No a los derechos humanos
La idea de que el hombre se desarrolla acumulando derechos proviene del concepto moderno de la libertad como la ‘capacidad de hacer cosas’. Los derechos humanos en este sentido son como un mínimo de capacidad que habría que asegurarle a cada persona.
Pero resulta que la libertad no es ‘tener opciones’, sino el dirigirse uno mismo hacia su propio fin. Pudiera yo no tener ninguna opción y seguiría siendo libre.
Por lo tanto, acumular derechos no es lo que me hace crecer, ni darle derechos humanos a la gente es lo que mejora el mundo.
Lo que hace al hombre crecer es ayudarle a ver y animarle a seguir su camino: la forma en la que cada uno está destinado a ayudar a hacer el mundo mejor.