El Sentido del Dolor. Ep 30

¿Por qué tanto sufrimiento en la vida? ¿Por qué tanto dolor? Esto no es un programa para hacerte sentir bien, sino para hacerte conocer bien cuáles son el sentido de la realidad. Y en el caso de hoy, el sentido del dolor, un componente inevitable, inseparable de la realidad. ¿Por qué el dolor? O mejor aún, ¿para qué el dolor? No te vayas porque estamos buscando respuestas.
Creo que he dicho ya en varias ocasiones anteriores que la observación de la naturaleza, para mí, es una de las grandes fuentes de conocimiento, lo que me hace entender más el sentido de las cosas, de la vida, de la trascendencia, etc. Es algo que recomiendo a todo el mundo, mirar dos maestras hay que tener en la vida, la naturaleza y la historia.
Vamos a observar ahora algo de la composición más primaria de la naturaleza para encontrar lecciones bien importantes sobre el sentido de la vida y específicamente sobre el sentido del dolor y del sufrimiento. Van a tener que soportar un par de elucubraciones sobre química, pero al final vamos a extraer unas lecciones bien interesantes y bien poderosas sobre el sentido de la vida. Podríamos decir, exagerando un poco, que la vida es una técnica que descubrieron unas moléculas para superar lo efímero de la vida molecular.
En el mundo molecular, las moléculas están siendo transformadas unas en otras constantemente, sin que casi ninguna estructura consiga durar. El truco que dio lugar a las moléculas orgánicas, que son un paso anterior a la vida, o sea el truco de la vida, se apoyó mucho en un enlace químico, un enlace energético que une unos átomos con otros para formar moléculas y fue el enlace covalente que vino a sustituir en la química orgánica al tradicional enlace iónico de los metales. En el enlace iónico, el átomo más fuerte le quita los electrones que necesita para hacerse estable a otro átomo menos fuerte, menos electronegativo, buscando lo que buscan todos los átomos, que es la capa de 8 electrones.
Ese es como el sueño de todo átomo, tener en su outer layer, en su capa última, 8 electrones, de forma que no necesite, y no sea fácil, ser destruido por otros átomos de más electrovalencia. Pero el enlace covalente, que es el orgánico, va a ser todo, lo orgánico va a empezar después del enlace covalente. En el enlace covalente, lo que se hace es, en vez de que el átomo grande le quita el chiquito, los electrones últimos, es dos átomos se unen entre ellos para formar una molécula y comparten los átomos de la última capa, de forma de conseguir los soñados 8 electrones en la última capa, que es lo que facilita la estabilidad energética que todo el mundo en este mundo molecular o atómico sueña.
Y aquí podemos sacar como la primera lección de vida, que es que está en la misma estructura de lo que es la vida, el descubrimiento de que compartiendo lo que uno tiene, puede llegar más lejos que simplemente cogiéndoselo al más pequeño. Ya eso es una lección, de hecho la vida, por eso se llama ecosistema, los sistemas que mantienen vida, porque la vida es como el gran triunfo de la colaboración. Esta forma orgánica de unirse con el enlace covalente tiene además una característica que resultó muy útil, pues los átomos se pueden organizar en moléculas muy grandes debido a esta forma de compartir la última capa, los electrones de la última capa, y las moléculas grandes son en la práctica muy estables, que es lo que se estaba buscando.Son más resistentes a los cambios energéticos en su entorno.
… pero entonces, siempre hay un pero entonces en las grandes historias, el momento donde la tranquilidad de un comienzo feliz se revirtió por alguna nube oscura. … pero entonces… apareció el lado oscuro de conseguir esta forma orgánica de organizarse las moléculas. Este sistema de moléculas grandes y estables, porque para lograr esto hubo que pagar un precio, hay que pagar un precio para mantener a las moléculas grandes y complejas, y el precio es que hay que consumir mucha energía.
Estas moléculas, todas las moléculas orgánicas, viven de la energía que el Sol envía continuamente en una lluvia a la Tierra, una lluvia de energía sobre la Tierra, pero las moléculas orgánicas tienen que estar continuamente absorbiendo energía para mantenerse estables. Esta necesidad continua de estar absorbiendo energía para mantenerse va a pasar de las moléculas orgánicas a sus sucesores, los aminoácidos, y de los aminoácidos va a pasar esta misma carencia, este mismo craving, este mismo deseo continuo de energía, va a pasar a las proteínas. Y luego cuando las proteínas junto al ADN formaron lo que normalmente nosotros llamamos vida, esta vida vino con esta necesidad impresa, incluso ya agigantada, de estar consumiendo energía continuamente, y si no lo consiguen, la vida se descompone.
Cuando empiezan a desarrollarse ya seres con sensibilidad, con aparato nervioso, este aparato tiene como fin casi exclusivo empujar a todos los tejidos del organismo en una sola dirección, adquirir la energía necesaria para mantener la estructura del ser vivo. Estamos ya ahora en posición de sacar lecciones para nuestra vida. Este signalling, esta señal para indicar a los tejidos de un ser vivo que hay que conseguir energía y que hay que conseguirla continuamente, esta señal que manda el aparato nervioso a todas las partes del organismo, se llama en términos humanos dolor.
Una incomodidad que siente el animal hambriento hasta que consigue el alimento, y que poco después de haberlo conseguido, este dolor vuelve a sentirse, pues una característica de la vida es que necesita ser mantenida por energía constantemente, sin que apenas se pueda acumular energía. Cuando el animal se vuelve más complejo, sus necesidades se diversifican un poco, en el sentido de que la energía no se necesita tan solo para comer, sino para reproducirse, para evitar el peligro huyendo o construyendo defensas, pero todas estas necesidades tienen en común que exigen consumo de energía. Pero pasemos ya al caso del hombre que es el que más nos interesa, en el caso del hombre que es un animal que puede ver el futuro, o puede prever el futuro, no lo ve, lo puede prever, a este dolor natural de sentir hambre, de sentir necesidades de insumos complejos, a ese dolor se le añade el dolor de que sabe que se va a morir.
Porque preve el futuro, sabe que esta batalla contra la descomposición no dura por siempre, sino que al final se pierde, y eso le produce un dolor adicional al hombre, le produce un dolor adicional a ser consciente de lo efímero de su existencia, de que su existencia se acaba. Y en general el dolor animal se agresienta en el humano por su autoconciencia, porque a diferencia de los animales, sabe que está sufriendo, o sea que cuando crea una idea, un concepto de que está sufriendo, cosa que no tienen los animales, y puede imaginarse en otro estado de cosas. Y eso hace que su dolor sea más grande, el dolor continuo que siente, por su limitación, por su carencia, por tener que estar siempre saliendo a buscar insumos, ese dolor se agiganta.
Hemos llegado con este razonamiento al convencimiento de que el dolor es inseparable de la vida, de que vivir es sufrir. Ahora, ¿qué respuestas se pueden dar ante este hecho? ¿Qué se puede hacer o qué actitud se puede tomar ante el hecho de que estamos traídos a una vida donde vamos a estar sufriendo, al menos físicamente y siempre? Bueno, una primera respuesta que se suele dar ante esta existencia incuestionable del dolor es la evasión. Pues mira, si hay que vivir con dolor, o sea, si el dolor no se puede quitar, pues vamos a tratar de calmarlo lo más posible.
Vamos a concentrarnos en evadirnos, evadirnos pues a base del alcohol o de los videojuegos o de ver series de televisión. En general todos tenemos una serie, tendencia a tratar de ahogar tóxicamente nuestro dolor.
Otra segunda actitud que podemos tener ante el dolor es la del budismo y gran parte del hinduismo, que son religiones que se especializan en quitar el dolor del hombre a base de quitar al hombre del dolor. Es decir, de reconstruir al hombre de forma que no desee nada, que no espere nada de los demás ni de la vida y de esa forma pues minimizar el dolor a base de minimizar nuestra naturaleza.
Pero yo creo que existe otra forma de entender el dolor, que es convencerse de que el dolor es la gasolina de la evolución, es el combustible del crecimiento y del progreso humano, es el motor del avance colectivo. Porque el dolor nos está impulsando continuamente a salir de nosotros mismos y a buscar alivio y eso nos lleva en definitiva a soñar con un mundo sin dolor y a luchar por construirlo o al menos con cada vez menos dolor.
Si el dolor es una llamada de la naturaleza para que salgamos de nosotros mismos y nos busquemos completar, si somos bien conscientes de este sentido del dolor, todas las limitaciones, todo el sufrimiento. El sufrimiento ya es una conciencia del dolor y ahí implica mucha humanidad o mucho uso de la mente humana en la consideración del dolor. No es lo mismo sufrimiento que dolor; y no tengo claro hasta qué punto tenemos que aceptar el sufrimiento, pero si tenemos que aceptar el dolor como lo que es, como una llamada a salir de nosotros mismos para tratar de remediar nuestro dolor. Y una de las formas de remediarlo para nosotros y para los que vienen detrás de nosotros es tratar de hacer un mundo cada vez con menos fricciones, cada vez con menos dolor.
En narrativas como la cristiana, la religión cristiana, el dolor pasa incluso a ser como casi la mano de Dios, es decir, casi la forma en la que Dios nos acaricia. El dolor en el cristianismo es como el papel de tornasol que se usa para saber si un tipo de verdad tiene fe, que es tener fe, que es ser cristiano, un tipo que está convencido que el dolor tiene sentido porque Dios lo está usando para echarnos hacia adelante.
En definitiva, tenemos muchas formas de entender el dolor que superan con mucho a la mera aceptación pasiva de que el dolor es un hecho de la vida. Pregúntate ahora, amigo oyente, si no hay mucho sufrimiento en tu vida que es simplemente una falta de la aceptación del dolor que te ha tocado vivir. Piénsalo, descúbrelo y mira a ver si dándole, encontrándole más sentido al dolor, puedes encontrarle más sentido a tu vida.
Resumen del episodio de hoy: hemos analizado la estructura molecular de la vida y hemos descubierto que tiene en su constitución más íntima una necesidad de estar continuamente siendo alimentada de energía. Y eso en los seres vivos sensibles se traduce que tiene una continua llamada a buscar lo que necesita.
Esa llamada se tiene forma de dolor, de incomodidad que sienten esos seres vivos hasta que consiguen lo que necesitan. Esto nos lleva a reconocer que el dolor va a estar siempre en la vida. Ante este hecho de la inevitabilidad del dolor podemos tomar varias actitudes. Una, tratar de evadir la vida. Otra, tratar de darnos cuenta que el dolor, aunque incómodo, es lo que de verdad saca lo mejor de nosotros y la naturaleza para que construyamos cada vez un mundo mejor.