El Triángulo que Desterró a Dios
La pregunta que detonó la Modernidad en el siglo 13 fue “¿puede Dios hacer un triángulo de más de 180 grados interiores?”. Los escolásticos, con Tomás de Aquino, dijeron: “No, Dios no se puede contradecir”. Los modernos, con Francisco de Asís, dijeron: “Sí: Dios hace lo que quiere”, fundando con esto la Modernidad, separando la lógica de Dios de las leyes del mundo.