El voluntarismo separa individuos

La voluntad separa, la razón une. La voluntad es lo que me individúa, lo que hace individuo. Las preferencias son una manifestación de la voluntad, las convicciones o creencias manifiestan, que son fruto de la razón,  sirven para unir individuos.
Esto es lo que explica que la modernidad haya sido la época del individualismo.

La Fe no es Revelación sino Tradición

La Fe no es Revelación sino Tradición

Decimos que la fe se recibe por Revelación, pero realmente se recibe por Tradición. A casi nadie Dios se le ha “revelado”, al menos, directamente. Lo que Dios ha dado a todos, aunque en distinta medida, no es una Revelación, unas verdades, sino una facilidad para aceptar una tradición, mayormente haciéndonos nacer en un hogar con cierta fe.

La timidez es buena y mala

La timidez es buena y mala

La timidez suele ser consecuencia de un exceso de sensibilidad. Pero esto, que es un problema para bregar socialment con grupos de personas, suele ser un activo para el trato de uno con uno, cara a cara. Todas las cosas que recibimos por herencia no son, en sí mismas, buenas ni malas. Son lo que necesitamos para recorrer nuestro camino.

El principal producto del trabajo es el trabajador.

El trabajo es la actividad humana cuya finalidad es hacer un mundo mejor. Poco importa si es remunerada o no.
El valor  de un trabajo depende de cuánto ayude a hacer mejor al mundo, siendo una de las medidas principales de esto, cuánto hace mejor a la propia persona que trabaja. No trabajamos para producir, sino para crecer.

La razón práctica lo mira todo

La razón práctica lo mira todo

Para encontrar la verdad de un hecho concreto, no de un principio universal, hay que considerar todas las circunstancias. Como esto nunca se logra plenamente, la razón práctica no alcanza verdades absolutas, sino relativas.

El día que la libertad se encogió

El día que la libertad se encogió

La libertad en los clásicos (Plotino) consistía en identificarse con el Uno, que era completamente libre, porque era “causa de sí mismo”. Por lo tanto, la libertad clásica consistía en “ser dueño de uno mismo”.
Cuando en la modernidad (siglo 16) se pasó de un holismo (la verdad está en el todo) a un atomismo (la verdad está en las partes), la libertad pasó a ser entendida como “ausencia de oposición” (Hobbes en Leviathan), ausencia de amarres.
Pasamos de una libertad espiritual a una animal.

Busquemos verdades sintéticas

Tenemos que recuperar el conocimiento sintético: el unir verdades, en vez de buscar tan solo los componentes de las cosas. Tenemos que redescubrir la Síntesis, como complemento necesario al Análisis. Busquemos el todo, además de las partes

Un ser vivo es una antena de sol

Los seres vivos son una configuración especial de moléculas con el fin de poder captar más energía que las moléculas sueltas: son antenas de sol.

Los muertos nos enseñan qué es la vida

Los virus, sin estar vivos, tienen “finalidad”: usar el cuerpo de otros para su propio beneficio; y buscan esa finalidad, salvando obstáculos, y reprogramándose, si hace falta para seguir viviendo.
Con esto nos enseñan que la clave de la vida no es el individuo, sino la vida en sí. La vida es un mensaje, una información, que se pasa de ser a ser.

Las dos libertades

Hay un problema entendiendo la libertad, porque nos ciega la parte animal, y pensamos que libertad es tener opciones, estar desamarrados. Para un animal, la movilidad (su libertad) es un requisito para poder cumplir su fin, que es vivir y pasar vida.
Pero un espíritu no necesita movilidad. Lo que necesita un espíritu es “ver” la verdad para quererla. Es más feliz el espíritu que ve más.
La libertad es una separación entre la presentación del bien y el impulso a seguirlo.En los animales no hay este espacio: si se les presenta un bien tienden a conseguirlo, según la proporción que tenga con los otros bienes, siguiendo su programa genético, su naturaleza.
Pero el hombre es una mezcla de animal y espíritu. Por lo tanto, para ver cómo es la libertad en él, tenemos que entender en qué consiste la libertad en un espíritu. El espíritu que conocemos mejor es Dios, porque la Revelación nos habla más de Él que de los ángeles.
¿En qué sentido se dice que Dios es libre? Cuando aplicamos una cualidad a Dios es que estamos haciendo una interpolación entre una perfección que descubrimos en el hombre y el dato revelado.
En el hombre, su libertad implica que una vez que se le presenta el bien a su inteligencia, su libertad tiene que decirle a la voluntad que lo quiera.
Por otro lado, cuando decimos que Dios es libre estamos indicando qué no está determinado por otro sino por sí mismo, el se hace a sí mismo: lo que es y lo que hace no ha sido determinado por otro.
Los hombres tenemos una tendencia a ver esto de forma muy animal, y nos creemos que ser libre es no tener amarres. Y entonces llegamos a pensar que la libertad de Dios cosiste en poder querer cualquier cosa. Pero esto es animalizar a Dios. La esencia de la libertad no está en tener opciones, sino en ser uno causa, creador, señor de sí mismo.
Las opciones son un accidente, una manifestacion de la l ibertad en criaturas que tienen materia y tiempo y que, por lo tanto se van haciendo a sí mismas eligiendo entre alternativas. Si eligen bien muchas veces se les desarrolla un hábito, una capacidad de encontrar la verdad, hasta que llega un momento en el que no necesitan las opciones, porque distiguen al bien inmediatamente. A este estado se le llama el Cielo.