad es tener opciones, estar desamarrados. Para un animal, la movilidad (su libertad) es un requisito para poder cumplir su fin, que es vivir y pasar vida.
Pero un espíritu no necesita movilidad. Lo que necesita un espíritu es “ver” la verdad para quererla. Es más feliz el espíritu que ve más.
La libertad es una separación entre la presentación del bien y el impulso a seguirlo.En los animales no hay este espacio: si se les presenta un bien tienden a conseguirlo, según la proporción que tenga con los otros bienes, siguiendo su programa genético, su naturaleza.
Pero el hombre es una mezcla de animal y espíritu. Por lo tanto, para ver cómo es la libertad en él, tenemos que entender en qué consiste la libertad en un espíritu. El espíritu que conocemos mejor es Dios, porque la Revelación nos habla más de Él que de los ángeles.
¿En qué sentido se dice que Dios es libre? Cuando aplicamos una cualidad a Dios es que estamos haciendo una interpolación entre una perfección que descubrimos en el hombre y el dato revelado.
En el hombre, su libertad implica que una vez que se le presenta el bien a su inteligencia, su libertad tiene que decirle a la voluntad que lo quiera.
Por otro lado, cuando decimos que Dios es libre estamos indicando qué no está determinado por otro sino por sí mismo, el se hace a sí mismo: lo que es y lo que hace no ha sido determinado por otro.
Los hombres tenemos una tendencia a ver esto de forma muy animal, y nos creemos que ser libre es no tener amarres. Y entonces llegamos a pensar que la libertad de Dios cosiste en poder querer cualquier cosa. Pero esto es animalizar a Dios. La esencia de la libertad no está en tener opciones, sino en ser uno causa, creador, señor de sí mismo.
Las opciones son un accidente, una manifestacion de la l ibertad en criaturas que tienen materia y tiempo y que, por lo tanto se van haciendo a sí mismas eligiendo entre alternativas. Si eligen bien muchas veces se les desarrolla un hábito, una capacidad de encontrar la verdad, hasta que llega un momento en el que no necesitan las opciones, porque distiguen al bien inmediatamente. A este estado se le llama el Cielo.

Cómo hacer una valoración moral

Lo primero para hacer un juicio moral correcto es distinguir qué tipo de fenómeno estamos juzgando: 
     a) una persona concreta;       b) una acción de una persona, puntual o habitual; o bien,       c) una norma (o concepto abstracto dentro de una norma, p ej "engaño"), es decir, un enunciado general sobre algo que conviene hacer o evitar.
Así, por ejemplo, al pasar juicio sobre "un aborto" tenemos que distinguir si estamos evaluando: a) la persona que abortó, en cuanto al valor moral (bondad o maldad) de esa persona; b) la acción concreta de abortar por parte de esa persona; o c) el concepto de aborto; por ejemplo, para decidir si es un bien que debe fomentarse en la comunidad
Pasar juicio moral sobre una persona (a), decidir cuán buena o mala es la persona, es misión imposible porque habría que conocer toda la verdad de la persona (herencia + ambiente + libertad). Esto solo lo puede hacer Dios, y lo tiene que hacer en dos etapas: una al final de la vida de la persona (juicio particular) y otra al final del mundo (juicio universal) para poder obtener la verdad de la persona en las repercusiones que tuvo en la historia. 
Pasar juicio sobre la acción de haber abortado (b), lo puede hacer la persona que la realizó, y alguna otra persona que tenga estos dos requisitos a) conoce bastante las circunstancias de la acción, b) posee bastante sindéresis, o sentido común.
Pasar juicio sobre la norma (c), lo debe de poder hacer cualquier persona en la medida en que entienda los términos o palabras de la norma, y tenga una cierta inteligencia para poder hacer relaciones. Se excluirían los niños pequeños y algunos impedidos mentales.

Un pensamiento impuro

Un pensamiento impuro

En una visión mecanicista de la vida, lo que mide el valor de un acto son sus efectos. Si una acción no tiene efectos sobre los demás (p.ej. un pensamiento impuro), entonces, para la ética mecanicista, esta acción es indiferente -ni buena ni mala.
Por el contrario, en una visión holista, el valor de un acto radica en la posición en la que ese acto me ubica a mí en el todo. Un pensamiento impuro me saca de mi sitio y me coloca en otro lugar falso.

Diferencia entre norma buena y conducta buena

La verdad de una conducta humana(su bondad) se diferencia de la verdad de una normaen lo siguiente: La acción humana encuentra su verdad en su relación con todala verdad presente ante la persona que realiza la acción (el clima ese día, el ánimo del jefe en ese momento, etc). La verdad de una norma “no guiar por la izquierda” no tiene que tomar en cuenta toda la verdad sino tan solo la verdad de las otras normas que tengan relación lógicacon ella. Esto noincluye el clima o el ánimo de nadie.

Un problema de faldas

Las ideas, incluyendo las normas morales, son más relativas cuanto más distanciada esté del primer principio que uno use para explicar la realidad (Dios, la materia, los espíritus). Algunos ideas sobre el vestido provienen muy directamente de la primera verdad y son, por ello, menos relativas. El color de una falda es una verdad relativa, es decir, lejana del primer principio. El largo de la falda no.

¿Soy relativista?

¿Soy relativista?

Soy relativista, porque estoy convencido que la verdad de la mayoría de las ideas humanas es relativa, es decir, depende de las circunstancias, de otras verdades. Creo, sin embargo, que cuánto más cerca están esas ideas a Dios, cuánto más generales son, menos relativas se hacen. Ideas generales son “Dios es uno”, “haz el bien y evita el mal”, “no matarás”. Son pocas las verdades absolutas, pero una comunidad humana no puede sobrevivir sin ellas, porque son las que iluminan, sin llegar a determinarlas, todas las decisiones morales de las personas.

Como un viejo puede crecer

Los hábitos son capacidades que tiene el alma, capacidades de conocer y de querer. El que tiene más hábitos tiene más capacidad, tiene más alma. Para un hombre, crecer es crecer en virtudes, que son los hábitos buenos.

¿Éxito o armonía?

¿Éxito o armonía?

¿Éxito o armonía? La ética es el arte de ser feliz. El fin de la ética clásica es la armonía; el de la ética moderna es el éxito.