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Postmodernidad es modernidad sin esperanza – Ep 12

Postmodernidad es modernidad sin esperanza -BR012

Se llama posmodernidad a la forma de ver el mundo que tenemos al presente en Occidente, es decir a nuestro worldview o cosmovisión. Pero espera un momento, si estamos en la posmodernidad, ¿significa esto que ya hemos superado la modernidad? Esto sería algo muy serio, pues la modernidad, dentro de la historia de las ideas, sea posiblemente una de las épocas más importantes de la humanidad. La modernidad está, en mi opinión, a la altura de lo que se conoce, siguiendo a Jaspers, como la época axial, en los siglos 8 a 6 a.C., los siglos en que se pusieron por escrito las grandes narrativas religiosas como los Upanishads y Buda en la India, Confucio, el legalismo y la Otseda en China, la Biblia en el Levante y Zoroastro en Persia.

La modernidad es como una segunda época axial. ¿En serio que se ha acabado algo tan gigante y no nos hemos enterado? ¿Cuándo y cómo fue esto? No se vayan, porque estamos Buscando Respuestas. Buscando Respuestas, el podcast donde Bobby López explora las preguntas que la filosofía cotidiana nos propone.

Tengo que confesar algo aquí. La modernidad es mi tema favorito y lo que voy a dar a continuación es un resumen de siete líneas sobre en qué consiste la modernidad para poder entonces llegar al tema de cómo fue que empezó la postmodernidad. Primera línea.

La modernidad es una cosmovisión que se empezó a fraguar en las primeras universidades europeas en el siglo XIV, pero que tomó cuerpo en la reforma protestante del siglo XVI y triunfó definitivamente al final de la guerra de los treinta años en el siglo XVII. Número 2. Consiste en un nuevo atomismo, es decir, un convencimiento de que la verdad de las cosas está en sus componentes más íntimos más que en su posición en el todo. Número 3. En vez de buscar la verdad, se pone énfasis en esta época en buscar la certeza, cómo estar seguro de lo que conocemos, más que en tener una explicación para todo, una narrativa.

Surge así la ciencia moderna. Número 4. Su sello es el individualismo. Cada individuo tiene la obligación y el derecho de ser feliz.

La plenitud ya no es una empresa comunitaria. Número 5. La religión deja de ser un aglutinador de la vida social para pasar a ser un sentimiento privado e íntimo. Número 6. Cada persona, por lo tanto, tiene que definir lo que está bien y mal para ella.

Las normas no definen ideales, sino simplemente formas de no aplastarse entre todos. Y número 7. La política se entiende más como un contrato entre muchas partes que en el cultivo de una comunidad. Y el protagonista de la política pasa a ser, desde el siglo XVII, el Estado Nacional, en sustitución de la comunidad local.

Esta nueva forma de ver la vida, la modernidad, vino acompañada de enormes éxitos en lo económico. Esto despertó un optimismo tan grande que se llegó a creer que habíamos descubierto el secreto de la felicidad y la salvación del hombre. La fórmula consistía en aplicar todo lo que descubría la ciencia a la producción, es decir, la tecnología, unido con un respeto sagrado a las leyes.

El descubrimiento de esta fórmula del éxito trajo tanto entusiasmo que se creó un ideal de desarrollo, un convencimiento de que la humanidad sólo podía ir a mejor, siendo cada época superior a la anterior. Por eso, en el siglo XX, nadie pudo explicarse lo que pasó. Una gran guerra, que nosotros dividimos en dos, pero que la historia verá como una sola, que se batalló en todo el mundo y donde murieron 80 millones de personas, un 22% de la población que había en Europa en esa época.

Murieron en otros continentes también. Tras eso vino el miedo, con la Guerra Fría, a la destrucción nuclear. Y con esto, ya en 1968, la esperanza en la tecnociencia estaba completamente perdida, sin que haya aparecido nada que la sustituya.

Bienvenidos a la posmodernidad. La posmodernidad es, por tanto, una época de vaciedad existencial. Experimentamos entonces con distintos tipos de narcóticos culturales, el consumo en los 1950, el sexo con la Revolución Sexual de los 60, las drogas en los 70 y, en el siglo XXI, las pantallas.

Con esto, no hemos resuelto nuestros problemas de falta de sentido. Seguimos sin saber por qué vivir, pero al menos hemos logrado no tener que pensar, no tener que mirar a nuestro vacío. En conclusión, la posmodernidad no es, por tanto, lo que sigue a la modernidad.

No es otra cosmovisión. La posmodernidad es una modernidad, pero sin confianza en el desarrollo lineal y perpetuo. La posmodernidad, nuestra época cultural, es una modernidad sin esperanza.

En resumen, número uno, la modernidad es la forma de ver la vida dominante en Occidente del siglo XVII. Consiste en entender la vida desde el punto de vista individualista y pragmático, que huye de las grandes narrativas tradicionales. La comunidad es, en el fondo, un contrato entre distintos individuos con distintas voluntades que, gracias a las leyes, pueden vivir sin hacerse daño.

Número dos, esta forma de manejar la realidad vino acompañada de un desarrollo económico y social tan grande que se pensó que la humanidad, a partir de ese momento, sólo era capaz de ir hacia adelante. Número tres, sin embargo, la gran guerra del siglo XX y el miedo después a la destrucción nuclear del planeta provocaron que esa gran esperanza en el desarrollo imparable se detuviera. Número cuatro, el vacío que dejó esta pérdida de sentido ha podido ser llenado con distintos narcóticos, consumo, sexo, drogas o pantallas.

Número cinco, por lo tanto, la posmodernidad no es otra forma distinta de ver la vida que la modernidad. La posmodernidad es una modernidad a la que se le quitó la esperanza en un desarrollo automático. Gracias por escuchar Buscando Respuestas.

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Por qué las guerras mundiales fueron mundiales

Según el “Modelo de Westfalai'(1648) , cada nación es un ente independiente, igual en dignidad a las demás naciones.  Se consagró entonces el principio de “soberanía” o de que ninguna nación interferiría con los asuntos de otras naciones. Es decir, en vez de un imperio, un organismo político, con una cabeza y unos miembros, lo que hay es una gran sopa de países con pretensiones de ser iguales entre todos.
Pero este nuevo arreglo tiene un fallo mortal: cuando surgen disputas entre vecinos ya no hay un emperador al que acudir . Hay que acudir a las alianzas entre países. Y las alianzas, unidas a la tecnología que aumentaba el alcance los los ejércitos, fueron la causa de las guerras fueran mundiales, en lugar de locales. Estas guerras resultaron ser los momentos más violentos de la Historia.
Moraleja: la igualdad no es garantía de paz

Estar "a lo último" es lo primero

Uno de los mitos fundamentales de la Modernidad es el mito del progreso: como el conocimiento se acumula, cada época será mejor que la anterior.
Según esta lógica, siempre lo último será más bueno o más completo que todo lo anterior.
Por lo tanto, en la Modernidad, saber qué es lo último (en la investigación, en la publicación) es más importante que saber qué es lo verdadero.

Soy sub-humanista

Soy sub-humanista

El humanismo es una admiración por el hombre y sus capacidades, como algo único en el universo. Surgió en el siglo 16 por el deslumbramiebto ante los logros del ingenio humano. Es la fuerza motora del pensamiento occidental moderno desde entonces.
Aunque reconozco la unicidad del hombre, y no pretendo negarla (como hace la postmodernidad) creo que se entiende mejor la realidad viendo al hombre como algo no tan único, sino más proporcionado al resto de la Naturaleza.

I love Modernity

I love Modernity

Altough my self-imposed intellectual mission is to help the pass away of Modernity, I do appreciate the great contributions of Modernity (the discovery of the invidual, as the atom of the spiritual world; and the power of reason to organize the material world). I believe, however, that Modernity is a page that need to be turned already.
This world of the 21st century (and beyod) desperately needs some of the good things that lay in a non-atomistic worldwiew. Let’s go for it.

Are you forecasting? You are a Marxist

Are you forecasting? You are a Marxist

Karl Marx didn’t repudiate capitalism. He thought it was a good human invention; but was destined to collapse because of the laws of History, and give way to communism.
Marxism is more the belief in a law of History (the progress toward a comunal paradise) than a law of Economics.
As the quintaesential modernism, Marxism only considered ‘mechanical’ laws. But History is the most organic (i.e. non-mechanical) phenomenon: everything is cause and effect of everything else.
This is why predictions are nonsensical. But our survival instinct makes them indispensable.

Kant, defendiendo la fe, la mató

Kant, defendiendo la fe, la mató

Cómo nació la Postmodernidad

La postmodernidad es una pérdida de confianza en la Modernidad. Comenzó,  a manifestarse cuando se acabó la euforia de la reconstrucción, tras la Segunda Guerra Mundial. Comenzó, entonces, la Guerra Fría, surgiendo, en ella, el miedo a una guerra nuclear que destruyera completamente el planeta.
El pesimismo que trajo la rotura del mito del progreso indefinido fue ahogado con los narcóticos de las siguientes actitudes:

1. Pacifismo : ninguna guerra vale la pena ser luchada, por principio.

2. Ecologismo pesimista: el hombre es un peligro o, al menos, un estorbo para la naturaleza

3. Ludismo, o búsqueda del entretenimiento como la única forma asequible de felicidad.

Esto incluye:

a) el sexo como diversión, y la pornografía;

b) las drogas para manejar el ánimo;

c) los video juegos y, últimamente,

d) la addicción a series de TV.

La contemplación de estos síntomas, por quién está fuera de la Civilización Occidental, llevan a percibirla como decadente.

My personal mission statement

My personal mission statement

My mission, in the intellectual realm, is to help to turn the page of Modernity as a 600 year-long epoch in the history of ideas.
Some of the weapons I use in this endeavor are, however, quite modern: revolutionary utopism, and irreverence. And some are postmodern, like hyperbolic headlines, and bit-sized thoughts.
Wanna help? Think, and talk, along the lines of this blog (and choose your own weapons).

No somos ecologistas, sino pluralistas

A pesar del surgimiento reciente del ecologismo, no estamos en una cultura ecológica sino pluralista: No creemos que el todo (el ecosistema) es el que da sentido a las partes y es mayor que ellas, sino que consideramos que el todo es la suma, la yuxtaposición de muchos individuos, animales, vegetales y humanos.