Recent Posts

Arrebatemos la filosofía a los filósofos

Arrebatemos la filosofía a los filósofos

Responder a las grandes preguntas de la vida ¿por qué existimos? ¿cómo comportarnos? etc, es un necesidad y una obligación de cada ser humano.
Hasta que se inventó la Filosofía, en el siglo 6 aC, todas las personas tenían acceso a posibles respuestas a través de la mitología de su pueblo: poemas y narraciones que explicaban orígenes y proponían héroes (modelos).
Cuando, con la Filosofía, se empezaron a buscar explicaciones apoyándose exclusivamente en la razón, y desechando a los poetas homéricos, la Filosofía se convirtió en una actividad profesional: había que saber leer y tener tiempo para elucubrar. Y así hasta nuestros días.
Quizás las guerras ideológicas actuales, que amenazan con colapsar a Occidente, provienen en parte que la gente no ha filosofado, cada uno, sobre la vida, y tiene que acudir a un partido, a una ideología que le diga lo que está bien. o mal.
Pero, aparte de las consecuencias geopolíticas de no filosofar privadamente, existe el hecho incontestable de que se vive mejor cuando se sabe por qué se vive.

No god is needed to have a religion

No god is needed to have a religion

Buddhism is a religion despite having no God because it answers the religious questions of origin of mankind; end; and morals (path). In this sense Marxism and Materialism (thee is only matter) are religions too: posible answers to these questions.

Vida: Todo > Suma de partes

Vida: Todo > Suma de partes

¿Qué es la vida, biológicamente hablando? Es una configuración de materia donde el todo es mayor que la suma de las partes, algo que no se puede dar en la física.

¿Es mejor centralizar o descentralizar?

Las civilizaciones con mayores logros han sido las más centralizadas (desde la casa del Faraón, al gobierno americano o chino) ¿Podemos inferir de esto que es mejor delegar muchos poderes al Estado central?
Es evidente que se puede hacer mayores obras humanas cuantos más voluntades haya envueltas. En este sentido, los grandes presupuestos de los estados modernos permiten proponerse metas (explorar el espacio) implanteables a menor escala.
Pero “hacer cosas grandes” es tan solo una de las dimensiones del desarrollo humano. La otra dimensión es “ayudar a los más cercanos a que alcancen su fin”, que cada grupo esté pendiente del bienestar y crecimiento de sus miembros. Es un yin yang masculino-femenino que es la clave para vivir bien: la conquista y las grandes hazañas, por un lado, y el cuidado de la casa, por otro. Como todo yin yang o dialéctica, no pueden darse los dos a la vez, pero tampoco puede darse uno sin el otro.
Una civilización, que solo cultiva su lado masculino, de lograr proezas, sin valorar el cuidado de lo local, es una civilización desequilibrada, condenada a caer.
La lección a sacar de esto es que debemos detectar qué tareas de la actividad comunitaria se hacen mejor a nivel central y delegarlas confiadamente al Estado central o grupos de estados, y qué cosas se hacen mejor a nivel familar, tribal y local.
De lo contrario, la pretensión de construir grandes estados o imperios nos puede matar .

¿Qué tareas comunes es mejor centralizar y cuáles no?

¿Qué tareas comunes es mejor centralizar y cuáles no?

¿Qué cosas deben centralizarse, hacerse a nivel estatal, y cuáles se deben de atender a nivel local?
El nivel central tiene la ventaja de que, por estar más alto, ve más lejos. Es parte de la misión natural del jefe. El nivel local tiene la ventaja de que, al estar más cercano, conoce mejor las implicaciones de las decisiones en cada uno de los agentes.
A nivel central se usa sobre todo la razón, mientras a nivel local se debe usar más el corazón (las lealtades y tradiciones grupales). La razón en la mejor herramienta para ver más allá, y el corazón para ver más acá.
Por lo tanto, lo ideal sería que a nivel central se tomara la decisión de qué hacer y a nivel local la decisión de cómo hacerlo.
Sin embargo, al llegar la Modernidad, con nuestra sobre-confianza en la razón, diseñamos un mecanismo, el Estado burocrático, que se hizo cargo de toda la actividad comunitaria, tanto de diseñarla  como de ejecutarla.
Por ser esto una violación del orden natural, del principio del localismo (las cosas se empiezan a hacer desde abajo), lo que hemos creado es un monstruo, el Estado moderno. Un monstruo que está colapsando financieramente precisamente por haber tratado de “cuidar desde arriba” (sistemas de pensiones y de salud), usurpando algo que hay que hacer con el corazón, no con la razón, y desde abajo (cada comunidad local cuidando de sus débiles).
No sé si podemos evitar el derrumbe financiero de Europa y Japón: la inmigración puede cambiarlo todo.  Pero sí sé que podemos aprender ya la lección de que la actividad pública se diseña desde arriba, pero se ejecuta desde abajo, hasta que la complejidad de una tarea exija el hacerla entre capas sociales superiores. Y así hasta hacer ciertas cosas a nivel de comunidad planetaria … y más allá.

El peor invento del siglo 20: el retiro

El peor invento del siglo 20: el retiro

El retiro, la jubilación, es uno de los peores inventos del hombre en el siglo 20. Es tan antinatural, que va a causar la quiebra del sistema económico que conocemos.