¿Hasta qué edad puedo jugar?
Las especies que tienen una maduración muy lenta (mamíferos, por ejemplo) estamos programados para usar nuestra infancia jugando.
Jugar es autoimponerse obstáculos (con la colaboración de los amigos), y tratar de superarlos. En las hembras más que competir, se trata de imitar a los adultos. Es una práctica para la vida. Es indispensable.
Pero si, una vez alcanzada la madurez, un humano sigue jugando (más allá de para descansar los varones), es posible que no esté viviendo su vida con toda su complejidad. es posible que se esté refugiando.