La ley en mi alcoba
Si la ley, en la práctica, no regula con más detalles la virtud (la buena vida) que deben vivir las personas, si no regula cómo debo comportarme en mi alcoba, no es porque no deba de entrar a un ámbito privado. Esta visión viene de pensar que la ley es, en el fondo, una carta de derechos del Estado: lo que el Estado tiene derecho a exigir.
Pero la realidad es que la ley es simplemente un reflejo, en forma de criterio, del orden natural. Si el derecho positivo no determina qué puedo y no puedo hacer en mi cuarto, es por una razón práctica, no de principio.