Cómo educar a los mercados

Los mercados son para la sociedad como los instintos (hambre, sed, miedo) para el hombre: siempre hay que escucharlos; no siempre hay que seguirlos.
Los pasos para usar bien de esta ayuda de la naturaleza son, por tanto, iguales al arte de usar bien los instintos:
1. Dejemos que los mercados (que son “swarm intelligence”, y ven cosas que ninguna racionalidad singular puede ver) le ponga precio a las cosas que se pueden transaccionar.
2. Después, usemos la ‘sabiduría’ (razón + corazón + tradición) para decidir si el precio del mercado (lo que nos dicen los instintos) es un precio justo.
3. En tercer lugar, si el precio del mercado no es justo, es que hay información falsa en el sistema (una histeria, una burbuja). Tenemos, entonces, que educarnos mejor.