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Menos leyes y más jueces

Como consecuencia de la hiper-racionalidad en Occidente hemos desarrollado una hiper-legalidad. Es una presunción que nos covence de que podemos determinar a priori cuáles son los comportamiemtos buenos y malos en cualquier situación futura.
Si fuéramos más realistas, tendríamos menos leyes y más jueces: uno en cada barrio.

La familia nuclear no es una comunidad, sino un superindividuo

Una comunidad presupone que hay componentes con intereses distintos que hay que coordinar. Pero en la familia nuclear (matrimonio con hijos) no hay propiamente intereses individuales : los intereses del padre son los mismos que los de los hijos y la esposa. El bien de la madre no está coartado por el bien de los hijos o del esposo. Son lo mismo. No hay una comunidad, hay un hogar , un superindividuo.

Por esto, a diferencia de las comunidades, no se usan las leyes para coordinarse dentro de las familias

Cómo debe ser el salario mínimo

Cómo debe ser el salario mínimo

Por un lado, es un distintivo humano el compromiso en cada comunidad de que ningún miembro de la misma se quede atrás, descolgado. Esto se manifiesta primero con los niños y ancianos, luego con los enfermos y necesitados. Y esto, con independencia de los méritos del ayudado.
Por otro lado, no debe usarse un  “precio artificial” fijado por un ente racional a mucha distancia del lugar de la transacción . Hay que reconocer la superioridad de la inteligencia colectiva del mercado (para el tema de fijar precio).
Uniendo estos dos principios sale una regla medianamente operativa: cada salario debe ser libremente negociado; pero la diferencia entre el salario negociado y el mínimo para supervivencia, la cubre la comunidad (el estado). Es decir, el papel de estado no será fijar el salario mínimo, sino pagar la diferencia entre el salario actual y el mínimo.

No a los derechos de los animales … ni de las personas

No a los derechos de los animales … ni de las personas

Ejercitar mis derechos no es una forma de yo desarrollarme de crecer; no es un ideal. Ejercitar un derecho es limitar el comportamiento de alguien, para dejar paso a nuestro comportamiento. Ejercitar mi derecho a ser atendido por el médico al que ya le pagué, consiste en limitar la libertad del médico, haciendo que me atienda a mi.
No tendría sentido pensar que yo me desarrollo ejercitando mis derechos, pues entonces yo sería más persona cuanto más yo limitara el comportamiento de los que tengo alrededor: mi comunidad, el Estado, etc. Ejercitar un derecho es, sencillamente,  reclamar el espacio mínimo que uno necesita para actuar. Por lo tanto, mi desarrollo personal no puede consistir en alcanzar unos mínimos de espacio.
El problema, como siempre, comenzó cuando se desarrolló, a partir del siglo 14, el concepto moderno de derecho individual, que se entiende como un ‘espacio personal’. Esta idea moderno de “derecho” como mi espacio privativo, implicó un olvido de la idea clásica de derecho: donde derecho era “lo que no está torcido”, lo que estaba en el lugar que le correspondía a cada cosa.
Según esta concepción clásica, yo me desarrollo, no teniendo más derechos individuales, sino ocupando el lugar correcto, en el que tengo que estar dentro del sistema para llevar a cabo mi misión.
Y este lugar derecho deben ocuparlo tanto  las personas, como los animales o las cosas. Y el lugar correcto de muchos seres vivos en algún momento de su vida (o de su muerte) está en ser alimento para otros. Y esto no violenta a estos seres, sino que los pone en su sitio y por tanto, los dignifica.
If law is simply an agreement, let the others respect the law

If law is simply an agreement, let the others respect the law

In ancient Greece, law was intended to make persons better. In modernity, law only coordinates individuals, does not intend to improve them. It is only a public agreement.
Economics, however, teaches us that multi-parts agreements present an incentive to violate them secretly, in the hope that other will respect the rule, while the violator enjoys a free-ride. This a seed for corruption in modern societies.

Let the men rule the law

Let the men rule the law

The Ilustration dream was to let the law rule instead of men. I think it’s better to invert that.

No a los derechos humanos

No a los derechos humanos

La idea de que el hombre se desarrolla acumulando derechos proviene del concepto moderno de la libertad como la ‘capacidad de hacer cosas’. Los derechos humanos en este sentido son como un mínimo de capacidad que habría que asegurarle a cada persona.
Pero resulta que la libertad no es ‘tener opciones’, sino el dirigirse uno mismo hacia su propio fin. Pudiera yo no tener ninguna opción y seguiría siendo libre.
Por lo tanto, acumular derechos no es lo que me hace crecer, ni darle derechos humanos a la gente es lo que mejora el mundo.
Lo que hace al hombre crecer es ayudarle a ver y animarle a seguir su camino: la forma en la que cada uno está destinado a ayudar a hacer el mundo mejor.

El divorcio debería ser delito

El divorcio debería ser delito

La moral moderna tiende a juzgar a los actos por sus consecuencias. Esto no es un buen criterio Pero,si esto es así, debiera entonces tipificarse el divorcio como un delito. Ya están comprobados los destrozos que produce en los niños el que se les rompa su familia. Si multaríamos a quien robe una bicicleta a un menor, qué no debemos hacer al que le rompe su hogar.

Sí a los privilegios

Sí a los privilegios

Las leyes son ordenamientos de las conductas humanas que pretenden ser universales (“erga omnes”).
A pesar de lo orgullosos que estamos en Occidente con ellas, hay poco futuro para este tipo de arreglos en la sociedad, pues cada persona tiene unas circunstancias tan distintas que es poco lo que puede generalizarse.
Es más natural que haya leyes privadas: para los niños, para las mujeres, para los ancianos. Leyes privadas = privilegios.
Pero aunque hagamos leyes privadas, tenemos que promulgar las normas con mucha humildad, sin pretender que captan y garantizan la Justicia, porque la complejidad de la vida humana hace que sea muy difícil racionalizar todas las posibles circunstancias de una actuación y expresarlas en papel.

No al derecho a la vida

No tiene sentido el concepto de ‘derecho a la vida’ ni ‘derecho a la felicidad’ (¿a quién se lo exijo?). Lo que existe es una obligación de vivir y una obligación de ser feliz, que significa una obligación de conocer la verdad y amar el bien.
Son obligaciones porque, en el caso del ser humano, a diferencia de los otros seres, no existen automatismos que nos lleven a cumplir plenamente nuestro fin (ser felices): tenemos que obligarnos.