Dónde estará la economía mundial dentro de 15 años
enero 2008 por Roberto López
Para adivinar dónde estará la economía mundial dentro de 15 años hay que despejar tres incógnitas que nos ayudarán a pronosticar si habrá un cambio de liderato en este período:
- ¿Se va a convertir China en la próxima superpotencia económica, por encima de Estados Unidos o de la Unión Europea?
- Estos últimos cinco años de caída del dólar ¿no son reflejo de una crisis en el sistema monetario internacional que eventualmente pueda detener el comecio?
- ¿Puede Estados Unidos seguir acumulado deuda exterior?
Un análisis profundo de la economía mundial nos permite hacer estas tres profecías:
- No parece que China se vaya a convertir en una superpotencia. El crecimiento y la “invasión” China que estamos viendo es tan solo el resultado de la coyuntura histórica que está viviendo China: un país que a finales de los años 80 se incorporó, tras 8 siglos de aislamiento, al sistema económico global, padeciendo un rezago de unos 100 años con respecto al resto del planeta.
- La caída del dólar no es fruto de una crisis económica. Esta caída es un mecanismo automático de la economía para compensar los desequilibrios que ha provocado la entrada de China en la economía global y la entrada del euro como una moneda alternativa para invertir.
- Uno de los desequilibrios que se irá corrigiendo a medida que el dólar siga cayendo en la acumulación de deuda externa de Estados Unidos.
Conclusión: el panorama económico mundial a mediano y largo plazo luce esperanzador, a pesar de que a corto plazo estemos sufriendo la crisis de la subida del petróleo y la crisis de las hipotecas.
La explosión económica que estamos viendo en China no es el nacimiento de una nueva superpotencia sino más bien, el sprint inicial que da un corredor que llega tarde a una carrera, con la adrenalina alta por llegar tarde y, en este caso además, por estar bajo los efectos de esteroides inyectados por el gobierno chino, en forma de subsidios.
¿Por qué decimos que China llegó tarde a la carrera económica mundial? China experimentó su propia Revolución Industrial en el siglo XI, 600 años antes que Europa. Este éxito tan precoz puede achacarse a tres factores principales:
- Una revolución en las técnicas agrícolas puso al país tan al frente que 800 años después, en el siglo XX, en muchas partes de China todavía se cultivaban las tierras usando básicamente los conocimientos desarrollados durante la dinastía Song.
- Este desarrollo económico se combinó con la estabilidad social que le daba el nuevo confucianismo. Esta filosofía, genuinamente china, fomentaba la sumisión y el respeto de hijos a padres y de súbditos a señores. También el confucianismo tradicional anima a cada uno cumplir con empeño el papel que le haya tocado en la sociedad, para que así se refleje el orden de los cielos en la tierra.
- Un tercer factor que posibilitó el éxito de este país fue el desarrollo de la meritocracia: la administración del gobierno es llevada una burocracia cuyos funcionarios eran elegidos por sus meritos, es decir, sus conocimientos y habilidades, en lugar de la nobleza de su nacimiento, como se hacía en el resto del mundo.
El resultado de estos avances económicos y sociales fue tan exitoso que en los próximos siglos se producía suficiente comida para alimentar a todos, la sociedad caminaba y, por lo tanto, dejó de haber incentivo para reformarse ni reinventarse. La diferencia con los países de alrededor en cuando a nivel de desarrollo era tan grande que China llegó a convencerse de que nada bueno podía venirle de fuera. Y en una decisión que fue mantenida por generaciones de emperadores, cerró sus fronteras durante prácticamente 500 años, negando cualquier intercambio económico, cultural o simplemente humano con cualquier país extranjero. Pero pagaría muy cara esta altanería.
Cuando a finales del siglo XIX, Inglaterra, Estados Unidos, Rusia y Alemania entraron a China a la fuerza, ésta se quedó atónita al comprobar que Occidente estaba tan avanzado, que, sin esfuerzo, pudo someterla económicamente y humillarla políticamente. Japón también se aprovechó de esta manifiesta debilidad china, invadiendo y dejando a aquel país tan herido que lo convirtió en el caldo que permitió el eventual triunfo de la revolución comunista en 1949. El comunismo, que es una extraordinaria fuerza política en todos los países donde ha regido, en el ámbito económico ha resultado un contundente fracaso. Tan rotundo que en todo el resto del mundo, excepto en Cuba, el fracaso económico propició la caída de todos los regímenes comunistas. China, en una acrobacia histórica, decidió, a mediado de los 1980s que iba a continuar siendo comunista pero con una economía capitalista. Nos encontramos entonces en una coyuntura histórica donde una país pobre (y además enormemente grande) hace su entrada a la economía mundial, además precisamente en el momento en que ésta se está globalizando.
¿Qué ocurre cuando un país pobre empieza a comerciar con un país más rico? Los dos salen ganando. El país rico consigue que alguien haga las tareas más incómodas, alguien a quien puede pagarle una cantidad menor que si no estuviera ese país pobre al lado. El país pobre se encuentra con que puede hacer las tareas incómodas del país rico y ser pagado por ello más de lo que se le pagaría por hacer eso si no estuviera el país rico al lado. Ha de notarse que el crecimiento del país rico es sobre todo una mejora de al calidad de vida, al evitar las tareas más tediosas e incómodas (cosechar la tierra, limpiar las basuras, hacer construcciones, etc) para concentrarse en las tareas más enriquecedoras de la economía. El país pobre es el que crece más visiblemente a los ojos del mundo, porque lo que crece es su ingreso monetario, que es más fácilmente detectado por las estadísticas económicas. Las estadísticas, como se llevan hoy día, no son tan buenas para medir la mejora en calidad de vida que experimenta el país rico.
Esta es parte de la explicación del crecimiento meteórico de la economía China: se trata de la coyuntura histórica de que la liberalización de su economía se dio en el preciso momento en que la globalización empezó a permitir que los productos, el empleo y el dinero (los tres fluidos que configuran la riqueza) pudieran ser comprados y vendidos en todo el planeta. En otros momentos de la Historia, sólo los países pobres que estaban alrededor de los grandes imperios, se beneficiaban del contacto entre ricos y pobres. China, sin embargo, cuando decidió a abrirse al mundo, no tuvo que depender sólo de lo que pudiera venderle a Japón. Todos los países desarrollados del planeta son ahora su vecino rico.
Junto a este factor de crecimiento, está también el impulso que suponen los subsidios del gobierno chino a la exportación. ¿No se ha preguntado usted a veces cómo puede algún producto ser vendido por China a un precio tan increíblemente barato? Parte de la explicación está en que el gobierno Chino otorga subsidios a los exportadores, que hacen sus productos más baratos en el extranjero. Estos subsidios no tiene la forma de dinero enviado directamente a las empresas, como hace la Unión Europea y Estados Unidos con los productos agrícolas. La forma que tiene el gobierno chino de ayudar a los exportadores es hacer que su moneda, el yuan, se mantenga artificialmente barata en los mercados de moneda extranjera. Como los extranjeros, o mejor, los intermediarios, tienen que comprar esta moneda
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¿Hasta cuándo durará el beneficio de la relación entre pobre y rico? Hasta que el pobre se haga suficientemente rico como para que a sus jóvenes no les interese dedicarse a cosechar campos o trabajar en deshumanizantes líneas de producción, porque ya hay alternativas de empleo en oficias, tiendas o servicios. Hasta que el pobre se haga suficientemente rico.