Ser rico no es ser dueño de riqueza

Si una epidemia acabara con toda la población mundial excepto conmigo, me convertiría el el dueño de todos los activos del planeta. Pero no sería rico. La riqueza -material, económica, no la espiritual- consiste en que la gente necesite de lo que yo puedo ofrecer. Y lo que yo puedo ofrecer no depende solo de lo que posea, sino principalmente de lo que yo sea capaz. Un bebé o una anciana encamada pueden producir grandes efectos
Corolarios:
1. Menos gente implica, ceteris paribus, menos riqueza.
2. Para ser rico, no necesito ser dueño, sino ser útil porque, lo que la gente necesita materialmente, no son los bienes en sí, sino ayuda para vivir.