Cuarto Mandamiento: La Familia

+ La pregunta de hoy es ¿cómo debemos comportarnos en la familia? ¿Qué deberes tienen los padres y los hijos?

+ Siempre la respuesta a la pregunta ¿cómo debemos comportarnos? Va en la misma dirección: de todas las opciones de comportamiento que tenemos, debemos escoger la que nos haga más perfectos, más felices, más santos, más realizados.

+ Nosotros creemos que existe un orden en las cosas, y que nuestra felicidad consiste en descubrir y seguir ese orden. Por ejemplo, nosotros creemos que el hombre está diseñado para casarse con una mujer, y no con otro hombre. Si lo hiciera, como no está diseñado para ello, no sería feliz, no se realizaría.

+ Analizando este orden intrínseco de la institución de la familia es que pueden sacarse conclusiones sobre cómo hay que comportarse en ella.

+ Lo primero que uno observa en la naturaleza es la necesidad de los seres humanos de criarse en una familia, en una comunidad de amor, los primeros años de sus vida. (vemos que el hombre no se vale por sí mismo). También observamos la necesidad de que esta comunidad sea estable: que no se rompa o cambie de personas a los pocos años.

+ De aquí se explica que exista esa atracción entre el hombre y la mujer que les incita a comprometerse de por vida en el proyecto de construir una comunidad. De aquí se entiende cuál es el sentido del matrimonio y cuáles son los deberes de los padres y de los hijos.

+ Los deberes de los padres son: ocuparse de sus hijos mientras dependan de ellos (afectivamente dependerán siempre). Tienen el deber de ocuparse de su cuerpo y de sus alma. Deber de ocuparse de su cuerpo: vestido, comida, techo.

+ Deber se ocuparse de su alma: de su formación intelectual, de su formación en la buenas costumbres.

+ Para la formación intelectual: los padres delegan la función de instruir en instituciones especializadas. Pero no delegan la responsabilidad. Tienen que chequear la calidad de esta instrucción. Y arte de esta instrucción es al instrucción religiosa: para que los hijos puedan entender el sentido de esta vida, el sentido de la Iglesia y la responsabilidad de pertenecer a esta institución.

+ Para la formación de la voluntad, de las buenas costumbres: 1) el ejemplo de los padres: ir a Misa, no andar en pantaloncillos por la casa, no discutir entre ellos. Los niños lo juzgan todo.

+ Cariño, vigilancia. Fortaleza, paciencia. Tenerlos cortos de dinero. Evitar excesiva aspereza ni indulgencia desmedida. Hay que hacerse amigos de los hijos. Si se regaña a los hijos no es para el beneficio de los padres (que no hagan ruido) sino para el beneficio de los hijos (que aprendan a comportarse).

+ Enseñarles a tratar a Dios: si no pensarán que rezar es de mujeres.

Cuarto Mandamiento (Las autoridades)

+ El hombre, por su propia naturaleza tiende a vivir en familia. Es la familia el ámbito natural para el desarrollo de la persona:
1. en su aspecto individual: porque ahí los hijos pueden ser conocidos y tratados según sus propias peculiaridades;
2. en su aspecto social: porque aprenden a convivir.

+ Una mujer y un hombre unidos en matrimonio con sus hijos forman una familia. Esta disposición es anterior a todo reconocimiento por la autoridad pública. Se impone a ella. La familia es la célula original de la vida social. La autoridad, la estabilidad y la vida de relación en el seno de la familia, constituyen los fundamentos de la libertad, la seguridad y la fraternidad en el seno de la sociedad., La vida de familia es iniciación a la vida en sociedad.
+
+ Deberes de las autoridades civiles:
+ Hay, en la constitución de la sociedad un principio llamado de ‘subsidariedad’, por el que una organización social de orden superior no debe interferir el la vida interna de un grupo de orden inferior, privándole de sus competencias, sino que debe ayudarle en caso de necesidad y ayudarle a coordinar su acción con los demás componentes sociales, con miras al bien común. En base a este principio, el Estado tiene la obligación de asegurarle la familia:
+ Los que ejercen la autoridad deben ejercerla como un servicio. Y de procurar el bien común.
+ Debido a la naturaleza social del hombre, el bien de cada uno está necesariamente relacionado con el bien común. El bien común es el conjunto de aquellas condiciones de vida social que permiten a los grupos y a cada uno de sus miembros más plena y fácilmente su propia perfección.
+ El bien común comporta tres elemento esenciales:
3. el respeto a la persona ‘en cuanto tal’por el hecho de ser persona: no por ser blanco, ni productivo. Esto exige el respeto de las libertaddes naturales que son indispensables para el desarrollo de la vocación humana: a) derecho a seguir la propia conciencia, b) a la protección de la vida privada c) derecho a la justa libertad, también en materia religiosa.
4. El bien común exige el bienestar social y el desarrollo del grupo mismo. El desarrollo es el resumen de todos los deberes de la sociedad. La autoridad debe decidir entre los diversos bienes particulares, pero debe facilitar a cada uno lo que necesita para llevar una vida humana: alimento, trabajo, educación, derecho a fundar una familia, etc. El bien común siempre está orientado hacia el progreso de las personas.
5. El bien común exige la paz: la estabilidad y la seguridad de un orden justo. El bien común fundamenta, por tanto, el derecho a la legítima defensa individual y colectiva.

+ Deberes de los ciudadanos
+ Nosotros creemos en el origen divino de la autoridad. Por tanto, los que están sometidos a la autoridad deben de mirar a sus superiores como representantes de Dios.
+ Esa colaboración leal del súbdito con la autoridad entraña el derecho, y a veces la obligación de ejercer una justa crítica de lo que parece perjudicial para la dignidad de las personas o para el bien de la comunidad.
+ Deber de los ciudadanos es cooperar con la autoridad civil en el bien de la sociedad. No podemos desentendernos de la vida de la comunidad política.
+ Tenemos la obligación de pagar los puestos, el ejercicio del derecho al voto y la defensa del país.
+ Las naciones más prósperas tienen el deber de acoger, en cuanto sea posible, al extranjero que busca seguridad y medios de vida que no puede conseguir en su país de origen. Las autoridades pueden subordinar el derecho de inmigración, atendiendo al bien común de aquellos que tienen a su cargo, a condiciones jurídicas.
+ El ciudadano tiene obligación en conciencia de no seguir las ordenes de la autoridad civil cuando estas órdenes vayan contra: a) la moral, b) los derechos fundamentales de las personas, c) o las enseñanzas del Evangelio.
+ ¿Se podrá recurrir a las armas para resistir a la opresión de quienes gobiernan? Solo si se dan estas condiciones:
6. en caso de violaciones ciertas, graves y prolongadas a los derechos fundamentales;
7. después de haber agotado todos los otros recursos;
8. sin provocar desórdenes peores
9. que haya esperanza fundada de éxito
10. si es imposible prever razonablemente soluciones mejores

 

Ofrecimiento de Obras: a lo que venimos

OFRECIMIENTO DE OBRAS

Abr 2003

+ La finalidad del universo, y de nuestra vida, es manifestar gloria a Dios. En esto encuentran todas las criaturas su máxima realización y felicidad. Para las criaturas no-libres, el manifestar la gloria de Dios es el actuar de acuerdo a su naturaleza. Las criaturas racionales dan gloria a Dios cuando quieren hacer lo que Dios espera de ellas, cuando quieren hacer su voluntad, tal y como se la muestra la razón.

+ Los paganos sienten este impulso natural a hacer las cosas bien, porque intuyen que ahí está la felicidad. Lo que distingue a un cristiano, en cuanto a la finalidad del obrar, es que explicita, que manifiesta a Dios que lo que está haciendo, lo está haciendo por Él, por darle gusto, porque entiende que esto es lo que quiere Dios. Y en esto consiste el ofrecimiento de obras: en manifestar a Dios que lo que uno está haciendo o va a ser, tiene como finalidad la gloria de Dios.

+ Claro está que la obra realmente ofrecida a Dios no es la que uno declara que la quiere hacer por Dios, sino la que uno hace según su voluntad. Esto es lo mismo que en un matrimonio o una familia, quien ama no es que dice ‘te amo’sino el que procura el bien del otro. Pero esto de ningún modo le quita valor a decir ‘te quiero’, porque manifiesta una disposición del corazón, una intención buena, que luego puede no verse realizada por las limitaciones humanas -culpables o inculpables.

+ Pues esta es la misma lógica del ofrecimiento de obras. Manifestamos a Dios que lo que vamos a hacer lo queremos hacer como a Él le gustaría.

+ Y esta declaración, si es sincera, lleva pegada la obligación de pedirle ayuda para hacer las cosas bien, porque el pedir ayuda es parte de lo que Dios espera de nosotros y es una de las formas con las que damos gloria a Dios. Una forma de manifestar esta dependencia del creador es besando el piso, reconociendo nuestra bajeza y la supremacía de Dios.

+ Y si esta declaración es sincera, lleva pegada la obligación de que nosotros vamos a poner también de nuestra parte, de que vamos a hacer un esfuerzo. Por esto es que en el ofrecimiento de obras repetimos el propósito que hemos sacado la noche anterior en el examen.

+ Obviamente, el ofrecimiento de obras no solo se hace en la mañana, sino que lo repetimos cada vez que empezamos cualquier tarea. Y lo repetimos con estos mismos componentes: 1) declaramos que la hacemos para agradar a Dios y como Dios quiera que se haga 2) pedimos ayuda para realizarlo y 3) nos comprometemos a poner de nuestra parte.

Ley y libertad

Todos los hombres tenemos instintivamente la tendencia a clasificar las acciones humanas (nuestras y de otros) en buenas o malas: las aprobamos o reprobamos. Llega ahora el momento de investigar ¿quÈ es lo que hace que una acción sea buena o mala?
+ Todas las respuestas que a lo largo de la historia se han dado a esta pregunta se pueden clasificar en 3 grupos:
+ 1.- Acuerdo Social: los hombres se ponen de acuerdo en que unas cosas estén mal. Se apoyan en la observación de que hay que son malas en una cultura y buenas en otras.
+ 2.- Valor intrínseco: las
acciones tienen un valor en sÌ mismas: hay acciones que me hacen mejor persona, me realizan.
+ 3.- Voluntad Divina: Dios dice que cosas son buenas o malas. Dios podrÌa haber permitido mentir.

+ Cada una de estas explicaciones tiene su atractivo. Pero aquÌ nos interesa cuál es la posición acorde con la doctrina cristiana. Muchos apuntaran a la 3: Dios es el que decide qué esta bien. Pero es la 2: las acciones son buenas por su propia naturaleza.
+ Mentir no es malo porque Dios ha dicho ‘No mentirás’, sino que Dios nos prohibió mentir porque mentir nos iba a hacer daño, nos iba a hacer peores personas.
+ ¿Cómo es esto de que Dios ha sometido su ley a un diseño previo? SÍ, a su propio diseño: Dios creó al hombre como ser social, y por eso le dio la capacidad de comunicarse, y por esto la veracidad, el no mentir, es necesario, es una obligación. Lo mismo se puede decir de ‘no adulterarás’: el matrimonio es por exigencia de su diseño, una comunidad de amor, y esto exige fidelidad.
+ Conclusión: la ley de Dios -los Diez Mandamientos- no es más que una explicitación, una concreción de cómo están diseñadas las cosas, la creación, para que las cosas funcionen como deben. La ley de Dios es el manual de instrucciones del universo. No es la voluntad caprichosa de quien tiene poder para mandar cualquier cosa. PodrÌa haber sido asÌ, pero no lo es. Dios al mandar se sujeta a la misma lógica que …l siguió al diseñar el Universo.
+ Esto también se expresa diciendo que en Dios la inteligencia tiene supremacía sobre la voluntad Afirmar lo contrario, como hicieron Ockam y Lutero, lleva a la moral autónoma.

+ Y ahora vamos a estudiar este diseño del Universo para descubrir uno de los rasgos más caracterÌsticos del ser humano: su libertad.
+ Para entender un diseño -una maquinaria- tenemos primero que encontrar cuál es su finalidad, para quÈ sirve. ¿Para quÈ Dios creó? Antes de la creación Dios era totalmente feliz y no necesitaba nada. No cabe necesidad en Dios. ¿Por quÈ Dios crea? Crea para compartir su felicidad. Crea para amar y sentirse amado. Lo interesante es que para sentirse amado Dios tuvo que crear unas criaturas que tuvieran una caracterÌstica especial: libertad, que es la capacidad de auto-gobernarse. Y este don solo lo tienen las personas (ángeles y hombres). Las demás criaturas todo lo hacen siguiendo las leyes ‘built-in’ en su naturaleza. Nunca hacen nada mal: Dios siempre está contento con ellos. Pero para Dios tiene muchÌsimo más valor la más pequeña obra buena hecha libremente por un hombre, es decir, hecha por amor.
+ Una de las aportaciones mas propias del Cristianismo a la Cultura es la alta posición que tiene la libertad. La libertad es un invento Cristiano. No se conocÌa en Oriente -donde solo era libre el déspota- ni en el mundo greco-romano donde solo son libres los ciudadanos de Atenas, Esparta o Roma. Solo el Cristianismo cree en que todo hombre, por ser hombre, es libre.
+ Esta idea de que todo hombre es libre le viene al cristianismo por la Revelación de que todos los hombres son creados a imagen de Dios. Y Dios es plenamente libre.
+ ¿qué significa ser libre? Hay dos tipos de libertad:
+ a) libertad de elección: poder hacer o no hacer, hacer esto o lo otro
+ b) libertad fundamental: Significa ‘gobernarse a sÌ mismo’. Los seres materiales (animales, plantas, minerales) son movidos por instintos, por leyes materiales que les hacen hacerlo todo ‘bien’, como Dios tenÌa previsto. El hombre sin embargo, tiene libertad fundamental.
+ Comparaciones: 1) la libertad de elección se puede perder, la fundamental no: nada puede forzar nuestra voluntad 2) Para desarrollarse como persona hay que ir perdiendo libertad de elección y ganando libertad fundamental: si uno no se casa o no elige una carrera, tiene más libertad de elección, pero no se realiza como persona, tiene menos dominio de su vida, tiene menos libertad fundamental. De hecho, cuando lleguemos al Cielo, no tendremos libertad de elección y, sin embargo, tendremos un máximo de libertad fundamental.

El más allá

Es interesante ver el esfuerzo que la sociedad pone para que la gente se prepare para el retiro. Esto es un esfuerzo valioso. Pero es interesante ver que para algo más seguro que el retiro, como es la muerte, no hay tanta orientación para prepararse.
Uno de los rasgos que más caracteriza a las religiones es qué respuesta dan a la pregunta ¿qué pasa con el hombre después de la muerte? Nosotros vamos a ver qué es lo que dice la religión católica y ver en qué se basa para afirmar lo que afirma.

Todo lo que la Iglesia cree que ocurrirá después de la muerte se extrae de esta creencia: la vida es el tiempo que tenemos para merecer, y con la muerte se acaba esta oportunidad. ‘Merecer’ es definir aquí el lugar que ocuparemos en la otra vida, es acumular el dinero con el que vamos a vivir el resto de la eternidad. Es el tiempo de aceptar o rechazar la gracia de Dios. Entre paréntesis, esto hace que los cristianos no vivamos solo pendientes del más allá, sino que también del más acá.

Juicio Particular
Inmediatamente después de la muerte el alma del hombre es juzgada, es pesada, para recibir inmediatamente la retribución por sus obras. Esta realidad se puede expresar también diciendo que con la muerte se queda fijada, petrificada la voluntad del hombre: si estaba con Dios, se queda con Dios. Si estaba fuera de Dios, si no estaba en gracia, se queda fijada en sí mismo y se auto excluye de Dios.

Cielo

Los que mueren en amistad con Dios y no tienen nada que purificar pasan a un estado que se llama “cielo”. Por la misma trancendencia de Dios no se puede describir. Pero sí sabemos que es un estado de dicha perfecta y plenitud. La realización de las aspiraciones más profundas del hombre. Hay distintos niveles de Cielo, según los distintos niveles de santidad desarrollados en esta vida

Purgatorio

Los que mueren en gracia y amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque ya están seguros de su salvación eterna, sufre después de su muerte una purificación. Se basa en las palabras del Señor Mt 12 31) ‘al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le será perdonada ni en esta vida ni en la otra’. Y de Macabeos, donde se manda rezar por los difuntos.

Infierno

Salvo que elijamos libremente amar a Dios, no podemos estar unidos con El. Pero no podemos amar a Dios si pecamos contra El o contra nuestro prójimo o contra nosotros mismos. “Quien no ama, permanece en la muerte’ (1 Jn 3, 15). Este estado de auto exclusión definitiva de la comunión con Dios es lo que se designa con la palabra infierno. Ha sido contundentemente afirmado por la Iglesia, porque el demonio tiene mucho interés en que no se crea en el para adormecer la responsabilidad de la gente. Dios no destina a nadie al infierno.

Juicio Universal

Cristo volverá al final de los tiempos ya juzgará a todos ¿para qué, si ya están las gentes en el cielo o en el infierno? Para 1) que resuciten los cuerpos, que también tienen parte en el premio 2) que se sepa toda la verdad del sentido último de toda su economía de salvación y los caminos por donde ha conducido a todas las cosas a su fin último 3) para añadir o quitar al premio de cada uno los efectos que hayan tenido nuestras acciones a lo largo de la historia.

Cielos nuevos y Tierra nueva

Después del juicio final empieza la verdadera Historia, el mundo tal y como Dios lo tenía previsto, llevado ya a su plenitud: unos cielos nuevos y una tierra nueva. La fe cristiana nos dice que el cosmos visible también está llamado a ser restaurado. Y de hecho ‘la creación espera ansiosa la revelación de los hijos de Dios’ (Rm 8, 19). Y esta nueva tierra la estamos construyendo ahora, con nuestro trabajo.

Cómo quedó el hombre tras el pecado original

¿Cómo quedó el hombre tras el pecado original? Antes del pecado: el hombre estaba en estado de “justicia original”, que significa que: Dios habitaba en su alma; el hombre no moría ni padecía enfermedades ni sufría; el hombre no tenía tentaciones: no apetecía algo que no quisiera con la razón, es decir, tenía una armonía perfecta consigo mismo; tenía además una armonía perfecta con Eva, con su prójimo; también estaba en armonía con el resto de la creación, a la que gobernaba para llevarla a su plenitud.
+    Después del pecado original: como ya vimos, las pasiones del hombre no responden a los dictados de su razón; en vez de gobernar la creación para llevarla a su plenitud, abusa de ella lo que puede; y la armonía con el prójimo es reemplazada por una desconfianza y afán de dominio; y con el pecado vinieron las enfermedades del cuerpo y la muerte. Pero el peor daño de todos era que el hombre perdió su amistad con Dios, perdió la gracia y, como efecto práctico de esto, perdió la posibilidad de ir al Cielo, con Dios, después de esta vida. El hombre quedó reducido al estado de un animal racional: nacía, crecía, se reproducía y moría. Estaba, realmente, peor que un animal, porque los animales tienen una armonía interior que el hombre no tenía: los animales obedecen sus instintos, y todo lo hacen bien a los ojos de Dios. Pero el hombre no tenía esa armonía: sus instintos no le obedecen: apetece cosas que no quiere apetecer, que sabe que le hacen daño.
+    Tan grande fue la ofensa hecha a Dios que no había nada capaz de levantarnos de esta ruina. Porque la magnitud de una ofensa se mide por la calidad del ofendido. Lo importante para calibrar una ofensa, no es el acto, no es si es un empujón o un gesto de desprecio. Es a quién se le hace. No es lo mismo un mal gesto a una madre que a un compañero. Ofender a Dios, por pura malicia, era una ofensa infinita. Por mucho que el hombre hiciera cosas buenas, nada era suficiente para compensar una ofensa infinita.
+    Pero Dios lo vio en ese estado de postración y rápidamente se apiadó de él: ahí mismo le prometió un Redentor: alguien que iría a rescatarle del pecado.
+    Pero ¿por qué hacía falta un redentor? ¿No bastaba que Dios perdonase al hombre? Hubiera bastado, pero Dios, llevado por un amor desmedido por el hombre, quiso que el hombre mereciera el perdón, como para que no le quedara al hombre duda de que había sido perdonado, de forma que su relación de amor fuera más intensa.
+    Pero si tenía que ser un hombre el que mereciera el perdón, ¿qué hombre podría hacer algo tan bueno y tan grande que compensara la ofensa infinita del pecado original? Dios ideó un plan muy audaz: Él mismo se haría hombre y haría algo bueno para merecer el perdón. Suena esto como un poco infantil, pero es como el papá que le da el dinero a sus hijos para que le compren el regalo de Navidad. El papá se conforma con el ofrecimiento del regalo, aunque sea él mismo el que lo pagó.
+    Según este plan, hubiera bastado con que ese Dios hecho hombre ofreciera cualquier cosa, una oración, una gota de su sangre, para haber merecido el perdón de la humanidad.
+    Pero sabemos que ese Hombre-Dios no solo derramó una gota de sangre, sino que se sometió a torturas y murió, para ofrecer ese acto de obediencia, de aceptación, a Dios. ¿Qué fue lo que salió mal? ¿Por qué esa exageración, si se hubiera conseguido el mismo perdón con una oración? Parece ser que el plan de Dios con la Redención no era solo perdonar al hombre, sino:
1.    Hacer una exhibición el amor que Dios tiene por el hombre, para que el hombre se convenza del amor que Dios le tiene: para excitar el amor del hombre hacia Dios.
2.    Demostrar al hombre lo grave que es el pecado, que necesita esta clase de operativo para ser eliminado. Demostrar al hombre que las miserias de la condición humana actual no son ‘naturales’, no son consecuencia de la limitación de la materia animal del hombre.
+    ¿Y qué pasaba, en el ínterin con los hombres que murieron antes de la Redención?
+    Jesucristo: ¿Era un semi-Dios? ¿Un Dios con apariencia de hombre? ¿Un hombre especial, con poderes sobrenaturales? Si era Dios ¿era Dios igual que es Dios el Padre? Estas controversias fueron las primeras que aparecieron lógicamente en la Iglesia, en los primeros siglos. Y lo que resultó ser la solución es una de las menos cómodas para la razón: Jesucristo es Perfecto Dios y Perfecto Hombre.

Creación, la

Una de las cuestiones más primarias que el hombre pensante se plantea es cómo apareció el mundo, de dónde viene el universo. La respuesta a esta pregunta ha despertado un enorme interés científico, ahora que la ciencia está en condiciones de aportar algo.
???Pero la pregunta realmente importante no es cuándo ni cómo apareció el mundo. Es el ¿por qué? Es decir, si el mundo apareció por fruto del azar, porque una reacción química fortuita dio lugar a una enzima, pues entonces el mundo no tiene una finalidad, un sentido. Si el mundo lo ha creado
un ser inteligente, posiblemente tenga una finalidad y un sentido. Si el mundo es fruto del azar, entonces el sentido de la muerte de un hijo es que había una probabilidad de que ocurriera y ocurrió. Si nuestro matrimonio es feliz es porque tuvimos suerte con la pareja.
???Vamos a hacer un repaso de las respuestas que se han dado a lo largo de la historia a la pregunta de por qué y como empezó a existir el mundo. Ya nosotros sabemos la respuesta correcta, porque Dios ha querido revelarla. Pero ilustra mucho el considerar las otras explicaciones que se han dado:
???Materialismo: existe una materia eterna que, por su pura potencialidad, fue evolucionando hasta llegar a lo que hoy es el universo.
???Panteísmo: todo el universo es dios y dios no es más que la suma de todos los seres. Esto implicaría que no existe un Dios personal (con inteligencia y voluntad propias) y que , por lo tanto, no existe la providencia, el cuidado del Ser Supremo por los seres inferiores.
???Dualismo, maniqueísmo: existe un principio supremo del bien y otro del mal, la luz y las tinieblas, en lucha permanente. Uno explica las cosas buenas y otro las malas. Atractivo, porque explica la coexistencia del bien y del mal en la vida.
???Deísmo: (masonería, rosacrucismo): creen que Dios creó el universo, pero como un relojero que lo afinó y lo echó a andar y luego lo abandonó, como el gran arquitecto. Por la tanto no hay relación actual de Dios con el mundo no lo gobierna ni lo mantiene. Por lo tanto, no tiene sentido la oración ni siquiera el volverse a Dios para alabarle o darle gracias.
???Gnosticismo: piensan que el mundo es producto de una caída: existía un cosmos ordenado pero algo se desvió y salió el mundo material en que vivimos. Por lo tanto, el mundo material es malo y hay que superarlo con una gnosis con un conocimiento superior, que solo está asequible a algunos iniciados.
???Frente a estas teorías, podríamos presentar la visión cristiana -y de otras religiones- de la creación.
???Cristianismo: creemos que hay un Dios trascendente al mundo, que 1) lo ha creado ordenado y bueno (incluyendo el mundo material) 2) no solo lo crea sino que lo gobierna y lo mantiene en el ser. Y creemos que lo ha creado 1) de la nada y 2) con el fin de manifestar y compartir su gloria.
???La mayoría de lo que sabemos de la creación, lo sabemos porque Dios lo ha revelado, en los primeros 3 capítulos del Génesis. Pero es bien importante dejar claro, que aunque Dios no lo hubiese revelado, nuestra razón hubiera sido posible de conocer a grandes rasgos estas verdades que creemos, como de hecho fueron capaces Platón y Aristóteles. No conoceríamos tantos detalles como conocemos por la Biblia, pero sabríamos lo esencial. Es como si la razón fuera un linterna y la fe un enorme foco, pero los dos nos descubren la misma y única realidad.
???Y ¿por qué es tan importante mantener encendida la linterna, si la luz del foco la hace innecesaria? Porque estamos en el delicado balance que el cristianismo exige entre dos formas de conocer: fe y razón. Si pensara que no hace falta usar la razón para conocer de la creación porque esto ya ha sido revelado, es posible que acabaría pensando que lo que conozco por la razón no tiene nada que ver con lo que conozco por la fe. Y esto tiene consecuencias funestas, como la visión tan extendida de que mi vida cara a Dios no debe influir en mi vida social, familiar, política, etc. O, si la razón falla, nos dejamos llevar por los sentimientos para dirigir nuestras acciones.
???Un caso muy interesante de esta falta de entendimiento, es la polémica que existe en el sistema escolar de Estados Unidos entre el evolucionismo radical y el creacionismo científico.
???La Iglesia Católica admite que puede existir la evolución de las especies. Más precisamente dice que esto no se opone a lo que Dios ha revelado. Pero la Iglesia no puede apoyar el “creacionismo científico” porque reconoce que las ciencias experimentales no pueden llegar a la conclusión de que Dios creo de la nada por que está afirmación cae fuera de su ámbito, que es la realidad material. Las ciencia puede decir que al principio existió un Big Bang, pero no puede decir nada sobre lo que había antes (la nada) o sobre si Dios lo creo, porque la Ciencia experimental no puede hablar de eso. Y también tenemos claro que tampoco puede llegar a conclusiones dispares, porque son dos luces iluminando la misma realidad.

Trinidad

Cuando nació la religión cristiana, con Abraham, lo que más la distinguía de las religiones existentes es que reconocía a un solo Dios. Esto que ahora, en esta civilización nos parece lo más normal, es realmente una rareza histórica. Y de hecho, era tan fuerte, que casi todo el Antiguo Testamento es la historia de cómo Dios va educando a su pueblo en la creencia en un solo Dios. La Alianza hecha con Moisés, consiste en que el Pueblo rechace el politeísmo. Lo primero que les dice es “No tendrás otros Dios fuera de mí. No te harás escultura, ni imagen … no te postrarás ante ellos, ni les darás culto”.

+ Esta insistencia en la unidad y sublimidad de Dios explica, por ejemplo, que al fundar el Islam, Mahoma quiere purificar el Cristianismo, combatir la idolatría y politeísmo que encuentra en Arabia. Y al volver al Antiguo Testamento crea una religión cuyo credo principal es “Alá es el único Dios” y cuyo pecado principal es la idolatría. El Islam bebe del Antiguo Testamento.
+ Pero al llegar Cristo, en el Nuevo Testamento, nos hace ver más allá de la unidad de Dios, y nos revela que en Dios hay un Padre un Hijo y un Espíritu Santo.
+ Desde los Apóstoles la Iglesia ha aceptado este misterio y ha tratado de profundizar en él especulativamente. Esto de profundizar racionalmente en la religión es algo muy típicamente cristiano, otras religiones no lo aceptan como válido. Casi ni siquiera la iglesia ortodoxa. Pero nosotros creemos que Dios nos pide este culto con la inteligencia y se lo damos. Nosotros creemos que podemos llegar a Dios por la fe y también por la razón. Y usando esta razón es que hemos conseguido la explicación que sigue de lo que es la Trinidad:
+ Gran parte de lo que podemos saber de Dios usando la razón, usando la ciencia, lo alcanzamos a base de conocernos a nosotros mismos, pues sabemos que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios.
+ En nuestra alma vemos dos ‘partes’: la inteligencia (capacidad de conocer) y la voluntad (capacidad de querer). Por lo tanto Dios también tiene que tener inteligencia y voluntad, capacidad de querer.
+ Cuando nosotros conocemos algo, adquirimos una idea de esa cosa que tenemos en nuestra mente. Cuanto mejor conozcamos a, por ejemplo, esa persona, mas completa y vivaz será la imagen de esa persona que tenemos en nosotros.
+ Dios es perfecto y su inteligencia no tiene límites. Pero lo único que puede conocer es a sí mismo (porque no hay nada fuera de Él), y El tiene una idea tan y tan perfecta de sí mismo, que esa idea tiene vida propia. A esa idea se le llama, el Logos, la Palabra o también, el Hijo.
+ Dios mira a su imagen, a su Hijo, y la ama con tanta fuerza que ese amor cobra vida. Y a ese amor subsistente entre el Padre y el Hijo es lo que se llama el Espíritu Santo.
+ Hasta aquí no aparece ningún misterio: un Dios que da origen a otros dos dioses. El misterio viene cuando insistimos en que hay un solo Dios, a pesar de que afirmamos el Padre es Dios y también el Espíritu Santo es Dios al igual que el Hijo.
+ Y el misterio se complica más cuando afirmamos que siempre quien actúa hacia afuera es la Trinidad, como una unidad, es decir, que la creación es obra de las tres personas, y la encarnación y la providencia.
+ Esto significa que para las criaturas la Trinidad es invisible, lo único que se ve es la unidad.
+ ¿Como podemos entonces nosotros identificar que hay un Padre, un Hijo y un Espíritu Santo? ¿Cómo podemos dirigirnos a cada uno? Porque Dios ha querido revelárnoslo.
+ Y de hecho, nosotros creemos que el Cielo consiste en estar en el medio de esa corriente de amor que hay entre las tres personas. Y por eso nuestra oración ahora, debe ser una oración Trinitaria, como lo es la Misa. Porque nuestra oración debe ser un anticipo del diálogo que mantendremos con Dios en el Cielo.

Sobriedad y Tembplanza

SOBRIEDAD Y TEMPLANZA

Dic 2001

§ Sobriedad es la virtud que nos ayuda a moderar los placeres sensibles de acuerdo al recto orden de la razón.

§ Se trata de fomentar la armonía entro los sentidos y la razón, y esa armonía significa “orden hacia el fin”. Todos los placeres que Dios ha puesto en el hombre tienen una finalidad: llevarle a hacer algo. Y para encontrar cómo tenemos que comportarnos, tenemos que pensar en para qué Dios puso ese placer.

§ En la práctica, vivir templadamente se concreta en estar desprendido de los bienes materiales, disfrutándolos (como bondad creada que son) pero sin considerar necesarias (para la salud o aún para la misma vida espiritual o para el apostolado) cosas de las que se puede prescindir con un poco de buena voluntad.

§ Pero muchas veces lo difícil no es encontrar las exigencias de la templanza, sino poder vivirlas. Para eso es útil considerar (para apetecer) sus frutos.

§ La sobriedad nos lleva al señorío de nosotros mismos, que nos libra de muchas esclavitudes. “La templanza cría al alma sobria, modesta comprensiva; le facilita el natural recato que es siempre atractivo, porque se nota en la conducta el señorío de la inteligencia” (Amigos de Dios, 84).

§ La templanza se convierte en arma apostólica, al atraer a las almas con el buen aroma de Cristo. La templanza, y el desapego de los bienes materiales han sido siempre uno de los ejemplos más convincentes y atractivos de la vida cristiana.

§ En las reuniones sociales, en los viajes profesionales, en los almuerzos, hemos de vivir la templanza con esa proyección apostólica.

§ La falta de templanza se mete por osmosis, no por decisiones conscientes.

§ En nuestro caso se puede meter más fácilmente en el uso de los instrumentos de trabajo.

§ Son detalles, pero el que no los cuida queda como atrapado en esas preocupaciones e incapacitado para escuchar a Dios.

¿Existe Dios?

§ No deja de ponernos un poquito nervioso el hecho de que nadie haya vuelto de la otra vida a contarnos lo que hay. ¿Y si no existe otra vida? ¿Y si Dios no existe? ¿Alguien lo ha visto? ¿Imaginan como eso cambiaría la forma en la que tenemos que vivir esta vida de acá? Si no existe Dios estamos perdiendo un montón de tiempo en esta vida, primero por el tiempo que le estamos dedicando a “sus cosas” (medios de formación, actos de culto) pero, segundo, por las cosas que estamos dejando de hacer por pensar que existe: aprovecharnos del débil, usar a los demás para nuestra conveniencia, etc.
§ ¿Cómo podemos estar bien seguro de que existe Dios y la otra vida? Para responder esto, tenemos que profundizar un poco en cómo nosotros conocemos y qué es lo que nos hace estar seguro de lo que conocemos (certeza).
§ El hombre tiene tres formas de conocer la realidad:
1.   por evidencia: por que lo vemos (p. ej., nuestra propia existencia)
2.   por demostración: no vemos algo, pero podemos razonarlo a partir de otras cosas que conocemos. Ejemplo: ¿Cómo yo sé que tú no estás ahora mismo en tu casa? No es evidente (yo no lo veo) Pero sé: 1. que estás aquí, 2. Que no puedes estar en dos sitios a la vez 3. Luego no estás en tu casa.
3.   Por fe humana: alguien no lo dice y le creemos. La mayoría de los conocimientos que tenemos entraron a nosotros por fe humana. Así sabemos que somos hijos de nuestros padres, que existe Nueva Zelandia, que hubo una Primera Guerra Mundial, etc.
§ ¿Cómo nosotros podemos saber que Dios existe: por evidencia, por demostración, o por fe? Es fácil responder a la primera y a la tercera: No lo conocemos por evidencia y sí lo conocemos por fe: alguien en quien confío me ha dicho que Dios existe. Pero lo difícil, y a la vez importante, es ¿es Dios demostrable?
§ ¿Pero para qué sirve saber si Dios es demostrable? ¿No basta con la fe? No basta la fe humana: porque para creerle a otra persona que me dice que Dios existe, o ella lo ha visto o lo ha razonado. Hay mucha gente que se ha negado a admitir que Dios es demostrable. Y entonces se acaba en una de dos salidas: 1) o se niega Dios pueda ser conocido (agnosticismo) 2) o se separa completamente, como hizo Kant, el conocimiento de Dios del conocimiento natural. Y sabemos que aunque Kant fue una persona profundamente religiosa, acabó siendo el padre de todo el agnosticismo de los siglos 19 y 20.
§ Y esto, que parece una tontería filosófica, tiene muchas consecuencias dañinas. Por ejemplo, una consecuencia práctica: acaba haciendo que la gente lleve una doble vida: por una lado su vida de relación con Dios, incluyendo su vida en la iglesia, por otro su vida profesional y familiar. Y esta doble vida, aunque se hagan compatibles, aunque uno no sea un santo en una y un malvado en la otra, esta doble vida lleva mucha gente a pensar que sus ideas sobre Dios no deben influir en sus ideas políticas, en su vida social, etc, porque son dos mundos a parte. Conclusión: es importante ver si Dios es demostrable.
§ ¿Cómo podemos saber que Dios es demostrable? Demostrándolo. Existen varias demostraciones, el problema es que son todas razonamientos filosóficos complejos que, para ver su solidez real, hace falta tener una cierta formación filosófica. Todos estos razonamientos se pueden reducir a lo que se llaman “las cinco vías”. 
§ La más sencilla de las vías es la de “el orden”: partimos de la evidencia del orden en la naturaleza: es evidente que hay un orden en los planetas, en el cuerpo humano, en los átomos, células, etc. Caben dos posibilidades, o bien estas criaturas se han ido formando por el azar que hizo que se sintetizara una proteína la primera vez hace trillones de años, y luego, por la evolución, fueron apareciendo todas las especies; o bien, hay que pensar que los seres fueron diseñados por una inteligencia superior, a la que llamamos Dios.
§ Un problema para que se haya producido al azar la primera síntesis de una proteína es que no ha habido tiempo suficiente en la historia. Tomando la molécula proteica más sencilla, se ha calculado que para que sus elementos cayeran juntos al azar, harían falta 10263 años, un uno seguido de 263 ceros. El problema está en que la Tierra tiene solo 5,000 millones de años, un cinco seguido de 9 ceros.
§ Además, los creyentes tenemos otra forma más de saber que Dios es demostrable, que es alcanzable por la razón: lo dice la Biblia (no tendría sentido este argumento para demostrar que Dios existe, pero sí para demostrar que es razonable). Lo dice en Rom 1, 19-20, refiriéndose a los paganos dice “lo que de Dios se Puede conocer, está en ellos manifiesto. Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad”. También en Sabiduría 13, 1-5.
§ Este conocimiento “natural” de Dios, provoca naturalmente  en el hombre tres reacciones o respuestas:
1.   El hombre reconoce que en alguna medida depende de ese Ser Superior.
2.   Esta dependencia exige del hombre un determinado comportamiento.
3.   Parte de este comportamiento, es el deber de darle culto, que consiste en reconocer su deuda con El y tratar de algún modo de saldarla.
§ A estos tres movimientos del hombre es a lo que se llama religión. Por esto se dice que existe una religión natural, que es la base o el substrato de todas las religiones. Una religión revelada, como el Cristianismo, añade a esta religión natural, un mensaje de Dios, una revelación.
§ Porque es cierto que solo con la razón es muy poco lo que podemos conocer de Dios: que existe, que es la Inteligencia Ordenadora, la Causa Incausada. Pero nunca llegaríamos a conocer que es Trino, que se encarnó, etc. Estas otras cosas las sabemos porque El ha querido revelarlas.