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¿Cómo será un mundo sin escasez? Ep 29

Definimos riqueza como todos los insumos que necesitamos para cumplir nuestro fin.

En el caso de los animales, su fin es vivir y pasar vida hacia adelante. En el caso de los humanos es vivir y pasar vida mejorada hacia adelante. Pero todos necesitamos insumos para llevar a cabo la misión de cada uno.

Si llamamos riqueza a estos insumos, nos damos cuenta que la riqueza no es nada superfluo. Los animales dedican todo el tiempo de su vida a conseguir los insumos que necesitan para vivir y pasar vida. Estamos continuamente tratando de avanzar y continuamente tratando de encontrar los recursos que necesitamos para poder avanzar.

Pero quiero en este podcast detenerme o analizar la forma en la que los humanos conseguimos lo que necesitamos, porque en la forma vamos a ver unas tendencias que nos van a decir mucho sobre quiénes somos y mucho sobre hacia dónde vamos. Lo que quiero que detectemos es la fuerte tendencia hacia la inmaterialidad que cada vez es más fuerte en los insumos de los humanos. Veamos, al principio de la humanidad los humanos conseguían su riqueza a través de la caza y la gathering, hunter-gatherer, se me borra la palabra para recolectores, recolección.

La economía primitiva, muy primitiva, era de recoger cosas que la naturaleza ponía en nuestra cercanía, frutos y animales. Casi bien desde el principio se le sometía a una pequeña transformación a esos insumos que se llama el fuego, que realmente ayudó muchísimo a sacarle nutrientes a nuestros insumos. Pero esa era básicamente, era bien poca la transformación que se usaba, se le aplicaba a esos insumos.

Más adelante se desarrolló la agricultura donde ya los insumos tienen un gran componente de orden. O sea, no es tanto agricultura, no es gathering, no es recolección, sino que uno con un propósito prepara un pedazo de tierra, saca otras especies vegetales y se dedica a ayudar a crecer a las especies que él siente que le interesan, son nutritivas. Y ahí hay un pequeño, ya hay un mayor procesamiento, ya no es simplemente lo que la naturaleza nos dé tal y como nos lo da con la agricultura.

Después empieza un poco la industria, es decir, cuando el hombre empieza a aprender a hacer fuertes transformaciones sobre las cosas. Empieza con la metalurgia, por ejemplo, a preparar herramientas para poder configurar mejor los insumos que necesita, para poder cortar leña, para poder cazar, para poder defender su territorio, etc. Pero ya la industrialización tiene mucho de pensamiento.

Hay que organizar muy bien los materiales para que nos sirvan para conseguir insumos. De hecho, la gran época de la industrialización ha durado hasta el siglo XX, donde realmente las máquinas es lo que dan riqueza al hombre. En el siglo XX empiezan, bueno, realmente esto empezó desde que el hombre vive en sociedad, pero hay otra forma de conseguir riqueza, de conseguir los insumos que necesitamos, es que alguien nos ayude.

Eso se llaman los servicios, donde alguien, una persona físicamente, nos trae la comida, nos prepara la comida, nos trae la comida. Eso se llama servicio de comida, que es una parte bien importante de la riqueza. Un maestro para nuestros hijos es un servicio bien importante, un abogado, un médico son servicios.

Esta forma de conseguir riqueza siempre ha existido. De hecho, mientras existía la esclavitud, era como la forma más fuerte de tener riqueza, tener a alguien que te haga las cosas, que te ayude a hacerlas. A esto se le llama el sector terciario.

A la industria se le llama el sector secundario, a la agricultura el sector primario y a los servicios el sector terciario. Eso es una progresión que los economistas usan mucho. Esto, como podemos darnos cuenta, son capas de formas de conseguir riqueza que se añaden unas sobre otras, no es como que se vayan dejando.

Nosotros no hemos dejado la agricultura, no hemos dejado ni siquiera la recolección, no hemos dejado la casa. Todo eso se han ido añadiendo y no es que hayamos superado la industrialización y mucho menos los servicios, pero empiezan a desarrollarse formas más sofisticadas, menos materiales todavía. Cada vez son menos materiales estas tendencias que estamos viendo, pero formas más materiales de conseguir riqueza, que es cuando empiezan ya a mediados del siglo XX las tecnologías de información.

Las tecnologías de información son las que nos ayudan a pasar información del lugar donde se origina a la persona que puede darle uso, a la que le pueda interesar esa información. Las principales tecnologías de información empezaron con tecnologías de comunicación, para que yo poder hablar con una persona que está fuera del alcance de mi voz. A mí me hace bien rico que me digan cuál es el camino más corto para ir de un sitio a otro y me lo enseñen con unas tecnologías gráficas.

Es bien útil poder tener acceso a conocimientos pasados, simplemente a base de poder buscar dentro de repositorios de información. Las tecnologías de información definitivamente ya tienen un componente material mucho más pequeño. Los insumos que recibimos con las tecnologías de información tienen un componente material mucho más pequeño que cualquier otro tipo de tecnologías que hayamos usado para ayudarnos a cumplir nuestro fin.

Y más recientemente las tecnologías de inteligencia artificial, que son tecnologías de información, nos permiten reducir el costo transaccional, la fricción de extraer información de esos repositorios de información, porque podemos hablar en nuestro propio idioma y buscar. Eso reduce mucho lo que antes para extraer información hacían falta mucha gente programando tecnología muy sofisticada, pues ahora con la inteligencia artificial el costo de adquirir la información más relevante se nos hace mucho más asequible. Podemos observar en este repaso que hemos hecho de la historia de la humanidad que existe una tendencia clara a que cada vez la riqueza tiene un componente material más pequeño.

Cada vez lo más importante que nosotros queremos extraer de nuestro ambiente, los insumos que necesitamos, son más información y conocimiento como proporción de lo que es algo material. Es decir que los productos, los insumos que necesitamos para vivir, cada vez tienen una proporción más pequeña de materia y una proporción más grande de información, que son los dos componentes de la realidad. La metafísica de la realidad nos dice que la realidad material está compuesta de dos principios, o tiene dos principios, que son la materia o energía, por un lado, sabemos que materia y energía desde Einstein, sabemos que son dos facetas de lo mismo, y la información por otro.

Pero bueno, todo lo que llevamos de podcast ha sido para poder simplemente llevarnos a observar esta tendencia a la desmaterialización de la riqueza. Pero realmente donde queremos poner el énfasis, lo que queremos investigar es qué implica esta tendencia a la desmaterialización de la riqueza. Es decir, queremos, por humanos que somos, tenemos esta tendencia imparable, queremos como ver el futuro.

Si esto sigue así, ¿a dónde llegaremos? Claro, hay que hacer el caveat, hay que hacer la advertencia de que es bien peligroso esta querencia a tratar de mirar el futuro con el uso de nuestra razón, con el uso de nuestro cerebro, no es que sea lo mismo, con el uso de nuestra razón, que es un instrumento bien lineal de conocimiento y tiende a pensar que si ayer algo fue 10 y hoy es 20, pues que mañana probablemente sea 30. Entonces, este tipo de pensamientos lineales aplicados al futuro son bien peligrosos, como lo hemos visto mil veces en la historia. Entre otras cosas porque linealmente, si la realidad avanzara linealmente, posiblemente explotaría y de hecho nos explotan los miedos.

Nosotros pensamos que ayer había tantos millones de personas en el planeta, después había tantos millones, después tantos millones y pensamos como que el planeta se va a desbordar, la gente se va a caer al espacio porque no lo puede soportar el planeta, nos vamos a morir, etc. Son planteamientos muy lineales, formas de verlos muy lineales que son bien peligrosas para explicar una realidad orgánica o compleja como es la vida y es el planeta. Un ejemplo de estos pánicos o milenarismos que vienen, milenarismo es como ese convencimiento de que el mundo se acaba en cualquier momento.

Uno de esos milenarismos al que quiero referirme es la idea de la singularidad tecnológica, singularity, es una predicción de que el avance tecnológico va a ser tan fuerte en estos años próximos que la tecnología va a dominar al hombre. Yo no quiero entrar como muy a fondo en el debate, simplemente desde el punto de vista más filosófico hay que tener presente que la tecnología y el hombre no son dos cosas como alternativas, o hay un hombre o hay una máquina o una tecnología, sino que la tecnología no tiene sentido sin el hombre, es decir, la tecnología es una expansión del poder del hombre, por eso es que no es buena ni mala, como el hombre no es bueno ni malo, sino que hace cosas buenas y hace cosas malas dependiendo para lo que se use, pero no tiene mucho sentido pensar en una tecnología aparte del hombre. Yo entiendo, cuando dimos ese programa de si es bueno o malo la inteligencia artificial o la tecnología, pues ya dijimos que ya los griegos tenían miedo a los robots, citamos ahí algunos ejemplos, los griegos antiguos me refiero, no los modernos, y porque está en el hombre ese miedo a que una criatura suya, es atávico, es este incentivo, es uno de esos frenos que tiene, o de esos pesos y contrapesos que tiene la naturaleza para que las cosas no se vayan de control, para ponerle al hombre un miedo en que una creación suya le pueda sacar los ojos después de haberla creado, pero realmente el miedo no se puede evitar, lo tenemos ahí, pero la razón nos dice que es imposible que haya avances tecnológicos aparte del hombre.

Pero entonces, si no es este futuro de Terminator, de robots o máquinas, Terminator y yo creo que la mitad de las películas de acción de Hollywood, si no es este futuro en el que las de una guerra de máquinas contra hombres, qué futuro nos espera, pues tenemos que darnos cuenta o tomar en consideración que la materia al ser repartida escasea, mientras que la información no, la información por muchas veces que se reparta siempre sigue enriqueciendo igualmente a todas las personas a las que se les haga llegar, con lo cual esto nos plantea que posiblemente nos estemos acercando a un mundo donde la escasez va a ser más escasa, donde va a haber menos escasez, donde va a ser una proporción cada vez más pequeña de nuestra vida la que dediquemos a buscar los recursos que necesitamos para vivir. Entramos con esto a lo que es la finalidad de este podcast, la finalidad y el fin de este episodio, que es preguntarnos cómo será un futuro con una escasez escasa, cómo será un futuro donde la riqueza no sea algo de lo que haya que preocuparse tanto. Bueno, a mí se me ocurren algunas características que tendrá este futuro.

Bueno, la más importante creo yo que el trabajo, en el trabajo lo primario no será la compensación, sino será el valor que tiene para nosotros el producto de nuestro trabajo. Es bien llamativo que según la ONU, ya esto hace unos años, en el mundo había 3.000 millones de personas, 3.000 millones de personas, la mitad de la población, que hace trabajo voluntario en algún momento durante el año y en el mundo hay 3.500 millones de trabajadores, o sea que el trabajo voluntario está, no quiero aquí vender el trabajo voluntario ni promocionarlo, simplemente decir que la gente está buscando ser significativo, hacer algo significativo de valor, de sentido, más allá de simplemente conseguir sobrevivir. Otra característica que yo creo que tendrá este mundo donde la escasez sea escasa, va a ser que la cantidad de transacciones materiales va a disminuir drásticamente.

Si disminuye mucho las transacciones materiales, si disminuye mucho el comercio, disminuirá mucho el footprint humano, la huella, podríamos decir el carbon footprint, la huella de carbono del ser humano. No quiero darlo simplemente en este sentido tan materialista o tan material como eso, pero sí sabremos que la huella en el mundo, en un mundo donde se extraiga menos materia, pues va a ser cada vez más pequeña. Otro asunto ya más anecdótico es que la desigualdad material que tanto nos preocupa en este momento, el gran objetivo de los gobiernos y de los estados, dejará de ser el problema más acuciante para los pueblos.

Tenemos que imaginarnos un mundo donde realmente nuestra principal inquietud no sea combatir la desigualdad, la pobreza, las injusticias más materiales. Y por último, la educación ya no será una actividad para facilitarnos conseguir un empleo para vivir. Quizá nos preocupe más en términos de educación, pues aprender a cómo integrarnos mejor con una naturaleza cambiante, que es algo que no hemos todavía pensado mucho, vivimos en una burbuja de estabilidad climática que puede que no dure mucho, y quisiéramos dedicarle tiempo a conocernos más y a conocer la naturaleza para ver cómo bailar juntas.

Bueno, estas son algunas ideas. Lo importante, ya digo, de esto es como detonar en ustedes los oyentes como esa inquietud de decir, oye, es que otro mundo es posible. Yo no quiero en este podcast dedicarme como a soñar un mundo rosa, simplemente como para uno entretenerse o para uno evadirse, sino que lo que quiero es como sembrar la duda existencial de si de verdad debo dedicar toda mi energía, toda la energía de mi vida, la debo dedicar simplemente a sobrevivir.

Bueno, pues el resumen del programa de hoy ha sido un repaso de la historia de la humanidad en la búsqueda de medios para sobrevivir. Hemos detectado cómo a lo largo de la historia ha ido disminuyendo la proporción de materia y aumentando la proporción de información en este mix que compone la riqueza, lo que necesitamos, los insumos que necesitamos, y eso nos lleva a pensar, nos lleva a proyectar. Y si esta tendencia que tiene unos 500.000 años continúa y cada vez dependemos más de la información, pues cada vez habrá menos escasez porque la información no se gasta al usarla.

Cada vez habrá menos escasez y nos lleva a imaginar cómo sería un mundo con escasez, escasa, con poca escasez. Hemos dibujado algunas posibilidades. El trabajo ya será para, no será para sobrevivir, sino para dejar huella.

La educación ya no será para trabajar, sino para influir el footprint de la huella de la actividad humana. La huella material debe ser cada vez más pequeña. En general, podemos, la idea del podcast ha sido sembrar dudas sobre si de verdad vale la pena dedicarse a sobrevivir.

Los problemas de capitalismo y de otros sistemas mecánicos -Ep 26

No he podido aguantar la presión de la gente pidiéndome que acabara ya de una vez mi arco narrativo, que acabara de concluir lo que yo pienso de la economía. Y a eso nos vamos a dedicar en este episodio de Buscando Respuestas. Buscando Respuestas, el podcast donde Bobby López explora las preguntas que la filosofía cotidiana nos propone.

En el episodio anterior vimos cómo el capitalismo es un sistema mecanicista de organizar la economía. Sistema mecanicista, habíamos dicho que es un sistema donde la producción se organiza linealmente. Es una serie de causas, una serie lineal de causas.

Alguien hace algo que hace a otro alguien hacer otra cosa que hace a otro alguien hacer otra cosa. Y todo viene de una cabeza, que es la que envía el dinero, es decir, la energía y la información. Y las otras partes lo que se dedican es a ejecutar esa orden que han recibido de la cabeza.

Los principales problemas que tienen los sistemas económicos mecanicistas, es decir, el capitalismo y el socialismo, son los siguientes. Primero tiene una tendencia bien grande al gigantismo, hacerse desproporcionadamente grandes con las dos patitas o problemas que esto acarrea. Una tendencia bien grande al monopolio y una tendencia grande a la globalización o a la internacionalización del negocio.

Número dos, que es el más serio, estos sistemas mecanicistas tienen una tendencia bien grande a degradar el trabajo humano hasta convertirlo en una mercancía que se compra y se vende en un mercado, en lugar de ser un acuerdo entre hombres que quieren hacer algo juntos para beneficio de todos. En tercer lugar, los sistemas mecanicistas tienden a degradar la idea de riqueza, que se pasa a ver como una cosa, en lugar de verlo como una relación humana. Las relaciones que tienen con los demás, la persona que es buscada por su gente, que es buscada por lo que puede ofrecer, por las soluciones que puede darle otro a sus problemas.

Y un cuarto problema del capitalismo, podemos verlo en la excesiva financiarización de la economía, la excesiva importancia que se le da la proyección en dinero de la actividad económica, hasta llegar a hacerse casi una actividad independiente de la producción de bienes y servicios. A ver a continuación, cómo estos problemas que todos podemos, yo creo que todos podríamos identificar directamente en el capitalismo, que es lo que conocemos, cómo estos problemas se derivan de su naturaleza mecánica y como la vimos en el episodio anterior. Habíamos hablado en el episodio anterior cómo la corporación, uno de sus carreras principales es que no tiene auténticos dueños, tiene dueños de alquiler, dueños mercenarios, dueños Airbnb que vienen y se van, realmente son inversionistas, son dueños inversionistas.

No son dueños en el sentido que no organizan la empresa, simplemente contratan a alguien para que lo haga. ¿Qué problema tiene esto? Bueno, tiene el problema de que la dirección de la empresa queda a cargo de la gerencia, que son empleados jefes, pero empleados jefes que no ganan más si la empresa gana más. Y su motivación principal es el crecimiento de la empresa, que es lo que aumenta su prestigio y su poder, tener más gente y más presupuesto que manejar.

Esto es lo que se llama en economía, en gerencia, en inglés se le llama agency problem, que es la diferencia de intereses que hay entre los dueños inversionistas y la gerencia que corre la empresa en el día a día. Tenemos entonces empresas que están, cuya motivación principal es crecer. Y cuando en los 80, a raíz de que se abrieron los mercados de capital y que China empezó a entrar en la economía, empezó la posibilidad de hacer negocios, se facilitó la posibilidad de hacer negocios internacionales, empezaron rápidamente a formarse la globalización de las empresas.

Yo he sido muchos años un favorecedor de la globalización porque la globalización hace que la economía sea bien eficiente, se consigue siempre lo más barato y lo mejor en el que esté en cualquier parte del planeta. Solo muchos años después me vine a dar cuenta que la globalización distorsiona los mercados locales y una economía sin, como vamos a ver, sin arraigambre local es una aberración, porque el primer deber de cualquier empresa es atender a los suyos y por los suyos definimos todos los que colaboran para que se hagan las cosas, los jefes, los empleados, los vendors, los suplidores y los mismos clientes, lo que se llama en inglés los stakeholders. Eso es el público primero al que tiene que beneficiar la empresa.

El problema más grande que tiene el capitalismo es la concepción paupérrima que tiene del trabajo. El trabajo es la forma en la que los seres humanos colaboran para mejorar el mundo y la forma más natural de hacer esto es asociándose con otras personas para hacer algo mayor de lo que podría hacer cada persona sola. Las relaciones humanas, para ubicarnos, se pueden colocar en una línea donde a la izquierda están las relaciones que tenemos con los más cercanos a nosotros mismos, que es casi nosotros mismos, que es nuestra familia, y a la derecha, en el extremo del segmento, está la relación que tenemos con nuestros enemigos, de forma que lo que ganan la gente de nuestra familia es casi como lo que ganamos nosotros, lo que ganan nuestros enemigos es casi como lo perdamos nosotros.

En el medio de ese segmento están las relaciones que se llaman comerciales, que es donde uno pierde un poco para ganar otro poco, que normalmente para él tiene más valor de lo que pagó. Esa es la relación comercial que está en el medio entre las relaciones de familia y las relaciones de enemistad. Las relaciones de trabajo se supone que estén justo un pasito al lado de las relaciones de familia, que la gente con la que nosotros trabajamos es la gente a la que confiamos, a la que conocemos, conocemos a su familia, y nos ponemos juntos a trabajar en una misma dirección.

Uno no trabaja con extraños, en principio. Pues bien, el capitalismo movió el trabajo de estar bien pegado a una relación familiar a estar bien pegado hacia el medio del segmento, que es lo que hemos dicho, la relación comercial. El trabajo pasó a ser una mercancía que se compraba y que se vendía, tanto en el socialismo como en el capitalismo.

No había dinero envuelto en el socialismo, pero es la misma aportación. Una vez que el trabajo se convierte en una mercancía que se compra y se vende, que es la relación que tenemos ahora, ahora mismo nosotros los que estamos escuchando que trabajan están envueltos en una relación comercial. Le pagan por el dar un servicio a una empresa, exclusivamente a una empresa.

Pero esa exclusividad no conlleva, ni con mucho, toda la profundidad de la relación humana asociativa. O sea, donde uno, la relación laboral, ahora mismo es una relación cuasi comercial, cuando lo normal es que la relación laboral sea asociativa, entre pares, no completamente pares, se asocian para lograr algo que entre ellos solos no podrían lograr. Esto es un tremendo problema, una tremenda degradación humana en un aspecto que es central, porque el trabajo es central a la naturaleza humana.

El hombre es trabajador por naturaleza, no por oficio. No es que algunos trabajen. El hombre humano está, el ser humano está diseñado para aportar al bien común.

Y estas relaciones laborales en las que estamos ahora envueltos es una relación empobrecedora para todas las partes. No quiero ahora enrollarme explicando cómo sería este mundo donde el trabajo fuera asociativo, en vez de ser compra y venta de servicios, pero conllevaría a que en las empresas cada uno gana en función del riesgo que decida asumir. La gente que está dispuesta a asumir más riesgo, es decir, que ganar cuando la empresa gana y perder cuando la empresa pierde, ganará más dinero.

Habrá gente que decida asumir bien poco riesgo, porque no puede asumirlo. Y entonces esa persona ganará una cantidad más fija y más pequeña. El tercer problema que hemos señalado en el capitalismo es su degradación de la idea de riqueza.

La riqueza en el capitalismo, y más aún en el comunismo, es una cosa que se tiene. Y esto implica que es un juego suma cero. Cuanto más tengan los demás, menos tengo yo.

Y para yo ganar, alguien tiene que perder. Esta concepción de riqueza como cosa, o como propiedad de una cosa, es bien engañosa. Lo van a entender rápido con este ejemplo.

Si mañana hay una gran epidemia o desastre natural o lo que sea, y se muere todo el mundo en el planeta, excepto yo, yo voy a pasar a ser automáticamente, legalmente, el dueño de todas las propiedades y todos los activos del planeta. ¿Seré por eso inmensamente rico? Porque soy el dueño de todas las tierras, puedo hacer con ellas lo que quiera, de cualquier activo, cualquier aeropuerto. Obviamente no, porque lo que ocurre es que la riqueza es la necesidad que los demás tengan de lo que yo soy capaz de hacer, de lo que yo soy capaz de hacer por ellos.

A veces lo hago con una propiedad que tengo, a veces lo hago con una inteligencia que tengo, un dote artístico. Y eso es lo que me hace rico, tener cosas que los demás quieren. Y como estas cosas no son materiales en la mayoría de los casos, sino que son servicios y capacidad de resolver problemas, no se puede identificar la riqueza con una cosa, sino que hay que identificarlo como una relación, la relación que yo tengo con los demás, como los demás me valoran, a mí, a mis circunstancias.

Y de esta forma el problema económico, el problema de la riqueza es realmente un problema de comunicación, de cómo convencer a los demás que confíen en mí, que confíen que yo soy capaz de hacer cosas buenas por ellas. Y cambiar, girar, pivotear esta idea de la riqueza de una cosa a una relación nos cambia completamente el problema económico. Y por último está el problema del tamaño exagerado que la dimensión financiera tiene en la economía capitalista.

Los humanos, hace muchísimos años, hemos desarrollado una tecnología muy práctica que se llama el dinero, que es una traducción del valor de las cosas en unidades abstractas que se pueden más fácilmente intercambiar. Pero como con cualquier tecnología existe el riesgo de ser sobreusada, que es lo que está pasando ahora mismo con el dinero, que entendemos que cualquier cosa debiera ser traducible a dinero. Por ejemplo, estamos convencidos de que ser dueño de una empresa es traducible a dinero y si alguien me da un poquito más de ese dinero, que yo entiendo que vale ser dueño de esta empresa, me voy y me cambio mi propiedad de la empresa por dinero.

Pero tenemos que aceptar que el reducir los costos transaccionales, lo que cuesta intercambiar algo por algo, no es siempre lo mejor. Hay transacciones que nos interesa que sean bien lentas. Por ejemplo, nos interesa que sea bien lento el comprar un arma, o el abortar o el divorciarse.

Nosotros queremos, como sociedad típicamente, que esas decisiones se tomen con mucha calma, adoptar un hijo, que se tomen con calma, que se conozcan las partes, etc., para asegurarse de que se toman bien, no porque se haya establecido un precio justo por lo que se quiere intercambiar, no es que ya estén las partes de acuerdo y ya se debe hacer la transacción. Bueno, pues comprar una empresa es una de esas transacciones que debiera de ser bien lenta, que no debiera poder hacerse, como lo fácil que es ahora, comprar y vender acciones, que no debiera haber dueños remotos, que los dueños tuvieran que ser de carne y hueso. Cuando una corporación, una asociación de hombres, tiene un dueño remoto, se convierte en una burocracia, que es un sistema que camina por reglas, pero que no tiene un corazón que esté palpitando y está supervisando y empujando y animando a la gente en la operación.

Entonces, nos interesa que los cambios de propiedad de algo tan serio como es una empresa sean muchísimo más lentos, es decir, nos interesa que el sistema financiero sea mucho más delgado de lo que es ahora mismo, donde solo se comercian cosas que pueden ser comerciables de esta forma remota, como son las deudas. Pues sí, deudas, inversiones en deudas, equivalentes a bonos. Pues mira, se puede intercambiar en mercados de capital, pero propiedad de empresa habría que pensárselo mucho.

Hemos visto los problemas que tiene organizar la economía de una forma mecanicista. En algún episodio no lejano vamos a tratar de dibujar cómo sería una economía más organicista, que es lo que yo creo que será la economía del futuro. En resumidas cuentas, no se pierdan el próximo episodio de Buscando Respuestas.

Capitalismo y Comunismo dos hermanos en el materialismo – Ep 25

La forma de organizar la economía que tenemos en Occidente y que se conoce como capitalismo, pareciera estar funcionando, porque ha producido un crecimiento en la cantidad de bienes nunca antes vista. ¿Pero es esto un éxito del capitalismo? Si medimos el éxito en términos de producción ya estamos usando una medida sesgada, pues el capitalismo y el socialismo son sistemas para maximizar el output. ¿Pero es esto lo que debemos buscar en nuestra forma de organizarnos los humanos? ¿Y si no es maximizar lo producido? ¿Qué debemos entonces estar buscando como sociedad? No se vayan porque estamos buscando respuestas.

Buscando respuestas. El podcast donde Bobby López explora las preguntas que la filosofía cotidiana nos propone. Y vamos a empezar con tres definiciones.

En ciencias sociales siempre hay que definir lo que uno va a hablar, porque hay muchas formas de entender un fenómeno. No está tan claro como en otras ciencias más físicas. Vamos a definir qué es la economía, vamos a definir qué es el capitalismo y vamos a definir qué son las corporaciones.

¿Qué es la economía? La economía es la forma en la que los humanos se organizan para conseguir los insumos que necesitan para vivir. Forma de organizarse para conseguir los insumos que necesitan para vivir. En el caso de los animales, estos insumos son más sencillos.

Comida, refugio, apareamiento. En el caso de los insumos, perdón, en el caso de los humanos, estos insumos pueden ser tan sofisticados como que necesitan que alguien nos ayude a encontrar el sentido de la realidad o de la vida. Pero en esencia, economía es la forma en la que colaboramos para lograr este fin de conseguir los insumos.

Estos inputs pueden ser individuales o colectivos. Como por ejemplo de colectivo, necesito que la gente que vive a mi alrededor sea confiable. Es un insumo bien importante para vivir el entorno, para el ser humano.

Para todos los animales el entorno es clave. El ser humano es un animal que configura con mucho cuidado su entorno, crea su entorno. Los animales como que viven en un entorno y están adaptados perfectamente a él.

Nosotros los humanos tenemos que “craft”, que “esculpir” nuestro entorno, y esto nos da una naturaleza bien especial, o nos configura nuestra naturaleza de una forma bien especial. Necesitamos que nuestro ambiente esté de una determinada forma para poder vivir. Por ejemplo, Otro insumo colectivo que necesito es, necesito que la gente de mi alrededor me ayude a criar mis hijos.

Creo que queda claro lo que es la economía; que ha existido siempre desde que hay humanos. Tenemos que definir ahora el capitalismo, que es una forma de organizar la economía. El capitalismo es una forma de organizar la economía que surge principalmente desde el siglo XVII y consiste en un énfasis en lo material.

El valor que se quiere conseguir, los inputs que se quieren consumir, se definen casi todos ya en términos materiales. La economía al principio es la forma de conseguir que los países acumulen más oro, después será más dinero, después será más crédito. Pero aparte de este énfasis en lo material, hay algo más específico que define al capitalismo.

Parece que es un sistema muy definido y que la gente tiene toda la opinión sobre él y no pareciera que simplemente es la economía donde hay más énfasis en lo material como que sea una buena definición. Bueno, mi definición del capitalismo es un sistema económico con énfasis en lo material o con preeminencia en lo material que gira alrededor de una institución humana que se llaman las corporaciones. Las corporaciones.

El capitalismo no es un sistema que gira alrededor de una institución humana que se llaman los mercados. Eso no es una buena definición de capitalismo para empezar porque los mercados han existido desde que existen hombres. Sistemas de intercambio han existido desde que existen hombres.

Lo único propiamente capitalista que existe con respecto a los mercados es que en el capitalismo casi todo puede ir a un mercado a ser cambiado por dinero. Eso sí es bien propio del capitalismo. El tema de la mercantilización de casi toda la actividad humana.

Se le puede poner precio a cualquier cosa. En tercer lugar, para poder redondear mi argumento necesito definir lo que son corporaciones y definirlas como un invento netamente moderno. O sea, que no es cualquier compañía o agrupación de hombres o asociación que han existido por toda la historia para hacer cosas juntos.

La corporación es algo bien especial. Vamos a definir las corporaciones como aquellas compañías o asociaciones de hombres o personas que cumplen con estos cuatro carácteres. Número uno, son de una forma u otra de responsabilidad limitada.

Que es un concepto que se puso de moda un poquito antes, en el siglo XV. Donde los dueños no son responsables por todas las pérdidas de la empresa sino tan solo por la cantidad de capital que cada uno haya aportado en ella. O si son un solo dueño, pues la cantidad de capital que haya aportado.

Es decir, una relación medio asimétrica porque el dueño es dueño de todas las ganancias pero solo es dueño de las pérdidas que la compañía tenga hasta la misma cantidad que la aportó originalmente. Y pierde más. Al que se le va dinero se echa.

O sea, responsabilidad limitada. Que son ahora mismo la mayoría de lo que nosotros conocemos la mayoría de las empresas modernas que conocemos la inmensa mayoría son corporaciones. La responsabilidad limitada.

La tercera característica que tienen las corporaciones es un formato muy curioso. Una forma extraña de ser dueños bien diferentes a la concepción natural del dueño de una cosa que la saca adelante y la empuja y la cuida. Los formatos de los dueños de las corporaciones modernas que son los accionistas, los inversionistas son dueños remotos, dueños efímeros, dueños mercenarios, volátiles.

¿Por qué digo esto? Porque este formato de corporación de hacerse dueño comprando acciones simplemente invirtiendo una cantidad de dinero lo que hace es que la gente pueda ser dueño de muchas empresas distantes y pueda, sobre todo de una forma bien curiosa, entrar a ser dueño y dejar de ser dueño con una simple transferencia con una simple transacción. ¿Cómo se corre la empresa entonces si los dueños están ausentes, remotos? ¿No están dirigiendo las operaciones? ¿Cómo funcionan las empresas entonces? Bueno, aparece esta tercera característica de la corporación que es la gerencia que son unos, en papel, unos empleados que se encargan de contratar y mandar a los otros empleados y correr las operaciones. Tenemos entonces en las corporaciones algo bien raro que son unos dueños que no son dueños y unos empleados que no son empleados.

Esto en teoría de negocio se llama el agency problem, no sé cómo se dice en español, que es cuando un problema que tiene el capitalismo donde los que mandan en las empresas, la gerencia, realmente no tienen los mismos intereses que los dueños legales de la empresa que son los accionistas. Entonces eso da lugar a una serie de comportamientos raros que lo vemos en su momento en estas corporaciones. Y llegamos con esto a la cuarta característica de las corporaciones, la más importante y la más difícil de entender, que consiste en que las corporaciones son sistemas mecánicos de trabajo, que es un sistema mecánico.

Es un sistema donde, es un concepto bien abstracto, un sistema, cualquier parte relacionada, cualquier conjunto de partes relacionadas entre sí. Un sistema mecánico es un sistema donde la información y la energía fluyen desde la cabeza hacia las partes del sistema, desde el centro hacia las partes del sistema. En contraposición, para entenderlo mejor, porque así dicho no se entiende del todo, se entiende mejor cuando se pone en contraposición con un sistema orgánico.

Un sistema orgánico es donde cada parte tiene la información de lo que tiene que hacer y cada parte procura para sí misma la energía necesaria para hacerlo. Es decir, cada parte es autónoma. El paradigma de un sistema orgánico son los organismos naturales, la vida, donde cada célula sabe lo que tiene que hacer y se dedica a buscar la energía necesaria para hacerlo y lo hace.

Pero no usan la cabeza los sistemas orgánicos. La cabeza, vamos a quitar por un momento al hombre, que es un animal medio especial, la cabeza en los sistemas orgánicos lo que hace es recibir la información de todas las partes y enviarla a las partes interesadas para que hagan su función. La cabeza, dejando al lado el organismo humano, no le dice a los miembros lo que tienen que hacer, porque ya los miembros lo saben.

La cabeza no da órdenes. En los sistemas vivos no hay órdenes, solo hay facts, solo hay hechos, datos que se pasan, información. La orden, el comand, es un fenómeno completamente humano.

Pues bien, ¿en qué sentido se dice que las organizaciones, perdón, que las corporaciones son organizaciones mecánicas? Se dice en el sentido de que la información viene de la cabeza a los miembros, hemos dicho que es la definición del sistema mecánico. Sube de los miembros a la cabeza una información de baja calidad que se llama el feedback, simplemente un sí o un no de si la tarea fue hecha. Y la energía, en este caso de las corporaciones, el dinero, que es lo que mueve los objetos, en el caso de las corporaciones es lo que mueve los objetos, pues fluye también desde la cabeza hasta los miembros.

Todo el dinero lo ponen los dueños, los gerentes, los gerentes a los trabajadores y a los otros stakeholders, a los otros miembros, suplidores, etc. Uno podría pensar, bueno, pero ¿esta no ha sido así la forma humana de trabajar siempre de toda la humanidad? La respuesta es no, que es importante porque mucha gente no está aware de este hecho. Esta forma de trabajar mecánica fue inventada con el capitalismo.

El trabajo salariado por hora fue inventado por el capitalismo. El trabajo salariado, es decir, les contando artesanos antes del capitalismo, consistía mayormente en trabajo agrícola, incluso en épocas feudales, que son las más mecánicas que hemos tenido. En épocas feudales han tenido todas las culturas, desde la composición de un rey en pequeños warlords, o en pequeños señores feudales, etc.

Los agricultores, incluso en esas épocas, trabajan, incluso los que trabajan en formato de servidumbre, incluso los siervos, no vamos a entrar en los esclavos, que sí es un trabajo mecánico, pero hasta los siervos, que son los agricultores que no se pueden mover de la tierra, comían de lo que lograba sacar cada uno de su propiedad en la que vivían, después de haber pagado al señor la parte que le correspondía, en el caso de los siervos. Pues bien, cuando llegó el capitalismo, que coincidió con la revolución industrial, es decir, la invención de máquinas para trabajar, se inventó lo de pagar a los asalariados por hora, que quiere decir, y esto es muy fuerte, por estar, no por producir, por estar. Te pago por cada hora que estés en mi fábrica.

Esto fue una novedad increíble, pero tiene todo el sentido económico, porque en ese momento que se estaban inventando las factorías, las factorías eran casas pobladas de máquinas, y estas máquinas necesitaban que la gente las atendiera, que personas las atendieran, le pusieran los insumos encima, le quitaran el output del lado, etc. Y como costaba mucho más las máquinas que las gentes, tenía sentido pagar a gente para que simplemente estuviera al lado de la máquina. Pues bien, este sistema de salario por hora, de salario por estar, sigue hasta nuestros días.

En Europa, en Estados Unidos, el 86% de la gente que trabaja, trabaja como empleado, es decir, empleados mecánicos, el resto son gente que trabaja por su cuenta y dueños, o sea, incluyendo dueños de empresas. La mayoría del trabajo que nosotros conocemos es trabajo mecánico de personas que trabajan como pieza de una máquina. Bueno, llevamos ya catorce minutos de podcast y solo nos ha dado tiempo a explicar qué es el capitalismo, que es un sistema económico materialista y mecanicista.

Pero no nos ha dado tiempo a explicar qué hay de malo con esto, qué hay de malo con que la economía se ocupe tan solo de cómo generar riqueza material y no otros tipos de riqueza, como la social, la emocional, la riqueza de significado, etc. Bueno, esto vamos a tener que verlo en un episodio aparte. Pero sí quiero responder en lo que queda, en el minuto que queda, tan solo a esta pregunta.

¿Y el comunismo? ¿Difiere en estos sentidos del capitalismo? La respuesta es no. El comunismo es un capitalismo sin mercados. El capitalismo, sin embargo, no es una economía de mercado, como vimos.

Los mercados preceden el capitalismo. El comunismo es un hermano del capitalismo. Es un experimento hecho sobre el capitalismo, pero sin cambiarle su esencia, su DNA, que es materialista, corporativista y mecanicista.

Pues bien, estos tres rasgos se mantuvieron durante el experimento social que fue el comunismo. Fue un experimento riquísimo en términos de lo que aprendimos de política como manejo de poder, pero no agitó el agua, no fue suficientemente radical en lo que respecta a la economía, simplemente por haberle, haber seguido tras un rasgo accesorio del capitalismo y no haber apuntado a su médula. Bueno, repasando antes de irme.

Hemos hablado en este programa, en este podcast, de qué es un sistema económico y hemos definido, en concreto, el capitalismo como un sistema económico con un sesgo hacia lo material que gira desde el punto de vista institucional no alrededor de mercados, sino alrededor de las corporaciones que son como una especie de hombres mecánicos que hemos creado con nuestras leyes con la novedad de que tienen dueños remotos intercambiables, reemplazables y que los empleados son contratados para que formen una máquina humana. Esto mismo ocurre con el socialismo. Tenemos que preguntarnos para concluir.

¿Debemos experimentar con un sistema económico distinto? ¿Cómo debiera ser la próxima iteración de nuestro proceso de mejorar el mundo? No se pierdan el próximo episodio de Buscando Respuestas.

No trabajamos para vivir, vivimos para trabajar

Podemos resumir la narrativa moderna de la siguiente forma, si te portas bien y estudias mucho vas a poder entrar en una buena universidad y podrás entonces conseguir un buen trabajo después, en ese trabajo podrás ganar buen dinero para poder al retirarte hacer lo que te dé la gana. Tiene esta narrativa todavía en el siglo 21 el poder de mover el corazón del hombre, no se vayan porque estamos buscando respuestas. Buscando respuestas, el podcast donde Bobby López explora las preguntas que la filosofía cotidiana nos propone.

El trabajo es una actividad tan importante para el ser humano que el no entenderlo bien, el realizarlo sin tener muy claro para qué se hace puede tener unas consecuencias desastrosas para el hombre y la naturaleza. En el capitalismo, por ejemplo, el trabajo no está bien explicado porque no tiene un sentido real, simplemente se justifica circularmente a sí mismo. Trabajamos para poder consumir el fruto de nuestro trabajo, esto no es darle sentido al trabajo, este planteamiento nos envolvería, nos está envolviendo en una espiral destructiva de producir por producir, que mata el ambiente y la salud mental y física de las personas.

Tenemos entonces que plantearnos más a fondo para qué trabajamos si queremos salir de esta espiral. Como siempre que queremos saber cuál es la forma buena de hacer algo, empezamos como primer paso por mirar a la naturaleza. Miramos a la naturaleza y vemos a todos los animales entregados continuamente a una actividad, la de sobrevivir.

¿Por qué los animales trabajan? Para vencer la entropía, esa tendencia implacable de lo físico a la continua descomposición. Para ello los seres vivos necesitamos estar continuamente inyectándonos energía, extraída en definitiva del sol, para evitar la corrupción. El hombre es un animal inacabado, un animal al que sus instintos no le dicen exactamente todo lo que tiene que hacer, él tiene que acabar de completarse a sí mismo.

Esto es lo que llamamos libertad, un espacio más allá de los instintos en el que el hombre tiene que dirigirse a sí mismo. Esta libertad humana necesita encontrar un orden, necesita saber en qué dirección encaminarse. De aquí se deduce la importancia de que entendamos qué es lo que tenemos que hacer en el mundo y con el mundo, es decir, para qué trabajar.

Vamos a repasar bien brevemente las concepciones que ha tenido el hombre en el occidente sobre el trabajo, para poder llegar a la conclusión de que en el siglo XXI esta concepción está teniendo un giro radical donde podríamos, vamos a acabar justificando que el hombre vive para trabajar. Para Aristóteles trabajamos para lograr en algún momento no tener que trabajar y poder contemplar. Los griegos llegaron a despreciar el trabajo como cosa de esclavos, que permitía a los hombres libres dedicarse a buscar la buena vida, la vida ética.

Por otra parte, los judíos tenían otra visión del trabajo basada en su concepción del mundo como creado por un único Dios y al que el hombre estaba ayudando a cultivar, a hacer crecer la naturaleza. El cristianismo, basándose en la idea de que Dios se ha hecho hombre, culmina esta idea escatológica de que estamos preparando este mundo para que Dios venga aquí a la creación a habitar con sus hijos. Siglos después vino el capitalismo, que fue un gran intento de organizar la sociedad sin tener que hacer referencia a valores morales sobre los que era muy difícil ponerse de acuerdo.

Estamos hablando del siglo XVII, recién acabada la guerra de los 30 años, sino usar puramente criterios técnicos científicos. Una de las primeras víctimas del capitalismo fue el trabajo, que pasó a ser considerado como una mercancía, un servicio que se compra o se vende para integrarlo en una máquina de producir, que es la corporación. Se produjeron, por lo tanto, dos cambios sutiles pero radicales en la concepción del trabajo.

Primero, la conversión del trabajo de un contrato social, que definía la posición de una persona en el colectivo, a un contrato mercantil, de compra-venta de servicios. Y segundo, la cosificación y la atomización del trabajo para convertirlo en una tarea que sea parte del mecanismo productivo que es una empresa. Por fin llegamos al siglo XXI, donde pareciera que está cambiando esta concepción reduccionista del trabajo.

Los factores que se pueden decir que han contribuido a ello han sido las dos grandes crisis del siglo XXI, que es la crisis económica del 2008, que fue la gran implosión de la cabeza del sistema capitalista, que es la banca de inversiones, y la crisis del 2020, del COVID, que encerró a las personas en sus casas y tuvieron que aprender a no trabajar. La crisis del 2008 ya había puesto en duda la narrativa capitalista clásica, que es, si te portas bien y estudias mucho, podrás ir a una gran universidad, eso te permitirá entrar en un gran trabajo y eso te va a mantener toda tu vida hasta que te puedas retirar y hacer entonces lo que te dé la gana. La crisis o el encierro del COVID, por otro lado, nos paró de esta carrera que es el producir y llevó a la gente a preguntarse, oye, ¿para qué era que estábamos corriendo todo el día? El segundo factor que ayudó a desmontar esta visión mecanicista del trabajo fue, o es, una visión más holista de la naturaleza y del cosmos, una visión más ecológica, donde es más fácil ver el trabajo del hombre como parte de toda una epopeya evolutiva, donde el cuerpo está buscando su máximo desarrollo.

En esta concepción más holista, el trabajo está definido como toda actividad de un ser humano destinada a ser un mundo mejor. Si esta visión holista del trabajo acaba triunfando, tendremos que reconocer que el hombre no trabaja para vivir, sino que vive para trabajar, es decir, que el sentido de su vida es ayudar al mundo a crecer.

El hambre sostiene al mundo

La necesidad de comer en los seres vivos es tan fuerte y continua (cada pocas horas) porque es la que nos mantiene unidos a los otros seres de otras especies: nos obliga a buscarlos, a interesarnos por lo que está fuera de nosotros. La nutrición es el motor de la interacción. Sin interacción no hay ecosistema. Sin ecosistema no hay evolución. Sin evolución no hay creación. Bendita sea el hambre.

Cómo poner la globalización en su sitio

Es necesario constituir una comunidad planetaria, donde se tomen las decisiones que atañan al total de la especie humana. Sin embargo, a la misma vez, es necesario bajar la intensidad de la globalización. En concreto se debe:: 

  1. Limitar el flujo de capital
  2. Limitar el flujo de trabajo
  3. Y limitar, en cierta medida, el flujo de bienes.

Dicho de otra forma, más que limitar la globalización, hay que potenciar el localismo, que las comunidades sean más independientes, y más humanas y menos expuestas a la supereficiencia de los mercados globales. La globalización es fruto de poner la eficiencia por encima de la justicia. La justicia exige cuidar primero de lo tuyo, de tu gente. 

No pagamos impuestos porque alguien tiene poder. Los pagamos para que tenga poder

El poder es una institución (unos jefes) que crean las personas para poder llegar más lejos, hacer más, a través de tareas comunes que tienen que ser coordinadas.
No pagamos impuestos porque alguien tenga el poder de cobrarlos. Los pagamos para que tenga poder: el poder de servirnos en las tareas comunes. De aquí sale la antigua idea de que el poder auténtico es un servicio.

I don't believe in free markets, but in transparent markets

A transparent market is where buyers and sellers know the most about what they are exchanging. This cannot be achieved normally, unless there is a set of rules in place for all entering the arena. 


With all the information disclosed, thanks to the rules, thanks to the non-freedom, let each player decide freely. Freedom to exchange, not freedom to disclose.

¿Queremos combatir la corrupción? Que sean públicos los ingresos de todo el mundo

Entiendo que sea privado en qué gasta el dinero una persona . Pero ¿que sea privado lo que gana? Hasta ahora, en nuestras civilizaciones solamente se obliga a hacer público la propiedad de bienes inmuebles, por el beneficio social que conlleva Pero¿no estamos ya en posición de hacer que todos los ingresos sean públicos, por el inmenso beneficio social que acarrea?