Todos somos mujeres
Por millones de años todos los seres vivos se reproducían solos, no existía el sexo, todos eran hembras, que se clonaban en sus hijas. Mucho después, se inventaron los machos para crear diversidad genética que permitiera aguantar la descomposición que las mutaciones provocan. Una vez que se separaron los vivientes en machos y hembras, se especializaron. Los machos, así, pueden ser definidos como unas hembras estériles especializados en la consecución de recursos.