No pienses en las consecuencias
La Modernidad, como una nueva forma de ver el mundo, implicó una nueva ética, un nuevo fundamento para decidir qué está bien o mal.
La ética moderna, por ser mecanicista, está basada en las consecuencias: los efectos de los comportamientos.
Pero éste no es un buen fundamentó: las conductas son buenas si se ajustan al orden natural. Olvídate de las consecuencias