Qué es la Libertad en el Cristianismo

Qué es la libertad. Parte 2.

Qué es la Libertad en el Cristianismo

Noviembre 18, 2010

En la clase pasada vimos la historia de la idea de la libertad. Esta clase vamos a explorar más en concreto lo que el Cristianismo dice de la libertad. Una de las aportaciones más propias del Cristianismo a la Cultura es la alta posición que tiene la libertad. La libertad es un invento Cristiano. No se conocía en Oriente -donde solo era libre el déspota- ni en el mundo greco-romano donde solo son libres los ciudadanos de Atenas, Esparta o Roma. Solo el Cristianismo cree en que todo hombre, por ser hombre, es libre. Esta idea de que todo hombre es libre le viene al cristianismo por la Revelación de que todos los hombres son creados a imagen de Dios. Y Dios es plenamente libre.

Pero repasemos otra vez la Historia, para entender mejor lo que dice el Cristianismo

Resumen de la historia de libertad.

1.      Cuando se recibió las obras de Aristóteles en Europa, en el siglo 12, las Universidades medievales (con Duns Scotto, y Guillermo de Ockham) se escandalizaron de su doctrina. 1) Vieron que Aristóteles decía que con la razón se podía conocer a Dios, como Uno, como causa incausada, bondad absoluta. Los profesores interpretaron que esto hacía que la Biblia, la revelación, fuera superflua. 2) Además vieron que la idea de la voluntad en Aristóteles era muy primitiva, era una pasión, cuando el cristianismo había demostrado que Dios tenía voluntad.

2.      Así que decidieron salir al paso, recortando la razón (diciendo que Dios no es alcanzable por la voluntad) y ampliando la importancia de la voluntad, haciendo ver el contacto con la realidad no lo da la especulación sino la acción.

3.      Estas ideas las cogieron los grandes pensadores (creadores) de la modernidad: Lutero, Maquiavelo (y su seguidor, Hobbes) que desarrollaron las bases del individualismo, que es la base de la modernidad (como opuesto al universalismo de la antigüedad y la edad media, según el cuál el mundo es un sistema jerárquico y cada uno tiene su sitio). Es decir, descubrieron la auto-realización. Desde el origen  se entiende que la voluntad no es suficiente para alcanzar el bien, y que necesita ayuda: de la Gracia, según Lutero, o del Leviatán, del Estado, según Hobbes.

4.      Se podría concluir que el hilo conductor de la Modernidad es la idea de libertad como capacidad del individuo de hacer cosas, y hacerse haciendo cosas. Este es también el principio del resultado, donde un hombre se realiza haciendo, que es, a su vez, la base del economicismo: el hombre vale por lo que produce. En conclusión, en el pensamiento moderno, el hombre es más libre cuanto menos restricciones tiene. De aquí salen todos los movimientos liberadores y revolucionarios.

Pero veamos lo que dice el Cristianismo de la libertad

¿Qué significa ser libre? Hay dos tipos de libertad:

1)      libertad de elección: poder hacer o no hacer, hacer esto o lo otro

2)      libertad fundamental: Significa ‘gobernarse a sí mismo’. Los seres materiales (animales, plantas, minerales) son movidos por instintos, por leyes materiales que les hacen hacerlo todo ‘bien’, como Dios tenía previsto. El hombre sin embargo, tiene libertad fundamental: tiene que decidir si hace o no un acto.


La misma biología y la paleontología nos está ayudando a ver que lo que diferencia al hombre de los animales es que, en algún momento entre del homo erectus y el homo sapiens, algo pasó en el actuar del hombre, que se abrió una brecha entre el estímulo y la acción. Ya no eran las respuestas inmediatas, como en los animales. Es como si alguien hubiera soplado sobre un homo y le hubiera separado el estímulo de la respuesta, el instinto de la conducta. A esta separación es a lo que llamamos libertad.

Comparaciones entre libertad fundamental y de elección:

1)      La libertad de elección la pueden tener los animales, en el sentido de estar enjaulados o no; los animales no tienen la capacidad de gobernarse a sí mismos, no tiene libertad fundamental: son dirigidos por sus instintos;

2)      La libertad de elección se puede perder, la fundamental no: podemos estar presos, pero nada puede forzar nuestra voluntad;

3)      Para desarrollarse como persona hay que ir perdiendo libertad de elección y ganando libertad fundamental: si uno no se casa o no elige una carrera, tiene más libertad de elección, pero no se realiza como persona, tiene menos dominio de su vida, tiene menos libertad fundamental. De hecho, cuando lleguemos al Cielo, no tendremos libertad de elección y, sin embargo, tendremos un máximo de libertad fundamental.

Con respecto a esto último, se puede ver que la plenitud o el desarrollo de la persona significan crecer en libertad.

Como dice Leonardo Polo:

1.      inicialmente el hombre (el embrión) tiene que ganar la libertad en sentido físico: el organismo humano tiene que desenvolverse en su medio, ser capaz de responder a los estímulos, de reaccionar y amoldarse a ellos, en suma, de vivir;

2.      después, el niño tiene que aprender a dominar su propio organismo. Tal dominio exige un aprendizaje y un desarrollo que dura los primeros años de la vida humana;

3.      después de que supera la infancia, y logra dominar su cuerpo, el joven necesita aprender a desenvolverse en su ambiente social. Ello conlleva su interiorización psicológica, es decir, la maduración interior que el vivir lleva consigo. La persona se forja un carácter (es decir, su forma de reaccionar a lo exterior),  pero también una forma de ser y de vivir: una jerarquía de valores, unos principios para su conducta, adquiere una profesión, un estado social. Constituye así su propio mundo interno, su personalidad;

4.      en último lugar, y aún después, el hombre tiene que lograr liberarse del propio yo y autotrascenderse: no existir desde uno mismo y para sí mismo, sino desde Dios y para él. Es la libertad que otorga la fe.