Menos leyes y más jueces
Como consecuencia de la hiper-racionalidad en Occidente hemos desarrollado una hiper-legalidad. Es una presunción que nos covence de que podemos determinar a priori cuáles son los comportamiemtos buenos y malos en cualquier situación futura.
Si fuéramos más realistas, tendríamos menos leyes y más jueces: uno en cada barrio.