Jesús no es un buen ejemplo

A raíz de la Reforma Protestante (siglo 16), el cristianismo perdió su papel de ser un ordenamiento de la vida social, y pasó a ser una disposición interior, un convencimiento. Empezó, con esto, la tendencia de entender a Jesús principalmente como un  ejemplo de moralidad y religiosidad.
Por culpa de esto, se nos ha olvidado que, el sentido principal de Jesús es el de ser una declaración, una noticia: la Encarnación: Dios ha entrado en el mundo, el mundo es capaz de ser divinizado; no hay que dejarlo atrás para ir a Dios, sino que Dios está entrando en el mundo a través de su cuerpo (primero físico y luego su Iglesia) para transformarlo.
Jesús no es un buen ejemplo, sino una buena noticia (un evangelio).