Patriotismo no es política

Desde que se inventó el estado moderno en el siglo 15, se rompió la unidad entre ‘patria’ (el lugar de los padres, que me mantiene) y la ‘nación’ el colectivo bajo el mismo principe. Así, el patrionismo, un acto de piedad filial, pasó a ser un acto de lealtad política.
Cuando volvamos a las naciones naturales, no delimitadas por fronteras sino por genealogías, podremos amar a la patria sin hacer política, sin opinar sobre quién tiene que mandar.