Décimo Mandamiento
El décimo mandamiento (no codiciaras) viene a regular los impulsos de nuestro corazón los deseos de poseer bienes de provecho (el noveno bienes de placer). Pero, es malo desear los bienes? El mal esta en el desorden, no en la tendencia.
Para entender esto tenemos que repasar la clase del pecado original.
Uno de las aportación es mayores que la Revelación al conocimiento del hombre es la doctrina del pecado original. Por esto sabemos que el hombre es bueno por naturaleza pero que a raiz de este evento tiene esta naturaleza danada. Esto implica, entre otras cosas, que tiene los apetitos desordenados, que se rebelan contra lo que dice la razon. (explicar lo que son los apetitos y para que sirven) La razon le dice que coma menos o duerma menos pero los apetitos no obedecen.
Según Lutero, este pecado dejo al hombre completamente dañado: todo lo que hace es pecado. En la doctrina católica, se reconoce que queda una concupiscencia incluso entre los bautizados, pero que la concupiscencia no es pecado. En un estimulo a la lucha y un incentivo para acudir a Dios.
En cuanto al deseo de tener bienes: la tendencia es buena el desorden es malo. Tenemos que desear medrar y crecer económicamente. el problema esta en la importancia que le demos a ese deseo: las cosas que dejamos de hacer por tener mas bienes.
Test de Rectitud .de intención en trabajo
1) No nos entristecen los fracasos;
2) Usamos el trabajo para hacer apostolado;
3) Hacemos el trabajo compatible con las otras obligaciones.
Otra leccion del décimo mandamiento es que el no tener bienes no es el peor de los males o por lo menos un obstáculo a vivir la religión. El cristiano puede estar contento en el estado de pobreza, porque el mayor bien es un alma pura y tranquila y nuestra verdadera patria es el cielo
En definitiva la lección del décimo mandamiento es que Dios nos quiere santos: que conservemos el alma sencilla y limpia. y que podemos hacerlos, porque Dios nos ayuda, cuando se lo pedimos.