La forma de organizar la economía que tenemos en Occidente y que se conoce como capitalismo, pareciera estar funcionando, porque ha producido un crecimiento en la cantidad de bienes nunca antes vista. ¿Pero es esto un éxito del capitalismo? Si medimos el éxito en términos de producción ya estamos usando una medida sesgada, pues el capitalismo y el socialismo son sistemas para maximizar el output. ¿Pero es esto lo que debemos buscar en nuestra forma de organizarnos los humanos? ¿Y si no es maximizar lo producido? ¿Qué debemos entonces estar buscando como sociedad? No se vayan porque estamos buscando respuestas.
Buscando respuestas. El podcast donde Bobby López explora las preguntas que la filosofía cotidiana nos propone. Y vamos a empezar con tres definiciones.
En ciencias sociales siempre hay que definir lo que uno va a hablar, porque hay muchas formas de entender un fenómeno. No está tan claro como en otras ciencias más físicas. Vamos a definir qué es la economía, vamos a definir qué es el capitalismo y vamos a definir qué son las corporaciones.
¿Qué es la economía? La economía es la forma en la que los humanos se organizan para conseguir los insumos que necesitan para vivir. Forma de organizarse para conseguir los insumos que necesitan para vivir. En el caso de los animales, estos insumos son más sencillos.
Comida, refugio, apareamiento. En el caso de los insumos, perdón, en el caso de los humanos, estos insumos pueden ser tan sofisticados como que necesitan que alguien nos ayude a encontrar el sentido de la realidad o de la vida. Pero en esencia, economía es la forma en la que colaboramos para lograr este fin de conseguir los insumos.
Estos inputs pueden ser individuales o colectivos. Como por ejemplo de colectivo, necesito que la gente que vive a mi alrededor sea confiable. Es un insumo bien importante para vivir el entorno, para el ser humano.
Para todos los animales el entorno es clave. El ser humano es un animal que configura con mucho cuidado su entorno, crea su entorno. Los animales como que viven en un entorno y están adaptados perfectamente a él.
Nosotros los humanos tenemos que “craft”, que “esculpir” nuestro entorno, y esto nos da una naturaleza bien especial, o nos configura nuestra naturaleza de una forma bien especial. Necesitamos que nuestro ambiente esté de una determinada forma para poder vivir. Por ejemplo, Otro insumo colectivo que necesito es, necesito que la gente de mi alrededor me ayude a criar mis hijos.
Creo que queda claro lo que es la economía; que ha existido siempre desde que hay humanos. Tenemos que definir ahora el capitalismo, que es una forma de organizar la economía. El capitalismo es una forma de organizar la economía que surge principalmente desde el siglo XVII y consiste en un énfasis en lo material.
El valor que se quiere conseguir, los inputs que se quieren consumir, se definen casi todos ya en términos materiales. La economía al principio es la forma de conseguir que los países acumulen más oro, después será más dinero, después será más crédito. Pero aparte de este énfasis en lo material, hay algo más específico que define al capitalismo.
Parece que es un sistema muy definido y que la gente tiene toda la opinión sobre él y no pareciera que simplemente es la economía donde hay más énfasis en lo material como que sea una buena definición. Bueno, mi definición del capitalismo es un sistema económico con énfasis en lo material o con preeminencia en lo material que gira alrededor de una institución humana que se llaman las corporaciones. Las corporaciones.
El capitalismo no es un sistema que gira alrededor de una institución humana que se llaman los mercados. Eso no es una buena definición de capitalismo para empezar porque los mercados han existido desde que existen hombres. Sistemas de intercambio han existido desde que existen hombres.
Lo único propiamente capitalista que existe con respecto a los mercados es que en el capitalismo casi todo puede ir a un mercado a ser cambiado por dinero. Eso sí es bien propio del capitalismo. El tema de la mercantilización de casi toda la actividad humana.
Se le puede poner precio a cualquier cosa. En tercer lugar, para poder redondear mi argumento necesito definir lo que son corporaciones y definirlas como un invento netamente moderno. O sea, que no es cualquier compañía o agrupación de hombres o asociación que han existido por toda la historia para hacer cosas juntos.
La corporación es algo bien especial. Vamos a definir las corporaciones como aquellas compañías o asociaciones de hombres o personas que cumplen con estos cuatro carácteres. Número uno, son de una forma u otra de responsabilidad limitada.
Que es un concepto que se puso de moda un poquito antes, en el siglo XV. Donde los dueños no son responsables por todas las pérdidas de la empresa sino tan solo por la cantidad de capital que cada uno haya aportado en ella. O si son un solo dueño, pues la cantidad de capital que haya aportado.
Es decir, una relación medio asimétrica porque el dueño es dueño de todas las ganancias pero solo es dueño de las pérdidas que la compañía tenga hasta la misma cantidad que la aportó originalmente. Y pierde más. Al que se le va dinero se echa.
O sea, responsabilidad limitada. Que son ahora mismo la mayoría de lo que nosotros conocemos la mayoría de las empresas modernas que conocemos la inmensa mayoría son corporaciones. La responsabilidad limitada.
La tercera característica que tienen las corporaciones es un formato muy curioso. Una forma extraña de ser dueños bien diferentes a la concepción natural del dueño de una cosa que la saca adelante y la empuja y la cuida. Los formatos de los dueños de las corporaciones modernas que son los accionistas, los inversionistas son dueños remotos, dueños efímeros, dueños mercenarios, volátiles.
¿Por qué digo esto? Porque este formato de corporación de hacerse dueño comprando acciones simplemente invirtiendo una cantidad de dinero lo que hace es que la gente pueda ser dueño de muchas empresas distantes y pueda, sobre todo de una forma bien curiosa, entrar a ser dueño y dejar de ser dueño con una simple transferencia con una simple transacción. ¿Cómo se corre la empresa entonces si los dueños están ausentes, remotos? ¿No están dirigiendo las operaciones? ¿Cómo funcionan las empresas entonces? Bueno, aparece esta tercera característica de la corporación que es la gerencia que son unos, en papel, unos empleados que se encargan de contratar y mandar a los otros empleados y correr las operaciones. Tenemos entonces en las corporaciones algo bien raro que son unos dueños que no son dueños y unos empleados que no son empleados.
Esto en teoría de negocio se llama el agency problem, no sé cómo se dice en español, que es cuando un problema que tiene el capitalismo donde los que mandan en las empresas, la gerencia, realmente no tienen los mismos intereses que los dueños legales de la empresa que son los accionistas. Entonces eso da lugar a una serie de comportamientos raros que lo vemos en su momento en estas corporaciones. Y llegamos con esto a la cuarta característica de las corporaciones, la más importante y la más difícil de entender, que consiste en que las corporaciones son sistemas mecánicos de trabajo, que es un sistema mecánico.
Es un sistema donde, es un concepto bien abstracto, un sistema, cualquier parte relacionada, cualquier conjunto de partes relacionadas entre sí. Un sistema mecánico es un sistema donde la información y la energía fluyen desde la cabeza hacia las partes del sistema, desde el centro hacia las partes del sistema. En contraposición, para entenderlo mejor, porque así dicho no se entiende del todo, se entiende mejor cuando se pone en contraposición con un sistema orgánico.
Un sistema orgánico es donde cada parte tiene la información de lo que tiene que hacer y cada parte procura para sí misma la energía necesaria para hacerlo. Es decir, cada parte es autónoma. El paradigma de un sistema orgánico son los organismos naturales, la vida, donde cada célula sabe lo que tiene que hacer y se dedica a buscar la energía necesaria para hacerlo y lo hace.
Pero no usan la cabeza los sistemas orgánicos. La cabeza, vamos a quitar por un momento al hombre, que es un animal medio especial, la cabeza en los sistemas orgánicos lo que hace es recibir la información de todas las partes y enviarla a las partes interesadas para que hagan su función. La cabeza, dejando al lado el organismo humano, no le dice a los miembros lo que tienen que hacer, porque ya los miembros lo saben.
La cabeza no da órdenes. En los sistemas vivos no hay órdenes, solo hay facts, solo hay hechos, datos que se pasan, información. La orden, el comand, es un fenómeno completamente humano.
Pues bien, ¿en qué sentido se dice que las organizaciones, perdón, que las corporaciones son organizaciones mecánicas? Se dice en el sentido de que la información viene de la cabeza a los miembros, hemos dicho que es la definición del sistema mecánico. Sube de los miembros a la cabeza una información de baja calidad que se llama el feedback, simplemente un sí o un no de si la tarea fue hecha. Y la energía, en este caso de las corporaciones, el dinero, que es lo que mueve los objetos, en el caso de las corporaciones es lo que mueve los objetos, pues fluye también desde la cabeza hasta los miembros.
Todo el dinero lo ponen los dueños, los gerentes, los gerentes a los trabajadores y a los otros stakeholders, a los otros miembros, suplidores, etc. Uno podría pensar, bueno, pero ¿esta no ha sido así la forma humana de trabajar siempre de toda la humanidad? La respuesta es no, que es importante porque mucha gente no está aware de este hecho. Esta forma de trabajar mecánica fue inventada con el capitalismo.
El trabajo salariado por hora fue inventado por el capitalismo. El trabajo salariado, es decir, les contando artesanos antes del capitalismo, consistía mayormente en trabajo agrícola, incluso en épocas feudales, que son las más mecánicas que hemos tenido. En épocas feudales han tenido todas las culturas, desde la composición de un rey en pequeños warlords, o en pequeños señores feudales, etc.
Los agricultores, incluso en esas épocas, trabajan, incluso los que trabajan en formato de servidumbre, incluso los siervos, no vamos a entrar en los esclavos, que sí es un trabajo mecánico, pero hasta los siervos, que son los agricultores que no se pueden mover de la tierra, comían de lo que lograba sacar cada uno de su propiedad en la que vivían, después de haber pagado al señor la parte que le correspondía, en el caso de los siervos. Pues bien, cuando llegó el capitalismo, que coincidió con la revolución industrial, es decir, la invención de máquinas para trabajar, se inventó lo de pagar a los asalariados por hora, que quiere decir, y esto es muy fuerte, por estar, no por producir, por estar. Te pago por cada hora que estés en mi fábrica.
Esto fue una novedad increíble, pero tiene todo el sentido económico, porque en ese momento que se estaban inventando las factorías, las factorías eran casas pobladas de máquinas, y estas máquinas necesitaban que la gente las atendiera, que personas las atendieran, le pusieran los insumos encima, le quitaran el output del lado, etc. Y como costaba mucho más las máquinas que las gentes, tenía sentido pagar a gente para que simplemente estuviera al lado de la máquina. Pues bien, este sistema de salario por hora, de salario por estar, sigue hasta nuestros días.
En Europa, en Estados Unidos, el 86% de la gente que trabaja, trabaja como empleado, es decir, empleados mecánicos, el resto son gente que trabaja por su cuenta y dueños, o sea, incluyendo dueños de empresas. La mayoría del trabajo que nosotros conocemos es trabajo mecánico de personas que trabajan como pieza de una máquina. Bueno, llevamos ya catorce minutos de podcast y solo nos ha dado tiempo a explicar qué es el capitalismo, que es un sistema económico materialista y mecanicista.
Pero no nos ha dado tiempo a explicar qué hay de malo con esto, qué hay de malo con que la economía se ocupe tan solo de cómo generar riqueza material y no otros tipos de riqueza, como la social, la emocional, la riqueza de significado, etc. Bueno, esto vamos a tener que verlo en un episodio aparte. Pero sí quiero responder en lo que queda, en el minuto que queda, tan solo a esta pregunta.
¿Y el comunismo? ¿Difiere en estos sentidos del capitalismo? La respuesta es no. El comunismo es un capitalismo sin mercados. El capitalismo, sin embargo, no es una economía de mercado, como vimos.
Los mercados preceden el capitalismo. El comunismo es un hermano del capitalismo. Es un experimento hecho sobre el capitalismo, pero sin cambiarle su esencia, su DNA, que es materialista, corporativista y mecanicista.
Pues bien, estos tres rasgos se mantuvieron durante el experimento social que fue el comunismo. Fue un experimento riquísimo en términos de lo que aprendimos de política como manejo de poder, pero no agitó el agua, no fue suficientemente radical en lo que respecta a la economía, simplemente por haberle, haber seguido tras un rasgo accesorio del capitalismo y no haber apuntado a su médula. Bueno, repasando antes de irme.
Hemos hablado en este programa, en este podcast, de qué es un sistema económico y hemos definido, en concreto, el capitalismo como un sistema económico con un sesgo hacia lo material que gira desde el punto de vista institucional no alrededor de mercados, sino alrededor de las corporaciones que son como una especie de hombres mecánicos que hemos creado con nuestras leyes con la novedad de que tienen dueños remotos intercambiables, reemplazables y que los empleados son contratados para que formen una máquina humana. Esto mismo ocurre con el socialismo. Tenemos que preguntarnos para concluir.
¿Debemos experimentar con un sistema económico distinto? ¿Cómo debiera ser la próxima iteración de nuestro proceso de mejorar el mundo? No se pierdan el próximo episodio de Buscando Respuestas.
https://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpg00Bobby A Lopezhttps://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpgBobby A Lopez2024-02-25 16:02:122024-06-29 14:19:41Capitalismo y Comunismo dos hermanos en el materialismo - Ep 25
¿Necesitamos gastar toda nuestra infancia y juventud preparándonos para vivir? ¿cuántos años de educación son necesarios para poder ser útil y poder mantenerse? ¿hasta qué edad un padre debe hacerse responsable por sus hijos?
La vida en la tierra tiene unos 4 mil millones de años de historia. Hagamos esto equivalente a las 24 horas que tiene un día, comenzando a las 12 de la noche. Con esta equivalencia podríamos decir que, al anochecer de ese día, entre las 7 y las 8 de la tarde/noche apareció sobre la tierra una de las grandes tecnologías biológicas de todos los tiempos: el que los padres cuiden de sus crías. Durante todas las 19 horas anteriores, cada animal se criaba a sí mismo, sin necesidad de padres que los cuidaran.
Ahora bien, si la Naturaleza está tan empeñada es que se maximice la vida sobre la Tierra (y más allá, como diría Bud lightyear), ¿por qué hace que aparezcan unos seres que en vez de seguir buscando recursos para seguir procreándose, “invierten” tiempo y energía en cuidar sus crías, que en ese momento no eran tan complicadas? ¿qué sentido evolutivo tiene el meterse en esta complejidad, en este consumo grande de energía, de tiempo?
Vamos a buscar el sentido biológico de la de la educación, para ver si estamos bien, según este criterio.
¿Qué sentido biológico tiene la educación?
Podemos entender la educación como la forma humana del “parental investing” que tienen los animales complejos con sus crias. Es decir, podemos entender la educación como una forma de preparar a las crías para la vida.
El sentido evolutivo de esto es igual que el del sexo y otras complejidades que desarrolla la Evolución. Esta complejidad de cuidar a otra vida, además de la de uno, tiene el sentido de aumentar la capacidad de la nueva vida de adaptarse a nuevos y más variados ambientes.
Hay especies que invierten cero energía en sus offspring después de que nacen. Por ejemplo: la tortuga marina (que deja sus huevos en la arena), y en general muchos insectos, peces, reptiles y anfibios.
Al otro extremo del espectro, están los animales que ayudan mucho a sus crías a que echen adelante, como son:
Orangutanes, pingüinos emperador, Chimpancés, killer whales y el elefante, que tras un embarazo de 2 años, mantiene a su cría por 7 años.
Pero el ganador de todos los animales en cuanto a parental investing es el humano, que a al presente mantiene a sus crías por 20 años
¿Cuál es el sentido de mantener crías, en lugar de dejarlas vivir y poder así criar otras? Estos animales más complejos necesitan más tiempo para desarrollarse plenamente. Por ejemplo, las crías humanas durante el primer año no son capaces no de caminar. Pero si sus padres le ayudan, son luego capaces de lograr niveles de adaptación al ambiente muy altos.
Y ¿para qué son esos periodos de crianza? Además de vivir de los padres, es decir, alimentados y cuidados por ellos. ¿qué se hace durante la crianza? El sentido de la crianza, en todos los animales que la practican, es que sus crías aprendan a vivir mejor, antes de empezar propiamente a vivir.
¿Cómo se educan los animales mientras se crían? Observando e imitando y recibiendo feedback de los adultos del grupo.
Y en los animales sociales, hay una forma de aprender a vivir que es el jugar ¿Que es jugar? practicar a vivir. Vivir, pero sin sufrir las consecuencias completas de sus acciones. Si en un juego tu adversario, tu hermano, por ejemplo, se te escapa, como quiera tu comes ese día. Y, si te agarran en un juego, no te devoran.
Los humanos, por haber desarrollado el lenguaje, pudieron desarrollar formas muy sofisticadas de educar a sus crías, sin tener que limitarse a imitar lo que ven hacer a su mayores.
Podemos decir que la educación más básica humana consiste en aprender a conseguir comida a base de observar a los mayores y aprender a vivir bien a base del story telling.
Con está base sobre el sentido biológico de la educación podemos hacer algunas observaciones sobre cómo vivimos a la presente esta ‘obligación natural’ de educar a nuestras crías.
Lo primero que vemos es que nuestra educación se concentra demasiado en ‘dar información’ al estudiante. Pero ¿Es el conocimiento de información lo más importante para prepararse para vivir?
Se me ocurren varios argumentos en contra de enfatizar el traspaso de información, este ‘impartir conocimientos’ típico de la educación tradicional, como la forma primaria de educar:
Lo útil para vivir podría ser saber dónde está la información. Pero, ni eso ahora es útil que toda la información se consigue en el teléfono de cada uno
Más útil para la vida es son las habilidades complejas, se cómo tratar a las personas o cómo organizase el tiempo, en general, tomar decisiones. Pero estas habilidades complejas (donde hay tres o más causas simultaneas) no se resuelve con información. No tienen solución tan solo aproximaciones, que se seleccionan porque alguien ha tenido éxito con ellas. Es decir, los problemas complejos los resolvemos imitando a los que han tenido éxito. Y esto no se consigue más que observando la realidad, primeramente a nuestros papás
Y más útil aún es aprender a valorar las cosas, es decir, a darles valor relativo a otras. Es decir ¿cuán importante es dar las gracias vis a vis otras muchas posibilidades que uno tiene como: guardar lo recibido empezar a comérselo etc. Esto es lo que típicame te se llama ‘tener valores’ aunque todos tenemos valores. Lo importante es que esos valores nos lleven a tomar las decisiones justas, que son las que armonizan nuestro bien con el de los demás.
Si esto es así, si recibir información es de muy poca utilidad y las cosas más importantes no se enseñan escuchando sino viendo e imitando. Si esto es así, estamos perdiendo el tiempo dedicando 20 años de nuestra vida a educarnos. Sería mucho mejor que empezáramos a vivir y, simplemente asegurarnos que las experiencias que vivan los jóvenes sean lo más enriquecedoras posibles.
Si le fuéramos a poner patitas a esta crítica, para que la entendamos mejor, la educación formal solo sería hasta los 11 años. Y consistiría mayormente en grupos de niños acompañados por un adulto no muy adulto, paseando por la ciudad entrevistando y observando a distintos tipos de personas: amas de casa, oficinistas, moribundos, deportistas, ancianas, huérfanos, candidatos a trabajar, etc. Y entre medio, escuchando las historias de nuestros antepasados. Y jugando, jugando mucho, en sus dos vertientes de competir y de role playing, de juego de roles.
Pero ¿y los skills y las destrezas? Las destrezas las aprenderemos en el lugar donde se vayan a usar, y las que se vayan a usar. Y estas destrezas, las estaremos aprendiendo durante toda la vida, y la sociedad será una enorme máquina de enseñar a vivir, pero no, como ahora, antes de vivir, sino, como deber ser, aprenderemos a vivir viviendo.
Pero, ¿cómo fue entonces, que tratando de enseñar destrezas, nos convencimos de que hacen fata 20 años de aprendizaje para vivir? ¿cómo nos engañamos de esta forma? Nos engañamos cuando la educación se convirtió en un social signaling ¿Qué es un social signaling, las señales que usamos para decirle a los demás lo poderosos que somos, como es el ladrido en el perro. Normalmente esto se hace con los gastos suntuosos, en ropa, auto y en general apariencias. Cuando la educación empezó a usarse como una forma de transmitir tu status, entra entonces, el ciclo vicioso del social signaling: cuando todo el mundo alcanza un cierto status, yo necesito tener más que los demás para destacar, como ocurre en las bodas de las hijas, que me impulsan a gastar más y más dinero, pues la medida justa, es tan solo que supere a los demás.
Pues lo mismo pasó en la educación, que entró en una espiral inflacionaria, donde nos llegamos a convencer que una persona no estaba preparado para vivir hasta que hubiera estado estudiando media vida, y resultando que todo lo que los jóvenes pueden hacer por el mundo, quedó encerrado en salones de clases y salones de fiestas.
EN RESUMEN
El dedicarle tiempo a preparar a las crías para vivir el algo tan reciente que apenas tiene 600 millones de años, y revolucionó la capacidad de algunas especies de adaptarse a nuevos ambientes y nuevos estresores.
La educación en su sentido biológico consiste en observar e imitar a los mayores.
Con el descubrimiento del lenguaje, los humanos pudieron transmitir muchos más conocimientos a sus crías, pero hasta tal punto que llegaron a a creer que educarse en recibir la mayor cantidad de información, dejando a un lado los soft skill que son los más importantes para la vida: conocer el valor de las cosas y saber armonizar los distintos bienes que uno debe conseguir, algo que no se consigue con información.
Cuando, después de la Ilustración, la educación se hizo un commodity de consumo masivo, empezó a usarse como social signaling y entró en una espiral inflacionaria que tan solo de detuvo con la gran crisis del 2008 y luego el Covid.
Tenemos por tanto que armarnos de valor y empezar a desmontar este complejo sistema hacernos valiosos, y volver a dejar que sean nuestros deeds, nuestra hazañas, las que nos den valor ante los demás.
https://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpg00Bobby A Lopezhttps://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpgBobby A Lopez2023-03-17 03:28:272024-03-05 16:08:11Edúcate menos y juega más - Ep 22
Al momento de producir este podcast, en el año 2023, hay en Occidente un fuerte debate cultural alrededor del género o sexo. Empezó como una búsqueda de un apropiada “equidad de género” en la esfera pública y económica, pero rápidamente fue llevado a un debate sobre “igualdad de género”, es decir, sobre si el género es binario, y sobre el matrimonio de parejas del mismo sexo. En el fondo, lo que se está debatiendo aquí es la vieja pregunta de la modernidad ¿es el hombre un producto de la Naturaleza o de la Cultura? El hombre como lo conocemos ahora, ¿nace o se hace? ¿nature or nurture? Natura versus cultura
Muchos de los episodios de este podcast van a ir en la dirección de invalidar, de denunciar como falsa o impropia, esta dicotomía entre naturaleza y cultura. Vamos a ir viendo poco a poco como la cultura es un producto de la Naturaleza, que florece en animales sociales, y sobre todo en animales libres.
En otros episodios vamos a hablar de las batallas culturales, y del invento moderno de las ideologías, que convierten los debates en guerras., al sacralizar y absolutizar los términos del debate. Pero, ese momento no es ahora. No vamos a hablar de teoría de género, sino de la práctica del sexo, de la historia de la reproducción sexual.
Al igual que hicimos con la Moral en otros episodios, vamos a abrir nuestros ojos al orden que la Naturaleza está tratando de imponer en la biosfera, de forma que esto no ayude a vivir vidas mejores, donde los conflictos que vivamos sean los necesarios, es decir, los que nos hacen ser mejores.
Entonces, hechas estas aclaraciones, preguntémonos ¿Cuándo ocurrió esta mutación de que algunos seres necesitaran otro individuo para reproducirse? ¿Por qué esta complicación, cuando hasta entonces cada uno se reproducía a sí mismo felizmente? ¿Qué es lo común a todos los machos que se inventaron en ese momento?
No se vayan porque estamos
… buscando respuestas.
Hace 4,000 millones de años se formó la vida sobre la Tierra. Al principio, por 2,000 millones de años, solo existían organismos unicelulares, muy primitivos.
La forma de reproducción de estos organismos era tan solo por división, es decir, cada organismo produce sus propias hijas, a base de hacer un copia de sí mismos, dividiéndose en dos. Se puede decir que todos los seres vivos por los primeros 2,000 millones de años, por la mitad de la duración de la vida en la Tierra, eran hembras. No existían los machos
Al cabo de ese tiempo, algunas de las células empezaron a desarrollar núcleo. Parece ser que se tragaron a una bacteria, que se quedó simbióticamente, como parte de ellas, y se especializó en el cuidado del DNA. El DNA en una gran molécula que está en todas las células y que contiene un código sobre cómo ha de comportarse ese organismo, en este caso, esa célula. Este libro, tan importante, se recibe de la mamá en la mitosis (el nacimiento)
El núcleo de la célula es como capsula o bóveda donde se guarda el gran libro del DNA, y, siguiendo ese libro, se fabrican las proteínas que necesita la células. Y las proteínas son la moléculas que hacen que se mueva todo en la célula: son los trabajadores de esa factoría que es la célula.
Hace tan solo 1,000 millones de años, es que se inventa la reproducción sexual. Consiste en que algunos organismos , posiblemente en los corales, en vez de hacer hijas copiándose a sí mismas, deciden mezclar material genético, el DNA, de dos individuos. al poco tiempo empezó la diferenciación sexual, entre machos y hembras cada uno con características morfológicas distintas.
Lo más característico de las hembras (animales o planta) es:
Que tiene estructuras para criar a un cigoto
Que sus semillas son muchos más grandes pues están llenas de nutrientes y capas protectoras para permitir el primer desarrollo embrionario.
Se podría decir que, en general, lo que caracteriza a los machos es:
Tienen estructuras orgánicas para pasarle su semilla (gametos) a la hembra.
Estas semillas son muy pequeñas, en comparación con las de la hembra (granitos de polen o esperma)
Son estériles, en el sentido de que no pueden criar a un cigoto
En los machos animales, se puede decir que toda la energía que se ahorran por no criar, la emplean en aumentar su capacidad de conseguir recursos, pues la testosterona los hace más resistentes al stress y más agresivos
Y los machos, tanto de plantas como de animales, tienen a tener mucho menor “parental investment” en sus crías. Esto tiene a provocar que la mayoría de los machos maximizan su probabilidad de perpetuarse a base de aparearse mucho, mientras la hembra lo tiene que hacer a base de aparearse “bien”, de escoger el mejor macho (el que tenga mejor capacidad de sobrevivir). Esto se llama “sexual selection” y se da tanto en los animales como en las plantas.
Ok. Ya hemos visto cómo nació el sexo, que es bastante interesante, pero no tan interesante como este gran misterio: ¿para qué nació el sexo?
El primer problema del sexo, es que requiere que la mitad de los individuos se hagan estériles: es decir, se hagan machos, que no pueden incubar a su cría.
Y el segundo es todo el consumo energético que requiere la reproducción sexual, sobre todo en encontrar una pareja compatible y en lograr la copulación, y luego toda la energía que conlleva producir polen o semillitas de más, para asegurarse que al menos dos sobrevivan, para reemplazar a los papás.
Otro misterio del sexo es por qué es binario, es decir que la Evolución exige que sean un macho y una hembra los que aporten material genético y no se el sexo trinario o multitudinario, excepto en algunos pocos hongos
Y otro dato curioso es porqué los nacimientos en el naturaleza, de plantas y animales, siempre tienden a producir el mismo número de hembras que de machos.
¿Qué lecciones de vida podemos sacar de este comportamiento tan llamativo de la naturaleza al inventar el sexo? ¿Por qué el sexo y para qué?
En primer lugar existe la ventaja evolutiva que tiene el probar recombinaciones de genes, pues pueden dar lugar a nuevas y mejores formas de enfrentarse al ambiente.
Es decir, vemos que la evolución muestra una tendencia a producir cada vez organismos más complejos. ¿por qué la Evolución incentiva la aparición de organismos cada vez complejos, con todo el costo energético que esto supone, en lugar de quedarse generando trillones de organismos unicelulares? Bueno, esto es una pregunta para filósofos, y no para científicos, pues los científicos suponen el orden de la naturaleza, no se lo cuestionan.
Como filósofos, como pensadores abstractos, podemos intuir que la naturaleza están buscando que la Vida logre una mayor capacidades de adaptarse a su ambiente, y esta continuamente experimentando.
Mi intuición personalísima, es que la Naturaleza está preparando a la vida para que pueda extenderse por todo el Universo. Pero esto es una intuición, lo que significa que no está basada en ningún razonamiento, por la que, por ahora, la dejamos fuera de este podcast.
En resumen:
Hace tan solo mil millones de años, algunos individuos empezaron a experimentar en mezclar material genético de otros individuos para dejárselo a sus crías.
Esta forma de reproducirse, aunque muy complicada y costosa, comparado con el hacer copias de uno mismo, tuvo la ventaja de permitir la experimentación de rasgos distintos en la crías, lo que aumentaba la capacidad, global no individual, de conseguir mejores formas de vida.
La esencia de ser macho, consiste en poder poner lanzar sus semillas fuera de sí con precisión. Y tener la energía -por su esterilidad- para moverse más en la búsqueda de recursos.
¿para qué inventa la naturaleza una forma de complicada de reproducirse? Pareciera que la naturaleza tiene prisa por inventar –con este sistema- mejores formas de vida que se adapten mejor a nuevos ambientes, que es lo que hacen los seres más complejos. Quizá la naturaleza se está preparando para llevar vida al resto del universo.
https://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpg00Bobby A Lopezhttps://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpgBobby A Lopez2023-03-04 22:36:492023-03-04 22:36:52Historia de las relaciones sexuales (Ep 21)
En el episodio 2 de este podcast analizamos la historia del miedo a la tecnología Ya los griegos se estremecían imaginando autómantons, hombres de metal, con una fuerza invencible Pero ahora las últimas tecnologías de inteligencia artificial no aumenta la fuerza del hombre, sino que parecen sustituir y superar su inteligencia ¿Cuánto miedo debemos tener a la inteligencia artificial? ¿Puede dejar al hombre obsoleto? ¿Hemos dado un paso del que nos vamos arrepentir grandemente en un futuro muy lejano?
No se vayan, porque estamos … buscando respuestas
Para responder esto, primero debemos de dejar claro cuánto miedo debemos tener a la tecnología en general. Luego debemos distinguir entre tecnologías materiales y tecnologías de información, para ver porqué estas últimas nos dan especial intranquilidad. Al final, tendremos que responder a qué es lo propio del hombre, para ver si la tecnología nos va a reemplazar o dejar obsoletos.
Lo primero que debemos entender es por qué la tecnología en general nos produce miedo.
Tecnología es cualquier aumento artificial y externo en la capacidad del hombre. Es cualquier artificio que aumente nuestro poder. Las herramientas son tecnología, pero también lo son las armas. Y con esto entendemos por qué la tecnología nos despierta a la vez miedo y deseo; ganas de tenerla cerca y lejos. Porque la tecnología es una aumento del poder del hombre y el hombre a veces es bueno y a veces es malo; por lo cual, el aumentar su poder es bueno y es malo.
De hecho la tecnología, por ser una construcción artificial, apenas está sujeta a los mecanismos de control y balance que tiene la naturaleza sobre el poder de la criaturas. Y con tecnología, el humano es capaz de infligir daños completamente desproporcionados a su poder natural.
Hasta el siglo 19 la mayoría de las tecnologías eran materiales: herramientas que aumentan el poder físico del hombre: de levantar, de cavar, de lanzar.
A partir del siglo 19 empezaron a desarrollarse tecnologías de información, que son herramientas que aumentan la capacidad del hombre de procesar información, por ejemplo la capacidad de comunicarse, de enterarse, o de tomar decisiones informadas. Se habían desarrollado antes tecnologías de información, como la escritura, el papel, y la imprenta. Pero fue en el siglo 19 que se inventó la radio y el teléfono, y en el siglo 20 las computadoras. En esos años todo se veía positivo. De hecho se llegó a creer que finalmente las computadoras nos podrían liberar de todos nuestros males: la ignorancia e incluso del dolor.
Pero, cuando, a finales del siglo 20 se inventó el internet, y a comienzos del siglo 21 se inventaron las redes sociales y los teléfonos celulares, el poder de la tecnología (el poder del hombre) se hizo tan grande que el miedo empezó a desplazar el entusiasmo, la tecnofobia empezó a desplazar la tecnofilia
Hasta el siglo 21, el miedo a las tecnologías se concentraba en el miedo laboral, el miedo a que se perdieran puestos de trabajo. Este miedo no tiene mucho sentido económico, pues en el macro la riqueza depende de lo útil o valioso del output, de lo que se haga, no de quien ponga el input.
Con las tecnologías de las redes, las tecnologías de conectar gente (internet, redes sociales y celulares) , nuestra capacidad de mentir se agranda, las histerias colectivas se hacen cotidianas, las adicciones a los juegos y las pantallas llegan más lejos que ninguna otra adicción anterior.
Entramos por tanto, en estar tercera década del siglo 21 con una cierta aprensión a las tecnologías, no ya por el supuesto miedo a que se pierdan trabajos, el más débil de los miedos, sino por el daño que hacen las tecnologías de información en redes: los daños de guerras ideológicas, de adicciones.
Y con esto llegamos al más reciente episodio de esta relación bipolar de los humanos con la tecnología. Entramos en la tercera década del siglo 21, con una mente ya miedosa, y ante ella aparece, casi sin anunciarse, la primera manifestación popular de la inteligencia artificial: los robots de dialogar, como el ChatGPT o Bard, o los robots para hacer pintura o música.
Esta tecnología de Inteligencia Artificial, en este momento, tras las experiencias de del siglo 20, tras las experiencias de las dos primeras décadas el siglo 21 tiene el poder de perturbar profundamente al hombre. Y un espíritu perturbado es un espíritu que está buscando respuestas, y este es el público favorito que busca este podcast
¿Qué respuestas está buscando ahora el espíritu humano? ¿qué es lo que le inquieta ante esta nueva tecnología?
En mi opinión, una de las cosas más inquietantes de esta tecnología es que nos hace dudar de nuestra propia identidad. Nos hace preguntarnos ¿qué es en el fondo el hombre? ¿en qué radica su valor? ¿qué es lo que lo hace ecológicamente tan único? O, más existencialmente, ¿seremos reemplazados por máquinas? O ¿seremos convertidos en máquinas o mezclados con ellas? ¿es cierto que podremos incluso vivir para siempre, si nos convertimos a formato digital?
Bueno, no nos interesa profetizar el futuro, pero sí plantearnos la pregunta de identidad: qué es lo propio del hombre, que es lo que, sin ello, no podemos llamar “humano” a un ser.
La cultura occidental, que yo llamo griega o helénica, ha creído por muchos siglos que lo propio del hombre era razonar, es decir, procesar información. Que lo propio del hombre es su inteligencia: la capacidad de pasar de una verdad a otra desconocida. Aristóteles, en su Metafísica, define al hombre como animal racional.
En Occidente, sobre todo desde el surgimiento en el siglo 17 de la Ciencia, que es una hiperracionalidad, estamos convencidos que razonar, pensar, elucubrar, analizar … es lo que nos hace humanos.
Y la cosa se puso peor a mediados del siglo 18, cuando hubo cuando hubo el único intento más o menos serio de combartir el racionalismo. Me refiero al Romanticismo, entre mediados del siglo 18 y 19. Este movimiento murió, con apenas un siglo de vida, por la fiebre política en la Europa tras las revoluciones del 1848. Pero el romanticismo dejó en nuestra cultura la intuición de que hay algo divino o, al menos, sobre-humano en la capacidad de provocar las emociones que produce la belleza, sobre todo la del arte y la Naturaleza. Y todavía al día de hoy, pensamos que una obligación de todo gobierno es fomentar el cultivo de las artes, de la música clásica, porque sin ellas seríamos humanos incompletos.
Pues bien, resulta que, al presente, la inteligencia artificial está ya produciendo productos artísticos, dibujos, pintura, música, películas, que son superiores al performance de muchos artistas.
Pues bien, Si esto fuera así, si lo propio del hombre fuera su capacidad de razonar o de crear belleza, entonces, tenemos base para pensar que podemos llegar o a la irrelevancia o a la singularidad. La singularidad es una profecía que dice que, cuando el inteligencia artificial supere a la inteligencia humana, la nueva inteligencia artificial será diseñada, no por humanos, sino por la Inteligencia Artificial existente y se iniciará un proceso explosivo de aumento en las capacidad de los robots que no podemos ni imaginar a dónde nos llevará.
¿Qué tenemos que decir ante esta posición? ¿Pensamos que el hombre puede perder su identidad o caer en la irrelevancia a causa de la inteligencia artificial?
Podríamos tratar de responder a esto a nivel ciencia de cómputos, tratando de ver lo que de verdad hacen los algoritmos de inteligencia artificial, y la dependencia del humano que tienen. Es decir, podríamos intentar quitarle la magia y la mística al fenómeno, para dejarlo reducido a una etapa más de la progresión de la informática
Pero prefiero que utilicemos esta coyuntura, este miedo que se está despertando, para que nos planteemos a fondo qué es el hombre y qué es la tecnología, para que nos enriquezcamos más y tengamos una mejor relación con nuestras propias creaciones
Tenemos que preguntarnos ahora entonces ¿es la inteligencia lo propiamente humano?
Caimos en el racionalismo porque los griegos tan solo llegaron a conocer bien esa parte del alma, la capacidad de razonar, y la vieron tan superior a la de los animales que la calificaron como si fuera lo definitivo. Los griegos apenas conocían la otra gran potencia del alma que es la capacidad de querer, de orientarse voluntariamente en una dirección. Desconocían la voluntad, que la veían más como un instinto, como el deseo, y por lo tanto, no tenían una visión muy completa del hombre.
Fue el Cristianismo es que descubrió la capacidad de amar como algo sublime en el hombre, al aprenderlo del comportamiento de Dios.
Ahora, con más precisión, podemos decir que el hombre, más que un anima racional es un animal libre, es decir, un animal que, después de recibir todo la información de sus instintos y su razón, tiene que decidir, en las cosas más importantes, si quiere o no seguir esos impulsos. Esta capacidad (o mejor esta obligación) de elegir el “último sí”, es lo que hace humano al hombre. En este bit de información (no byte, sino bit: un cero o un 1) es que reside lo que llamamos el espíritu humano. Tiene, como se ve un footprint material muy pequeño, pero es esa microscópica separación entre el estímulo y la respuesta, es lo que radica su identidad. Definiendo en este caso identidad como lo que hace que tú seas tú y no otro, que el hombre sea humano y no exclusivamente animal.
Por lo tanto, nuestro miedo a la inteligencia artificial no es, como en otras tecnologías, el miedo al daño que pueda hacer su mal uso. El miedo es causado por que nos hace sentirnos desechables. Pero este miedo, por estar basado en premisas falsas, no debe inquietarnos.
El episodio 11 de este podcast, que dura solo 1 minuto y se titula “quisiera ser un animal pero no puedo”, resume en definitiva lo que es el honor pero a la vez, la gran carga del humano, que él tiene que decidir su propio destino, y que no hay nada que pueda liberarlo de esa responsabilidad, si quisiera volver a ser un simple animal. No hay en el ambiente, fuerza o tecnología capaz de sacar al hombre de este predicamento, o mejor dicho, solo hay una, el hombre mismo.
En conclusión, estudiando la raíz de nuestros miedos a la inteligencia artificial hemos descubierto un “flaw” más grande aún: que no sabemos en qué consiste ser hombre. Y le estamos dedicando un tiempo desproporcionado a cultivar nuestra inteligencia, con nuestros estudios, dedicando a esto lo mejor de la vida de los niños y jóvenes. Como veremos en próximos episodios, deberíamos de educarnos, no apreindiendo cosas, sino aprendiendo a ejercitar nuestra libertad, a base de tomar decisiones, y a vivir con sus consecuencias, al principio en ambientes de juego, y más adelante con decisiones reales . ¿cómo se hace esto? No se pierdan al próximo episodio de … Buscando Respuestas.
En resumen:
Es normal que le tengamos miedo a las tecnologías, pues son aumentos de la capacidad, y el hombre tiene capacidad de hacer el bien, pero también el mal.
Cuando en el siglo 20 se desarrollaron tecnologías de información, que ayudan al hombre a pensar, esto levantó las esperanzas en el lado bueno de la tecnología.
Pero cuando en el siglo 21 la tecnología de la información tomó el formato de redes, de conectar partes, en el internet, las redes sociales y los celulares, su poder se hizo tan grande, que empezó a dividir la humanidad en partes.
Cuando en el 2022 aparecieron las primeras aplicaciones populares masivas de inteligencia artificial, el hombre sintió verdadero miedo, pues se entendía que la inteligencia es lo que hace humano al hombre. El hombre se vio, de forma ya clara, en camino hacia la obsolescencia.
Este es el momento de reclamar lo que es lo auténtico del hombre, que no es la inteligencia, que tiene mayormente una diferencia de grado con la de los animales. Es el momento de redescubir que lo auténtico del hombre es su libertad fundamental, es decir, su capacidad y su obligación de tener que dar el último “sí” en sus acciones El humano no es tanto un animal racional como un animal libre
Aunque muchas veces el hombre sueña con verse libre se esa carga de la libertad, no hay una fuerza en el ambiente que pueda sacarlo de su sitio. Tan solo el propio hombre puede.
Mientras tanto, a las tecnologías hay que tratarlas como los hombre de mar tratan al Mar: sin miedo, pero con profundo respeto.
https://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpg00Bobby A Lopezhttps://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpgBobby A Lopez2023-02-28 01:44:292023-02-28 01:44:33¿Cuánto miedo debemos tener a la Inteligencia Artificial? Ep 20 (15 min)
Mucha gente piensa que lo propio del capitalismo es la existencia de mercados. Los mercados han existido, sin embargo, en todo la historia de la humanidad, con el mismo funcionamiento -en esencia- que tienen ahora: juntar compradores y vendedores para que negocien con más alternativas.
En este episodio argumentaremos que, al esencia del capitalismo, o de la visión económica moderna, no es el mercado sino la corporación
¿la corporación? … no se vaya porque estamos … buscando respuestas.
Para entender bien lo que llamamos modernidad, y específicamente, el capitalismo, es necesario que entandamos lo que es el “mecanicismo”.
El mecanicismo, es una forma de ver la interrelaciones entre personas, siguiendo un esquema más mecánico que orgánico.
En el esquema mecánico, inspirado en cómo funcionan las máquinas, toda la energía y toda la información, fluyen en una sola dirección, desde arriba hacia abajo. Mientras que el paradigma orgánico es al revés.
Vemos esto con el ejemplo que es clave es este argumento: la corporación moderna. En la corporación moderna, la información (qué hacer, cómo hacer) llega desde arriba, desde los jefes, y la energía, el dinero, también. Desde abajo sube tan solo un cierto feedback de cómo han ido las órdenes, y el status del sistema.
Esta información de feedback es una información de ‘baja categoría”, pues no tiene el componente “decisión”, que es lo que hace a una información esencialmente humana, a diferencia usar al hombre como transmisor de datos.
En el paradigma orgánico, por el contrario, cada parte sabe lo que tiene que hacer, a base de leer e interpretar un librito con las instrucciones globales, que se llama el ADN o DNA. Cada parte, también, tiene que salir a buscar sus nutrientes, su energía, aunque es cierto, que el organismo, centralmente, se encarga de mantener los sistemas metabólicos para acercar la energía, los nutrientes, lo más posible a las partes.
Podríamos decir entonces, que el paradigma orgánico es más bottom-up, de abajo arriba, y el mecánico es top-down, desde arriba hacia abajo.
Pero, ¿no han sido así siempre las empresas? ¿no siempre han dicho los de arriba lo que había que hacer, y los de abajo obedecían? Bueno para responder a esta pregunta, tenemos que añadir, que, junto con el paradigma mecanicista, la corporación moderna, tiene otra característica, que la hace propiamente, algo característico moderno. Y es la “personalidad jurídica”, engrandecida por la “responsabilidad limitada”. Veamos
A partir de los 1600, se consolidó un privilegio dando a algunos negocios, por el que, los dueños de esos negocios no tenían que responder con todo su dinero, por las pérdidas que ocasionara su compañía, sino tan solo podía perder por el dinero que había puesto en la compañía. Es decir, si la empresa perdía más de lo que el dueño había invertido en ella, pues los acreedores se quedarían sin cobrar, porque tenía una “responsabilidad limitada”, limitada a su inversión. Los acreedores no podían ir contra sus otros bienes. Junto con esto, se diseñaron otras reglas, para que la empresa tomara sus propias decisiones, usando votos de los dueños que eran proporcionales a la cantidad de dinero invertida. Y, en tercer lugar, los dueños podían cambiar, comprando acciones a un anterior dueño, pero la compañía seguía siendo la misma. Tenemos ante nosotros la comparación moderna. Una corporación que tiene su propia personalidad, su propio capital y su propia duración, con independencia de la personalidad, el capital y la duración de sus temporeros dueños.
Así en el año 1600 se funda en Inglaterra la primera compañía moderna, la Compañía de las Indias Orientales, y dos años después se forma la VOC o Compañía de las Indias Orientales de Holanda. Ambas se formaron por emisión de acciones, y duraron así, la primera 300 años y la holandesa, 200 años.
Además, en el 1765, 10 años antes de que Adam Smith escribiera su tratado sobre el Origen de la Riqueza de las naciones, donde supuestamente “se inventó” el Capitalismo, Mathew Boulton, un industrial inglés, funda la primera fábrica moderna, donde los hombres se reúnen a trabajar en un mismo lugar, y se organizan como si fueran una máquina, es decir, cada uno haciendo una tarea repetitiva y complementaria del anterior.
Pero, preguntarán algunos, ¿no han sido las empresas siempre así? ¿cómo era antes del 1600?
Ciertamente, existía en la antigüedad y medioevo, una institución mecanicista: el ejército. Los ejércitos siempre se han montado con el paradigma que el la información fluye desde arriba, y que la gente de abajo no la tiene que interpretar, tan solo aplicar. Y este paradigma mecanicista, tiene sentido para el ejército, pues éste siempre se ha concebido por una extensión física del general, como unos brazos gigantes, que atacan donde les diga el jefe sin pararse a analizar si tiene sentido o no. Y tenemos que reconocer que si lo que se quiere es “eficacia” es decir, aumentar el efecto de un cierto esfuerzo humano, entonces, el que solo uno piense y los demás ejecuten ciegamente, es una forma muy probada de lograrlo.
Pero, aparte del ejército, las únicas otras máquinas de hombres que existieron en la antigüedad serían tan solo las empresas de esclavos para explotación de minas de oro y plata en la antigua Roma. No, las pirámides no se hicieron con esclavos, contrario la creencia popular.
Muchos piensan que socialismo es un sistema opuesto al capitalismo. Pero desde este punto de vista que estamos desarrollando en este programa, los dos son sistemas económicos modernos, es decir, mecanicistas. En el socialismo, por su lado, el Estado es que da la información -qué y cuánto hacer- en lugar del capitalista. Pero la despersonalización es la misma.
¿Cómo será la economía cuando este paradigma mecanicista vaya dejando paso a uno más organicista?
No es muy difícil de imaginar, porque ya nos estamos moviendo en esa dirección.
Lo primero que hay que apreciar es la diferencia entre la jerarquía mecánica y la jerarquía orgánica. La jerarquía mecánica es piramidal: se puede decir quién está arriba y quien está abajo. La jerarquía orgánica es circular: todos estamos encima y debajo de los demás en algún sentido: el león no es rey de nada, ni un apex-predator. Sino comida de gusanos cocinándose durante su vida. Y el gusano es un preparador de tierra, para las hierbas que alimentarán a la comida del león.
Las empresas del futuro serán autorganizadas, no convocadas, y todo el mundo que trabaje en ellas será partícipe de sus ganancias, cada uno según el nivel de riesgo que escoja tener. Habrá gente que escoja ingresos más regulares y otros más arriesgados con upside.
El jefe, en un sistema orgánico, es una creación de la gente, no al revés, como piensa el capitalismo. El jefe es un invento del grupo con una sola misión: tomas las decisiones colectivas, las que necesitan consenso, que son básicamente: las de dirección “hacia a dónde nos movemos” y las de arbitraje “¿quién tiene la razón?”. Como pasa con las jerarquías animales en especies sociales, el “pecking order”, el orden para comer o la jerarquía es un mecanismo de reducción de los conflictos a la hora de repartirse la comida y los espacios/ El hombre es la especia que ha querido divinizar a los jefes, no sabemos muy bien con qué fin. Pero un jefe es un procesador de información, no el dueño de los recursos, ni menos aún, de los miembros de, grupo.
Conclusión: No tenemos aquí con esto un cuadro claro de cómo serán las empresas del futuro, pero sabemos que estarán organizadas con principios radicalmente diferentes de lo que son al presente, y la crisis de la visión del trabajo después de la pandemia, nos hace pensar a que los cambios están bien cerca.
En resumen:
El capitalismo no es una economía de mercado, sino una economía de corporaciones.
Cuando a las corporaciones, de origen romano, se les dio responsabilidad limitada y personalidad jurídica y capital por acciones, se creo un gigante social. Este gigante, como el Leviathan que soñó Thomas Hobbes, un padre del modernismo, que puede dar vida a quienes la sirven y quitarla a quienes no le sirven. Y esto aplica a los dos sistemas económicos de la modernidad: el capitalismo y el socialismo.
¿Como será la empresa de la ultra-modernidad, del futuro?. Podemos apostar a que los principios de que configurarán serán más organicisitas: es decir, que las jerarquías serán más circulares, en concreto que todo el que aporte a una empresa será participe de las decisiones que se tomen y por lo tanto de las productos que se generen.
https://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpg00Bobby A Lopezhttps://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpgBobby A Lopez2023-02-18 16:22:482023-02-18 16:24:10¿Cómo serán las empresas del futuro? , Ep 19
Hemos visto como el dolor, o la sensación de carencia está completamente empotrada, built-in, en la vida, de la cuál es inseparable. Ahora podemos explorar un poco sobre esto y preguntarnos qué sentido puede tener la vida biológica, si aparentemente se trata de una lucha destinada al fracaso por mantener efímeros tejidos orgánicos.
Pensemos, un momento, qué pasaría si no existiera la necesidad de nutrición y el hambre: la naturaleza sería como un paisaje lleno de verrugas, de seres vivos auténticamente autótrofos, replegados sobre sí mismos, tratando de mantener, por unos días o meses, la capacidad de seguir vivos, para acabar finalmente descomponiéndose en un sólido fracaso. Sería una panorama patético
Veamos ahora lo que, sin embargo, pasa en la realidad en la Naturaleza. La naturaleza es el espectáculo de millones de seres que tienen que estar continuamente mirándose unos a otros, porque entre algunos de ellos está la comida, las especies que me pueden proporcionar nutrición.
Se llama a las plantas, a las bacterias y arqueas, “organismos autótrofos” queriendo significar que se alimentan a sí mismos, y que son sésiles o inmóviles. La realidad es que se alimentan del sol, no de sí mismos, y que sí se mueven, no como los animales, desplazándose, sino “procreando hacia” la luz.
Por lo tanto, todos los seres vivos están abiertos hacia los demás, y hacia su ambiente, buscando mejorar, es decir, conseguir dónde puedan alimentarse más y mejor.
Y esta dinámica de seres vivos buscándose unos a otros para tratar de sobrevivir, y también, para procrearse, es lo que crea ese gran mecanismo de mejora que llamamos la Evolución. Mecanismo de mejora que no se daría en aquel tétrico paisaje de verrugas que imaginábamos al principio.
El hambre, aunque es el resumen de toda carencia y dolor, es la base de la Evolución. Y la Evolución es el mecanismo que está dotando a la naturaleza para esta lucha contra la entropía, contra la muerte; para esta lucha que llamamos “vida”. Los srres vicos somos hijos del dolor, pero, a la vez, portadores de la esperanza en un mundo cada vez más vivo y mejor
https://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpg00Bobby A Lopezhttps://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpgBobby A Lopez2023-02-11 02:50:142023-02-11 03:08:02Somos hijos del dolor, pero padres de la esperanza. Ep 17
El universo, en su origen, como vimos anteriormente, estaba todo muy contenido, muy muy ordenadamente en muy poco espacio. En el Big Bang aparecieron las 4 fuerzas que gobiernan ahora la naturaleza: la fuerza atómica fuerte, que es la que hace surgir a los átomos a base de unir los protones con los neutrones; la fuerza débil, que hace decaer a los átomos, a base de disgregar los neutrones; luego, la fuerza eletromagnética, que atrae a los electrones hacia los núcleos, pero los mantiene dando vueltas a su alrededor, y la gravitación, la fuerza que atrae las grandes masas macroscópicas, como planetas, etc
Lo que quiero ahora es atraer la atención es sobre el siguiente hecho: lo que introdujo la rotura del orden inicial del universo no fue una fuerza disgregadora, algo que lo rompió por decirlo así, desde fuera. Fue la fuerza atómica fuerte que es, esencialmente una fuerza unificadora. Y una fuerza unificadora millones de veces más fuerte que esa otra fuerza unificadora que es la gravedad.
¿cómo puede ser que una fuerza unificadora pueda ser la causante de la desunión que sufre el universo? Pues bien esa fuerza unificadora, el strong force, tiene una intensidad muy fuerte, como dije, pero un rango de acción muy pequeño. Tienes que estar a menos de 10^-15 metros para sentirlo. Esto significa 14 ceros decimales antes de un 1. Cuando una fuerza unificadora solo unifica a lo que está muy cerca, se convierte en realidad en una fuerza disgregadora, pues lo que logra es que el plasma que era el universo, se convirtiera en átomos, es pequeñas bolitas de masa, por decirlo de alguna forma.
Podemos ahora usar esta lección para entender la raíz de la desunión entre seres humanos, que sigue este mismo patrón fractal. El instinto más fuerte que tiene el humano, no es el sexual, ni mucho menos, es el FOMO, el fear of missing out. Queremos pertenecer, necesitamos pertenecer, y queremos estar unidos a los que están a nuestro alrededor. El problema grande está es que esta fuerza unificadora tiene poco alcance, y, se acaba en cuanto que logramos un grupo de unos cuantos miles de humanos que nos aceptamos unos a otros. Porque una vez que se establece la comunidad local, pierde la fuerza el deseo de unirse, y entra en juego el segundo instinto social, que es el miedo a lo diferente, a los que siguen otras reglas, y se comportan distintos. Entre en juego el instinto tribal, el de la conservación y la cohesión del grupo a base de distinguirse de los otros grupos. Es decir, en un ejemplo claro, el tribalismo, de un instinto bueno pero que se queda corto, en el caso del humano, que pudiera conseguir mucho más si estuviera unido con mucha más gente.
Vemos entonces otra instancia de cómo los instintos del hombre, que son netamente su primera llamada moral, no pueden sin embargo, ser la última. Siendo nuestra animalidad la base de nuestro ser y nuestro actuar, no puede ser todo nuestro edificio, tiene que haber algo más.
https://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpg00Bobby A Lopezhttps://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpgBobby A Lopez2023-02-09 02:57:242023-03-06 00:41:39¿Quién inventó la desunión? Ep 16
La moral es para animales: los humanos tenemos mejores cosas que hacer
El renacimiento fue una época clave para definir la modernidad. No vamos a estudiarlo aquí, aunque lo haremos en su momento, pero sí podemos decir aquí que el renacimiento comenzó realmente en el siglo XII, no en el XV, como la gente piensa, pero fue violentamente interrumpido por la peste negra del siglo XIV y por ciertos cambios climáticos para reflorecer con más ímpetu y ya en sus manifestaciones artísticas, no en las primeras, que eran más científicas y filosóficas, para reflorecer en sus manifestaciones artísticas, sobre todo en la Europa del siglo XV y XVI, los famosos 480 y el 580 italiano. Lo que quiero señalar es que en esta época vio la luz, entre otros muchos fenómenos culturales, el humanismo.
El fenómeno cultural es una cierta forma de ver un aspecto de la realidad que es común a la mayoría de los individuos de una cierta colectividad. Pues bien, desde el siglo XII están empezando a llegar a Europa los escritos perdidos por un milenio de los sabios griegos que llegaron a Europa a través del contacto con el oriente, que fueron las cruzadas y la invasión de España por parte de los árabes. Este reencuentro con la filosofía y los escritos clásicos provocó en Europa un gran deseo de estudiar el mundo grecorromano, sobre todo sus obras, lo que se tradujo en la práctica como un nuevo sistema de estudios que, sustituyendo a los estudios clásicos del trivium y el quadrivium de la lógica, la gramática, etc., empezaron a enfocarse en el estudio de la humanitas, de las humanidades.
En el fondo, en un estudio del hombre, una obra simbólica o emblemática de esa época renacentista es quizá la obra de Giovanni Pico de la Mirándola en el 1486, titulada Oratio de hominis dignitate, oración sobre la dignidad del hombre, que es en el fondo un gran himno a lo central que es el hombre en la creación y a su gran diferencia sobre los otros seres. Comienza con esto el antropocentrismo, el centrar la realidad alrededor del hombre frente al teocentrismo más típico de la filosofía medieval. Fueron grandes humanistas o los más grandes humanistas, empezando por Petrarca y Boccaccio hasta llegar a Erasmo de Rotterdam y Lutero.
A partir de esta época, la consideración del hombre como un ser especial y centro del universo comenzó a despegar. Esta concepción del ser humano como ser superespecial y centro del universo duró, perduró por toda la modernidad hasta bien entrada la posmodernidad, donde empezó a surgir con todo el pesimismo que trae la posmodernidad el convencimiento de que el hombre realmente lo que es es un animal más, pero no sólo un animal más sino en muchos aspectos un animal peor que los demás, porque contamina, porque desplaza otras especies, porque daña el clima, etcétera. Entonces, finalmente, ¿el hombre es algo único o es más propiamente otro animal? Mi posición es más propiamente un subhumanismo o un cierto animalismo.
Este podcast está hecho para poner a la gente a pensar, cada uno piense, llegar a sus propias conclusiones. Yo doy mis ideas para que la gente se estimule a pensar y a encontrar sus respuestas. Pues yo propongo más bien un subhumanismo, un cierto animalismo, porque yo creo que el humanismo ha tenido consecuencias muy útiles, esta gran autoestima del hombre, pero creo que debemos ahora reforzar su animalidad.
Todos tenemos claro que el hombre es animal y al mismo tiempo es algo distinto de los demás animales. Yo soy de la creencia de que la mayoría de lo que nosotros llamamos obligaciones morales son realmente obligaciones naturales. No robar, no matar, no adulterar, no mentir, son mandatos de la naturaleza, son las formas de ser un buen animal humano.
Pero para mí es bien importante sacar estas obligaciones al ámbito natural o animal para que el hombre pueda plantearse correctamente en qué consiste su crecimiento, su florecimiento. El crecimiento del hombre no consiste en portarse bien, en el sentido de evitar estos pecados mencionados antes. El crecimiento del hombre tiene que estar predicado en algo más allá de ser un buen animal humano, además de pertenecer al orden del cosmos, al orden natural.
El hombre tiene una llamada metanatural, que podemos resumirlo que tiene una vocación a amar, tiene una vocación a amar. La preocupación por el bienestar de los no-parientes, de los extraños, incluso de los non-con-specifics, de los que están fuera de otras especies, y la llamada a buscar la unidad, que atenta en cierta medida contra las estructuras tribales animales normales. Estos son llamadas propiamente humanas.
En este plano metanimal es donde el hombre tiene que estar batallando por su crecimiento, por su realización, el portarse bien, el no matar, el no robar, el no mentir, el vivir según las reglas de la naturaleza. La moral, según la entendemos ahora, es realmente para animales.
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https://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpg00Bobby A Lopezhttps://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpgBobby A Lopez2023-02-07 23:16:002024-04-26 23:19:38La moral es para animales: los humanos tenemos mejores cosas que hacer (Ep 13)
Podemos resumir la narrativa moderna de la siguiente forma, si te portas bien y estudias mucho vas a poder entrar en una buena universidad y podrás entonces conseguir un buen trabajo después, en ese trabajo podrás ganar buen dinero para poder al retirarte hacer lo que te dé la gana. Tiene esta narrativa todavía en el siglo 21 el poder de mover el corazón del hombre, no se vayan porque estamos buscando respuestas. Buscando respuestas, el podcast donde Bobby López explora las preguntas que la filosofía cotidiana nos propone.
El trabajo es una actividad tan importante para el ser humano que el no entenderlo bien, el realizarlo sin tener muy claro para qué se hace puede tener unas consecuencias desastrosas para el hombre y la naturaleza. En el capitalismo, por ejemplo, el trabajo no está bien explicado porque no tiene un sentido real, simplemente se justifica circularmente a sí mismo. Trabajamos para poder consumir el fruto de nuestro trabajo, esto no es darle sentido al trabajo, este planteamiento nos envolvería, nos está envolviendo en una espiral destructiva de producir por producir, que mata el ambiente y la salud mental y física de las personas.
Tenemos entonces que plantearnos más a fondo para qué trabajamos si queremos salir de esta espiral. Como siempre que queremos saber cuál es la forma buena de hacer algo, empezamos como primer paso por mirar a la naturaleza. Miramos a la naturaleza y vemos a todos los animales entregados continuamente a una actividad, la de sobrevivir.
¿Por qué los animales trabajan? Para vencer la entropía, esa tendencia implacable de lo físico a la continua descomposición. Para ello los seres vivos necesitamos estar continuamente inyectándonos energía, extraída en definitiva del sol, para evitar la corrupción. El hombre es un animal inacabado, un animal al que sus instintos no le dicen exactamente todo lo que tiene que hacer, él tiene que acabar de completarse a sí mismo.
Esto es lo que llamamos libertad, un espacio más allá de los instintos en el que el hombre tiene que dirigirse a sí mismo. Esta libertad humana necesita encontrar un orden, necesita saber en qué dirección encaminarse. De aquí se deduce la importancia de que entendamos qué es lo que tenemos que hacer en el mundo y con el mundo, es decir, para qué trabajar.
Vamos a repasar bien brevemente las concepciones que ha tenido el hombre en el occidente sobre el trabajo, para poder llegar a la conclusión de que en el siglo XXI esta concepción está teniendo un giro radical donde podríamos, vamos a acabar justificando que el hombre vive para trabajar. Para Aristóteles trabajamos para lograr en algún momento no tener que trabajar y poder contemplar. Los griegos llegaron a despreciar el trabajo como cosa de esclavos, que permitía a los hombres libres dedicarse a buscar la buena vida, la vida ética.
Por otra parte, los judíos tenían otra visión del trabajo basada en su concepción del mundo como creado por un único Dios y al que el hombre estaba ayudando a cultivar, a hacer crecer la naturaleza. El cristianismo, basándose en la idea de que Dios se ha hecho hombre, culmina esta idea escatológica de que estamos preparando este mundo para que Dios venga aquí a la creación a habitar con sus hijos. Siglos después vino el capitalismo, que fue un gran intento de organizar la sociedad sin tener que hacer referencia a valores morales sobre los que era muy difícil ponerse de acuerdo.
Estamos hablando del siglo XVII, recién acabada la guerra de los 30 años, sino usar puramente criterios técnicos científicos. Una de las primeras víctimas del capitalismo fue el trabajo, que pasó a ser considerado como una mercancía, un servicio que se compra o se vende para integrarlo en una máquina de producir, que es la corporación. Se produjeron, por lo tanto, dos cambios sutiles pero radicales en la concepción del trabajo.
Primero, la conversión del trabajo de un contrato social, que definía la posición de una persona en el colectivo, a un contrato mercantil, de compra-venta de servicios. Y segundo, la cosificación y la atomización del trabajo para convertirlo en una tarea que sea parte del mecanismo productivo que es una empresa. Por fin llegamos al siglo XXI, donde pareciera que está cambiando esta concepción reduccionista del trabajo.
Los factores que se pueden decir que han contribuido a ello han sido las dos grandes crisis del siglo XXI, que es la crisis económica del 2008, que fue la gran implosión de la cabeza del sistema capitalista, que es la banca de inversiones, y la crisis del 2020, del COVID, que encerró a las personas en sus casas y tuvieron que aprender a no trabajar. La crisis del 2008 ya había puesto en duda la narrativa capitalista clásica, que es, si te portas bien y estudias mucho, podrás ir a una gran universidad, eso te permitirá entrar en un gran trabajo y eso te va a mantener toda tu vida hasta que te puedas retirar y hacer entonces lo que te dé la gana. La crisis o el encierro del COVID, por otro lado, nos paró de esta carrera que es el producir y llevó a la gente a preguntarse, oye, ¿para qué era que estábamos corriendo todo el día? El segundo factor que ayudó a desmontar esta visión mecanicista del trabajo fue, o es, una visión más holista de la naturaleza y del cosmos, una visión más ecológica, donde es más fácil ver el trabajo del hombre como parte de toda una epopeya evolutiva, donde el cuerpo está buscando su máximo desarrollo.
En esta concepción más holista, el trabajo está definido como toda actividad de un ser humano destinada a ser un mundo mejor. Si esta visión holista del trabajo acaba triunfando, tendremos que reconocer que el hombre no trabaja para vivir, sino que vive para trabajar, es decir, que el sentido de su vida es ayudar al mundo a crecer.
https://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpg00Bobby A Lopezhttps://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpgBobby A Lopez2023-01-29 14:51:312024-04-06 14:57:10No trabajamos para vivir, vivimos para trabajar
¿Sabían ustedes que la especie humana sufrió unas mutaciones que casi la llevan a la extinción, pero que acabaron dando lugar a una sociabilidad tan grande en el humano que le ha permitido adaptarse a casi cualquier nicho ecológico? No se vayan, porque estamos Buscando Respuestas. Buscando Respuestas, el podcast donde Bobby López explora las preguntas que la filosofía cotidiana nos propone. Hemos visto en otros programas lo importante que la sociedad es para los humanos desde el punto de vista biológico.
La sociabilidad la definimos como el hecho de que unos individuos necesiten de otros para alcanzar sus fines y, por lo tanto, vivan en grupos. La sociabilidad no es común en la naturaleza. Se dan algunos insectos y muchos pájaros y mamíferos, pero esto es un pequeño por ciento de la biomasa de la Tierra.
En algunos insectos, como hormigas, termitas y abejas, la sociabilidad es tan grande que se ha llegado a la conclusión que se entiende mejor sus comunidades, el hormiguero, como un superorganismo, más que como una comunidad de individuos. Se les llama especies eusociales. Dentro de los mamíferos, los primates se llevan la palma de la sociabilidad y, entre ellos, van a ser primates hipersocial hasta tal punto que no se puede entender el fenómeno humano sin entender la vida social.
Nuestra compensación actual de la evolución sugiere que las principales mutaciones que desencadenaron este resultado son las siguientes. En primer lugar, la evolución del bipedalismo, del caminar erguido, provocó, entre otras muchas consecuencias, que el embarazo de las hembras limitara tremendamente su capacidad de movimiento. Además, se torció el canal uterino, haciendo que el parto fuera complicado y agotador.
Si han visto a otros mamíferos dar a luz, les sorprenderá lo sencillo que es para ellos, comparado con lo agotador que es para una humana. En segundo lugar, el agrandamiento del cerebro, la encefalización, hizo del parto un esfuerzo complicado y postrador. Estas crías de cabeza grande solo pueden nacer con un cráneo incompleto para que puedan salir a través del canal de la madre.
Y este cráneo incompleto hace que necesite un cerebro incompleto, hace que las crías salgan inmaduras, incapaces incluso de caminar durante un año, lo que los convierte en la cría más inútil y dependiente entre los mamíferos. En tercer lugar, los pulgares oponibles, es decir, que cierran en dirección opuesta a los otros dedos. Esto nos da a los humanos unas grandes capacidades para trabajar con las manos, pero con este pulgar oponible, las crías humanas dejaron de poder abrocharse el pelaje de la mamá con ese clip que tienen el resto de los primates.
Esta mutación obliga a las hembras humanas a llevar a sus bebés recién nacidos en los brazos, lo que limita al mínimo sus capacidades de recolección de alimentos. La aparición de todas estas mutaciones parecieran estar llevando a la especie humana hacia la extinción, pero todavía no hemos acabado, aparece otra mutación todavía más curiosa, que es la menopausia, que es el hecho de que a las hembras humanas se le interrumpe la fertilidad a la mitad de sus vidas, que es increíblemente curioso, considerando que la evolución es la maximización del flujo de vida. Sin embargo, la aparición de la menopausia permitió que las abuelas colaboren en la crianza de sus nietos, algo que sería imposible si las hembras humanas, como el resto de las hembras de la naturaleza, se mantuvieran fértiles toda su vida.
En este nicho ecológico, la naturaleza ensayó con un sistema reproductivo que incentivaba al macho humano a permanecer cerca de la madre de sus crías, ayudándola a nutrirlas. Este sistema reproductivo, que se conoce en biología como pair bonding, consiste en una relación duradera entre dos adultos que no son parientes. Esta aparición del pair bonding, que es nunca visto en los simios, aunque existen los monos, se completa con la aparición de las abuelas y esto dio origen a la evolución de una estructura social que llamamos familia humana.
Esta estructura debe entenderse como una placenta social que complementa a la placenta biológica para permitir un desarrollo de la cría humana a límites nunca antes vistos en la evolución. En conclusión, hemos visto cómo una serie de mutaciones de escaso valor para la sobrevivencia obligaron al humano a vivir en familia y luego a vivir en sociedad, dándole con esto una capacidad evolutiva que superó con mucho a las limitaciones iniciales que detonaron estos cambios. Entendemos de esta forma un poco mejor por qué el humano es un primate hipersocial y por qué necesitamos entender la sociedad para entender al hombre y vemos cómo no podemos entender a ninguno de los dos si no entendemos que lo que la naturaleza quiere hacer por ambas vías es pasar vida mejorada hacia adelante.
En resumen, número uno, la sociabilidad es un fenómeno de la naturaleza donde en algunas especies los individuos dependen unos de otros para cubrir sus necesidades. Número dos, el humano es una especie extremadamente social y esto se puede entender mejor por el efecto de algunas mutaciones que sufrió. El bipedalismo, el pulgar oponible, la tremenda cabeza de los bebés y la menopausia hubieran reducido el fitness de la hembra humana si no fuera porque apareció la estrategia reproductiva del pair bonding, del emparejamiento permanente que dio lugar a la familia.
https://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpg00Bobby A Lopezhttps://buscando-respuestas.com/wp-content/uploads/2024/04/Screenshot_20230716_124208_Drive-230x300.jpgBobby A Lopez2023-01-22 14:43:572024-04-06 14:50:20Las cuatro mutaciones que dieron lugar a las familias de humanos - Ep 7
Capitalismo y Comunismo dos hermanos en el materialismo – Ep 25
/in Podcast Buscando Respuestas /by Bobby A LopezLa forma de organizar la economía que tenemos en Occidente y que se conoce como capitalismo, pareciera estar funcionando, porque ha producido un crecimiento en la cantidad de bienes nunca antes vista. ¿Pero es esto un éxito del capitalismo? Si medimos el éxito en términos de producción ya estamos usando una medida sesgada, pues el capitalismo y el socialismo son sistemas para maximizar el output. ¿Pero es esto lo que debemos buscar en nuestra forma de organizarnos los humanos? ¿Y si no es maximizar lo producido? ¿Qué debemos entonces estar buscando como sociedad? No se vayan porque estamos buscando respuestas.
Buscando respuestas. El podcast donde Bobby López explora las preguntas que la filosofía cotidiana nos propone. Y vamos a empezar con tres definiciones.
En ciencias sociales siempre hay que definir lo que uno va a hablar, porque hay muchas formas de entender un fenómeno. No está tan claro como en otras ciencias más físicas. Vamos a definir qué es la economía, vamos a definir qué es el capitalismo y vamos a definir qué son las corporaciones.
¿Qué es la economía? La economía es la forma en la que los humanos se organizan para conseguir los insumos que necesitan para vivir. Forma de organizarse para conseguir los insumos que necesitan para vivir. En el caso de los animales, estos insumos son más sencillos.
Comida, refugio, apareamiento. En el caso de los insumos, perdón, en el caso de los humanos, estos insumos pueden ser tan sofisticados como que necesitan que alguien nos ayude a encontrar el sentido de la realidad o de la vida. Pero en esencia, economía es la forma en la que colaboramos para lograr este fin de conseguir los insumos.
Estos inputs pueden ser individuales o colectivos. Como por ejemplo de colectivo, necesito que la gente que vive a mi alrededor sea confiable. Es un insumo bien importante para vivir el entorno, para el ser humano.
Para todos los animales el entorno es clave. El ser humano es un animal que configura con mucho cuidado su entorno, crea su entorno. Los animales como que viven en un entorno y están adaptados perfectamente a él.
Nosotros los humanos tenemos que “craft”, que “esculpir” nuestro entorno, y esto nos da una naturaleza bien especial, o nos configura nuestra naturaleza de una forma bien especial. Necesitamos que nuestro ambiente esté de una determinada forma para poder vivir. Por ejemplo, Otro insumo colectivo que necesito es, necesito que la gente de mi alrededor me ayude a criar mis hijos.
Creo que queda claro lo que es la economía; que ha existido siempre desde que hay humanos. Tenemos que definir ahora el capitalismo, que es una forma de organizar la economía. El capitalismo es una forma de organizar la economía que surge principalmente desde el siglo XVII y consiste en un énfasis en lo material.
El valor que se quiere conseguir, los inputs que se quieren consumir, se definen casi todos ya en términos materiales. La economía al principio es la forma de conseguir que los países acumulen más oro, después será más dinero, después será más crédito. Pero aparte de este énfasis en lo material, hay algo más específico que define al capitalismo.
Parece que es un sistema muy definido y que la gente tiene toda la opinión sobre él y no pareciera que simplemente es la economía donde hay más énfasis en lo material como que sea una buena definición. Bueno, mi definición del capitalismo es un sistema económico con énfasis en lo material o con preeminencia en lo material que gira alrededor de una institución humana que se llaman las corporaciones. Las corporaciones.
El capitalismo no es un sistema que gira alrededor de una institución humana que se llaman los mercados. Eso no es una buena definición de capitalismo para empezar porque los mercados han existido desde que existen hombres. Sistemas de intercambio han existido desde que existen hombres.
Lo único propiamente capitalista que existe con respecto a los mercados es que en el capitalismo casi todo puede ir a un mercado a ser cambiado por dinero. Eso sí es bien propio del capitalismo. El tema de la mercantilización de casi toda la actividad humana.
Se le puede poner precio a cualquier cosa. En tercer lugar, para poder redondear mi argumento necesito definir lo que son corporaciones y definirlas como un invento netamente moderno. O sea, que no es cualquier compañía o agrupación de hombres o asociación que han existido por toda la historia para hacer cosas juntos.
La corporación es algo bien especial. Vamos a definir las corporaciones como aquellas compañías o asociaciones de hombres o personas que cumplen con estos cuatro carácteres. Número uno, son de una forma u otra de responsabilidad limitada.
Que es un concepto que se puso de moda un poquito antes, en el siglo XV. Donde los dueños no son responsables por todas las pérdidas de la empresa sino tan solo por la cantidad de capital que cada uno haya aportado en ella. O si son un solo dueño, pues la cantidad de capital que haya aportado.
Es decir, una relación medio asimétrica porque el dueño es dueño de todas las ganancias pero solo es dueño de las pérdidas que la compañía tenga hasta la misma cantidad que la aportó originalmente. Y pierde más. Al que se le va dinero se echa.
O sea, responsabilidad limitada. Que son ahora mismo la mayoría de lo que nosotros conocemos la mayoría de las empresas modernas que conocemos la inmensa mayoría son corporaciones. La responsabilidad limitada.
La tercera característica que tienen las corporaciones es un formato muy curioso. Una forma extraña de ser dueños bien diferentes a la concepción natural del dueño de una cosa que la saca adelante y la empuja y la cuida. Los formatos de los dueños de las corporaciones modernas que son los accionistas, los inversionistas son dueños remotos, dueños efímeros, dueños mercenarios, volátiles.
¿Por qué digo esto? Porque este formato de corporación de hacerse dueño comprando acciones simplemente invirtiendo una cantidad de dinero lo que hace es que la gente pueda ser dueño de muchas empresas distantes y pueda, sobre todo de una forma bien curiosa, entrar a ser dueño y dejar de ser dueño con una simple transferencia con una simple transacción. ¿Cómo se corre la empresa entonces si los dueños están ausentes, remotos? ¿No están dirigiendo las operaciones? ¿Cómo funcionan las empresas entonces? Bueno, aparece esta tercera característica de la corporación que es la gerencia que son unos, en papel, unos empleados que se encargan de contratar y mandar a los otros empleados y correr las operaciones. Tenemos entonces en las corporaciones algo bien raro que son unos dueños que no son dueños y unos empleados que no son empleados.
Esto en teoría de negocio se llama el agency problem, no sé cómo se dice en español, que es cuando un problema que tiene el capitalismo donde los que mandan en las empresas, la gerencia, realmente no tienen los mismos intereses que los dueños legales de la empresa que son los accionistas. Entonces eso da lugar a una serie de comportamientos raros que lo vemos en su momento en estas corporaciones. Y llegamos con esto a la cuarta característica de las corporaciones, la más importante y la más difícil de entender, que consiste en que las corporaciones son sistemas mecánicos de trabajo, que es un sistema mecánico.
Es un sistema donde, es un concepto bien abstracto, un sistema, cualquier parte relacionada, cualquier conjunto de partes relacionadas entre sí. Un sistema mecánico es un sistema donde la información y la energía fluyen desde la cabeza hacia las partes del sistema, desde el centro hacia las partes del sistema. En contraposición, para entenderlo mejor, porque así dicho no se entiende del todo, se entiende mejor cuando se pone en contraposición con un sistema orgánico.
Un sistema orgánico es donde cada parte tiene la información de lo que tiene que hacer y cada parte procura para sí misma la energía necesaria para hacerlo. Es decir, cada parte es autónoma. El paradigma de un sistema orgánico son los organismos naturales, la vida, donde cada célula sabe lo que tiene que hacer y se dedica a buscar la energía necesaria para hacerlo y lo hace.
Pero no usan la cabeza los sistemas orgánicos. La cabeza, vamos a quitar por un momento al hombre, que es un animal medio especial, la cabeza en los sistemas orgánicos lo que hace es recibir la información de todas las partes y enviarla a las partes interesadas para que hagan su función. La cabeza, dejando al lado el organismo humano, no le dice a los miembros lo que tienen que hacer, porque ya los miembros lo saben.
La cabeza no da órdenes. En los sistemas vivos no hay órdenes, solo hay facts, solo hay hechos, datos que se pasan, información. La orden, el comand, es un fenómeno completamente humano.
Pues bien, ¿en qué sentido se dice que las organizaciones, perdón, que las corporaciones son organizaciones mecánicas? Se dice en el sentido de que la información viene de la cabeza a los miembros, hemos dicho que es la definición del sistema mecánico. Sube de los miembros a la cabeza una información de baja calidad que se llama el feedback, simplemente un sí o un no de si la tarea fue hecha. Y la energía, en este caso de las corporaciones, el dinero, que es lo que mueve los objetos, en el caso de las corporaciones es lo que mueve los objetos, pues fluye también desde la cabeza hasta los miembros.
Todo el dinero lo ponen los dueños, los gerentes, los gerentes a los trabajadores y a los otros stakeholders, a los otros miembros, suplidores, etc. Uno podría pensar, bueno, pero ¿esta no ha sido así la forma humana de trabajar siempre de toda la humanidad? La respuesta es no, que es importante porque mucha gente no está aware de este hecho. Esta forma de trabajar mecánica fue inventada con el capitalismo.
El trabajo salariado por hora fue inventado por el capitalismo. El trabajo salariado, es decir, les contando artesanos antes del capitalismo, consistía mayormente en trabajo agrícola, incluso en épocas feudales, que son las más mecánicas que hemos tenido. En épocas feudales han tenido todas las culturas, desde la composición de un rey en pequeños warlords, o en pequeños señores feudales, etc.
Los agricultores, incluso en esas épocas, trabajan, incluso los que trabajan en formato de servidumbre, incluso los siervos, no vamos a entrar en los esclavos, que sí es un trabajo mecánico, pero hasta los siervos, que son los agricultores que no se pueden mover de la tierra, comían de lo que lograba sacar cada uno de su propiedad en la que vivían, después de haber pagado al señor la parte que le correspondía, en el caso de los siervos. Pues bien, cuando llegó el capitalismo, que coincidió con la revolución industrial, es decir, la invención de máquinas para trabajar, se inventó lo de pagar a los asalariados por hora, que quiere decir, y esto es muy fuerte, por estar, no por producir, por estar. Te pago por cada hora que estés en mi fábrica.
Esto fue una novedad increíble, pero tiene todo el sentido económico, porque en ese momento que se estaban inventando las factorías, las factorías eran casas pobladas de máquinas, y estas máquinas necesitaban que la gente las atendiera, que personas las atendieran, le pusieran los insumos encima, le quitaran el output del lado, etc. Y como costaba mucho más las máquinas que las gentes, tenía sentido pagar a gente para que simplemente estuviera al lado de la máquina. Pues bien, este sistema de salario por hora, de salario por estar, sigue hasta nuestros días.
En Europa, en Estados Unidos, el 86% de la gente que trabaja, trabaja como empleado, es decir, empleados mecánicos, el resto son gente que trabaja por su cuenta y dueños, o sea, incluyendo dueños de empresas. La mayoría del trabajo que nosotros conocemos es trabajo mecánico de personas que trabajan como pieza de una máquina. Bueno, llevamos ya catorce minutos de podcast y solo nos ha dado tiempo a explicar qué es el capitalismo, que es un sistema económico materialista y mecanicista.
Pero no nos ha dado tiempo a explicar qué hay de malo con esto, qué hay de malo con que la economía se ocupe tan solo de cómo generar riqueza material y no otros tipos de riqueza, como la social, la emocional, la riqueza de significado, etc. Bueno, esto vamos a tener que verlo en un episodio aparte. Pero sí quiero responder en lo que queda, en el minuto que queda, tan solo a esta pregunta.
¿Y el comunismo? ¿Difiere en estos sentidos del capitalismo? La respuesta es no. El comunismo es un capitalismo sin mercados. El capitalismo, sin embargo, no es una economía de mercado, como vimos.
Los mercados preceden el capitalismo. El comunismo es un hermano del capitalismo. Es un experimento hecho sobre el capitalismo, pero sin cambiarle su esencia, su DNA, que es materialista, corporativista y mecanicista.
Pues bien, estos tres rasgos se mantuvieron durante el experimento social que fue el comunismo. Fue un experimento riquísimo en términos de lo que aprendimos de política como manejo de poder, pero no agitó el agua, no fue suficientemente radical en lo que respecta a la economía, simplemente por haberle, haber seguido tras un rasgo accesorio del capitalismo y no haber apuntado a su médula. Bueno, repasando antes de irme.
Hemos hablado en este programa, en este podcast, de qué es un sistema económico y hemos definido, en concreto, el capitalismo como un sistema económico con un sesgo hacia lo material que gira desde el punto de vista institucional no alrededor de mercados, sino alrededor de las corporaciones que son como una especie de hombres mecánicos que hemos creado con nuestras leyes con la novedad de que tienen dueños remotos intercambiables, reemplazables y que los empleados son contratados para que formen una máquina humana. Esto mismo ocurre con el socialismo. Tenemos que preguntarnos para concluir.
¿Debemos experimentar con un sistema económico distinto? ¿Cómo debiera ser la próxima iteración de nuestro proceso de mejorar el mundo? No se pierdan el próximo episodio de Buscando Respuestas.
Edúcate menos y juega más – Ep 22
/in Podcast Buscando Respuestas /by Bobby A Lopezhttps://open.spotify.com/episode/76Jc0rfI6Y6WYbMCNXUQba
¿Necesitamos gastar toda nuestra infancia y juventud preparándonos para vivir? ¿cuántos años de educación son necesarios para poder ser útil y poder mantenerse? ¿hasta qué edad un padre debe hacerse responsable por sus hijos?
La vida en la tierra tiene unos 4 mil millones de años de historia. Hagamos esto equivalente a las 24 horas que tiene un día, comenzando a las 12 de la noche. Con esta equivalencia podríamos decir que, al anochecer de ese día, entre las 7 y las 8 de la tarde/noche apareció sobre la tierra una de las grandes tecnologías biológicas de todos los tiempos: el que los padres cuiden de sus crías. Durante todas las 19 horas anteriores, cada animal se criaba a sí mismo, sin necesidad de padres que los cuidaran.
Ahora bien, si la Naturaleza está tan empeñada es que se maximice la vida sobre la Tierra (y más allá, como diría Bud lightyear), ¿por qué hace que aparezcan unos seres que en vez de seguir buscando recursos para seguir procreándose, “invierten” tiempo y energía en cuidar sus crías, que en ese momento no eran tan complicadas? ¿qué sentido evolutivo tiene el meterse en esta complejidad, en este consumo grande de energía, de tiempo?
Vamos a buscar el sentido biológico de la de la educación, para ver si estamos bien, según este criterio.
¿Qué sentido biológico tiene la educación?
Podemos entender la educación como la forma humana del “parental investing” que tienen los animales complejos con sus crias. Es decir, podemos entender la educación como una forma de preparar a las crías para la vida.
El sentido evolutivo de esto es igual que el del sexo y otras complejidades que desarrolla la Evolución. Esta complejidad de cuidar a otra vida, además de la de uno, tiene el sentido de aumentar la capacidad de la nueva vida de adaptarse a nuevos y más variados ambientes.
Hay especies que invierten cero energía en sus offspring después de que nacen. Por ejemplo: la tortuga marina (que deja sus huevos en la arena), y en general muchos insectos, peces, reptiles y anfibios.
Al otro extremo del espectro, están los animales que ayudan mucho a sus crías a que echen adelante, como son:
Orangutanes, pingüinos emperador, Chimpancés, killer whales y el elefante, que tras un embarazo de 2 años, mantiene a su cría por 7 años.
Pero el ganador de todos los animales en cuanto a parental investing es el humano, que a al presente mantiene a sus crías por 20 años
¿Cuál es el sentido de mantener crías, en lugar de dejarlas vivir y poder así criar otras? Estos animales más complejos necesitan más tiempo para desarrollarse plenamente. Por ejemplo, las crías humanas durante el primer año no son capaces no de caminar. Pero si sus padres le ayudan, son luego capaces de lograr niveles de adaptación al ambiente muy altos.
Y ¿para qué son esos periodos de crianza? Además de vivir de los padres, es decir, alimentados y cuidados por ellos. ¿qué se hace durante la crianza? El sentido de la crianza, en todos los animales que la practican, es que sus crías aprendan a vivir mejor, antes de empezar propiamente a vivir.
¿Cómo se educan los animales mientras se crían? Observando e imitando y recibiendo feedback de los adultos del grupo.
Y en los animales sociales, hay una forma de aprender a vivir que es el jugar ¿Que es jugar? practicar a vivir. Vivir, pero sin sufrir las consecuencias completas de sus acciones. Si en un juego tu adversario, tu hermano, por ejemplo, se te escapa, como quiera tu comes ese día. Y, si te agarran en un juego, no te devoran.
Los humanos, por haber desarrollado el lenguaje, pudieron desarrollar formas muy sofisticadas de educar a sus crías, sin tener que limitarse a imitar lo que ven hacer a su mayores.
Podemos decir que la educación más básica humana consiste en aprender a conseguir comida a base de observar a los mayores y aprender a vivir bien a base del story telling.
Con está base sobre el sentido biológico de la educación podemos hacer algunas observaciones sobre cómo vivimos a la presente esta ‘obligación natural’ de educar a nuestras crías.
Lo primero que vemos es que nuestra educación se concentra demasiado en ‘dar información’ al estudiante. Pero ¿Es el conocimiento de información lo más importante para prepararse para vivir?
Se me ocurren varios argumentos en contra de enfatizar el traspaso de información, este ‘impartir conocimientos’ típico de la educación tradicional, como la forma primaria de educar:
Si esto es así, si recibir información es de muy poca utilidad y las cosas más importantes no se enseñan escuchando sino viendo e imitando. Si esto es así, estamos perdiendo el tiempo dedicando 20 años de nuestra vida a educarnos. Sería mucho mejor que empezáramos a vivir y, simplemente asegurarnos que las experiencias que vivan los jóvenes sean lo más enriquecedoras posibles.
Si le fuéramos a poner patitas a esta crítica, para que la entendamos mejor, la educación formal solo sería hasta los 11 años. Y consistiría mayormente en grupos de niños acompañados por un adulto no muy adulto, paseando por la ciudad entrevistando y observando a distintos tipos de personas: amas de casa, oficinistas, moribundos, deportistas, ancianas, huérfanos, candidatos a trabajar, etc. Y entre medio, escuchando las historias de nuestros antepasados. Y jugando, jugando mucho, en sus dos vertientes de competir y de role playing, de juego de roles.
Pero ¿y los skills y las destrezas? Las destrezas las aprenderemos en el lugar donde se vayan a usar, y las que se vayan a usar. Y estas destrezas, las estaremos aprendiendo durante toda la vida, y la sociedad será una enorme máquina de enseñar a vivir, pero no, como ahora, antes de vivir, sino, como deber ser, aprenderemos a vivir viviendo.
Pero, ¿cómo fue entonces, que tratando de enseñar destrezas, nos convencimos de que hacen fata 20 años de aprendizaje para vivir? ¿cómo nos engañamos de esta forma? Nos engañamos cuando la educación se convirtió en un social signaling ¿Qué es un social signaling, las señales que usamos para decirle a los demás lo poderosos que somos, como es el ladrido en el perro. Normalmente esto se hace con los gastos suntuosos, en ropa, auto y en general apariencias. Cuando la educación empezó a usarse como una forma de transmitir tu status, entra entonces, el ciclo vicioso del social signaling: cuando todo el mundo alcanza un cierto status, yo necesito tener más que los demás para destacar, como ocurre en las bodas de las hijas, que me impulsan a gastar más y más dinero, pues la medida justa, es tan solo que supere a los demás.
Pues lo mismo pasó en la educación, que entró en una espiral inflacionaria, donde nos llegamos a convencer que una persona no estaba preparado para vivir hasta que hubiera estado estudiando media vida, y resultando que todo lo que los jóvenes pueden hacer por el mundo, quedó encerrado en salones de clases y salones de fiestas.
EN RESUMEN
Historia de las relaciones sexuales (Ep 21)
/in Podcast Buscando Respuestas /by Bobby A LopezAl momento de producir este podcast, en el año 2023, hay en Occidente un fuerte debate cultural alrededor del género o sexo. Empezó como una búsqueda de un apropiada “equidad de género” en la esfera pública y económica, pero rápidamente fue llevado a un debate sobre “igualdad de género”, es decir, sobre si el género es binario, y sobre el matrimonio de parejas del mismo sexo. En el fondo, lo que se está debatiendo aquí es la vieja pregunta de la modernidad ¿es el hombre un producto de la Naturaleza o de la Cultura? El hombre como lo conocemos ahora, ¿nace o se hace? ¿nature or nurture? Natura versus cultura
Muchos de los episodios de este podcast van a ir en la dirección de invalidar, de denunciar como falsa o impropia, esta dicotomía entre naturaleza y cultura. Vamos a ir viendo poco a poco como la cultura es un producto de la Naturaleza, que florece en animales sociales, y sobre todo en animales libres.
En otros episodios vamos a hablar de las batallas culturales, y del invento moderno de las ideologías, que convierten los debates en guerras., al sacralizar y absolutizar los términos del debate. Pero, ese momento no es ahora. No vamos a hablar de teoría de género, sino de la práctica del sexo, de la historia de la reproducción sexual.
Al igual que hicimos con la Moral en otros episodios, vamos a abrir nuestros ojos al orden que la Naturaleza está tratando de imponer en la biosfera, de forma que esto no ayude a vivir vidas mejores, donde los conflictos que vivamos sean los necesarios, es decir, los que nos hacen ser mejores.
Entonces, hechas estas aclaraciones, preguntémonos ¿Cuándo ocurrió esta mutación de que algunos seres necesitaran otro individuo para reproducirse? ¿Por qué esta complicación, cuando hasta entonces cada uno se reproducía a sí mismo felizmente? ¿Qué es lo común a todos los machos que se inventaron en ese momento?
No se vayan porque estamos
… buscando respuestas.
Hace 4,000 millones de años se formó la vida sobre la Tierra. Al principio, por 2,000 millones de años, solo existían organismos unicelulares, muy primitivos.
La forma de reproducción de estos organismos era tan solo por división, es decir, cada organismo produce sus propias hijas, a base de hacer un copia de sí mismos, dividiéndose en dos. Se puede decir que todos los seres vivos por los primeros 2,000 millones de años, por la mitad de la duración de la vida en la Tierra, eran hembras. No existían los machos
Al cabo de ese tiempo, algunas de las células empezaron a desarrollar núcleo. Parece ser que se tragaron a una bacteria, que se quedó simbióticamente, como parte de ellas, y se especializó en el cuidado del DNA. El DNA en una gran molécula que está en todas las células y que contiene un código sobre cómo ha de comportarse ese organismo, en este caso, esa célula. Este libro, tan importante, se recibe de la mamá en la mitosis (el nacimiento)
El núcleo de la célula es como capsula o bóveda donde se guarda el gran libro del DNA, y, siguiendo ese libro, se fabrican las proteínas que necesita la células. Y las proteínas son la moléculas que hacen que se mueva todo en la célula: son los trabajadores de esa factoría que es la célula.
Hace tan solo 1,000 millones de años, es que se inventa la reproducción sexual. Consiste en que algunos organismos , posiblemente en los corales, en vez de hacer hijas copiándose a sí mismas, deciden mezclar material genético, el DNA, de dos individuos. al poco tiempo empezó la diferenciación sexual, entre machos y hembras cada uno con características morfológicas distintas.
Lo más característico de las hembras (animales o planta) es:
Se podría decir que, en general, lo que caracteriza a los machos es:
Ok. Ya hemos visto cómo nació el sexo, que es bastante interesante, pero no tan interesante como este gran misterio: ¿para qué nació el sexo?
¿Qué lecciones de vida podemos sacar de este comportamiento tan llamativo de la naturaleza al inventar el sexo? ¿Por qué el sexo y para qué?
En primer lugar existe la ventaja evolutiva que tiene el probar recombinaciones de genes, pues pueden dar lugar a nuevas y mejores formas de enfrentarse al ambiente.
Es decir, vemos que la evolución muestra una tendencia a producir cada vez organismos más complejos. ¿por qué la Evolución incentiva la aparición de organismos cada vez complejos, con todo el costo energético que esto supone, en lugar de quedarse generando trillones de organismos unicelulares? Bueno, esto es una pregunta para filósofos, y no para científicos, pues los científicos suponen el orden de la naturaleza, no se lo cuestionan.
Como filósofos, como pensadores abstractos, podemos intuir que la naturaleza están buscando que la Vida logre una mayor capacidades de adaptarse a su ambiente, y esta continuamente experimentando.
Mi intuición personalísima, es que la Naturaleza está preparando a la vida para que pueda extenderse por todo el Universo. Pero esto es una intuición, lo que significa que no está basada en ningún razonamiento, por la que, por ahora, la dejamos fuera de este podcast.
En resumen:
¿Cuánto miedo debemos tener a la Inteligencia Artificial? Ep 20 (15 min)
/in Podcast Buscando Respuestas /by Bobby A LopezEn el episodio 2 de este podcast analizamos la historia del miedo a la tecnología Ya los griegos se estremecían imaginando autómantons, hombres de metal, con una fuerza invencible Pero ahora las últimas tecnologías de inteligencia artificial no aumenta la fuerza del hombre, sino que parecen sustituir y superar su inteligencia ¿Cuánto miedo debemos tener a la inteligencia artificial? ¿Puede dejar al hombre obsoleto? ¿Hemos dado un paso del que nos vamos arrepentir grandemente en un futuro muy lejano?
No se vayan, porque estamos … buscando respuestas
Para responder esto, primero debemos de dejar claro cuánto miedo debemos tener a la tecnología en general. Luego debemos distinguir entre tecnologías materiales y tecnologías de información, para ver porqué estas últimas nos dan especial intranquilidad. Al final, tendremos que responder a qué es lo propio del hombre, para ver si la tecnología nos va a reemplazar o dejar obsoletos.
Lo primero que debemos entender es por qué la tecnología en general nos produce miedo.
Tecnología es cualquier aumento artificial y externo en la capacidad del hombre. Es cualquier artificio que aumente nuestro poder. Las herramientas son tecnología, pero también lo son las armas. Y con esto entendemos por qué la tecnología nos despierta a la vez miedo y deseo; ganas de tenerla cerca y lejos. Porque la tecnología es una aumento del poder del hombre y el hombre a veces es bueno y a veces es malo; por lo cual, el aumentar su poder es bueno y es malo.
De hecho la tecnología, por ser una construcción artificial, apenas está sujeta a los mecanismos de control y balance que tiene la naturaleza sobre el poder de la criaturas. Y con tecnología, el humano es capaz de infligir daños completamente desproporcionados a su poder natural.
Hasta el siglo 19 la mayoría de las tecnologías eran materiales: herramientas que aumentan el poder físico del hombre: de levantar, de cavar, de lanzar.
A partir del siglo 19 empezaron a desarrollarse tecnologías de información, que son herramientas que aumentan la capacidad del hombre de procesar información, por ejemplo la capacidad de comunicarse, de enterarse, o de tomar decisiones informadas. Se habían desarrollado antes tecnologías de información, como la escritura, el papel, y la imprenta. Pero fue en el siglo 19 que se inventó la radio y el teléfono, y en el siglo 20 las computadoras. En esos años todo se veía positivo. De hecho se llegó a creer que finalmente las computadoras nos podrían liberar de todos nuestros males: la ignorancia e incluso del dolor.
Pero, cuando, a finales del siglo 20 se inventó el internet, y a comienzos del siglo 21 se inventaron las redes sociales y los teléfonos celulares, el poder de la tecnología (el poder del hombre) se hizo tan grande que el miedo empezó a desplazar el entusiasmo, la tecnofobia empezó a desplazar la tecnofilia
Hasta el siglo 21, el miedo a las tecnologías se concentraba en el miedo laboral, el miedo a que se perdieran puestos de trabajo. Este miedo no tiene mucho sentido económico, pues en el macro la riqueza depende de lo útil o valioso del output, de lo que se haga, no de quien ponga el input.
Con las tecnologías de las redes, las tecnologías de conectar gente (internet, redes sociales y celulares) , nuestra capacidad de mentir se agranda, las histerias colectivas se hacen cotidianas, las adicciones a los juegos y las pantallas llegan más lejos que ninguna otra adicción anterior.
Entramos por tanto, en estar tercera década del siglo 21 con una cierta aprensión a las tecnologías, no ya por el supuesto miedo a que se pierdan trabajos, el más débil de los miedos, sino por el daño que hacen las tecnologías de información en redes: los daños de guerras ideológicas, de adicciones.
Y con esto llegamos al más reciente episodio de esta relación bipolar de los humanos con la tecnología. Entramos en la tercera década del siglo 21, con una mente ya miedosa, y ante ella aparece, casi sin anunciarse, la primera manifestación popular de la inteligencia artificial: los robots de dialogar, como el ChatGPT o Bard, o los robots para hacer pintura o música.
Esta tecnología de Inteligencia Artificial, en este momento, tras las experiencias de del siglo 20, tras las experiencias de las dos primeras décadas el siglo 21 tiene el poder de perturbar profundamente al hombre. Y un espíritu perturbado es un espíritu que está buscando respuestas, y este es el público favorito que busca este podcast
¿Qué respuestas está buscando ahora el espíritu humano? ¿qué es lo que le inquieta ante esta nueva tecnología?
En mi opinión, una de las cosas más inquietantes de esta tecnología es que nos hace dudar de nuestra propia identidad. Nos hace preguntarnos ¿qué es en el fondo el hombre? ¿en qué radica su valor? ¿qué es lo que lo hace ecológicamente tan único? O, más existencialmente, ¿seremos reemplazados por máquinas? O ¿seremos convertidos en máquinas o mezclados con ellas? ¿es cierto que podremos incluso vivir para siempre, si nos convertimos a formato digital?
Bueno, no nos interesa profetizar el futuro, pero sí plantearnos la pregunta de identidad: qué es lo propio del hombre, que es lo que, sin ello, no podemos llamar “humano” a un ser.
La cultura occidental, que yo llamo griega o helénica, ha creído por muchos siglos que lo propio del hombre era razonar, es decir, procesar información. Que lo propio del hombre es su inteligencia: la capacidad de pasar de una verdad a otra desconocida. Aristóteles, en su Metafísica, define al hombre como animal racional.
En Occidente, sobre todo desde el surgimiento en el siglo 17 de la Ciencia, que es una hiperracionalidad, estamos convencidos que razonar, pensar, elucubrar, analizar … es lo que nos hace humanos.
Y la cosa se puso peor a mediados del siglo 18, cuando hubo cuando hubo el único intento más o menos serio de combartir el racionalismo. Me refiero al Romanticismo, entre mediados del siglo 18 y 19. Este movimiento murió, con apenas un siglo de vida, por la fiebre política en la Europa tras las revoluciones del 1848. Pero el romanticismo dejó en nuestra cultura la intuición de que hay algo divino o, al menos, sobre-humano en la capacidad de provocar las emociones que produce la belleza, sobre todo la del arte y la Naturaleza. Y todavía al día de hoy, pensamos que una obligación de todo gobierno es fomentar el cultivo de las artes, de la música clásica, porque sin ellas seríamos humanos incompletos.
Pues bien, resulta que, al presente, la inteligencia artificial está ya produciendo productos artísticos, dibujos, pintura, música, películas, que son superiores al performance de muchos artistas.
Pues bien, Si esto fuera así, si lo propio del hombre fuera su capacidad de razonar o de crear belleza, entonces, tenemos base para pensar que podemos llegar o a la irrelevancia o a la singularidad. La singularidad es una profecía que dice que, cuando el inteligencia artificial supere a la inteligencia humana, la nueva inteligencia artificial será diseñada, no por humanos, sino por la Inteligencia Artificial existente y se iniciará un proceso explosivo de aumento en las capacidad de los robots que no podemos ni imaginar a dónde nos llevará.
¿Qué tenemos que decir ante esta posición? ¿Pensamos que el hombre puede perder su identidad o caer en la irrelevancia a causa de la inteligencia artificial?
Podríamos tratar de responder a esto a nivel ciencia de cómputos, tratando de ver lo que de verdad hacen los algoritmos de inteligencia artificial, y la dependencia del humano que tienen. Es decir, podríamos intentar quitarle la magia y la mística al fenómeno, para dejarlo reducido a una etapa más de la progresión de la informática
Pero prefiero que utilicemos esta coyuntura, este miedo que se está despertando, para que nos planteemos a fondo qué es el hombre y qué es la tecnología, para que nos enriquezcamos más y tengamos una mejor relación con nuestras propias creaciones
Tenemos que preguntarnos ahora entonces ¿es la inteligencia lo propiamente humano?
Caimos en el racionalismo porque los griegos tan solo llegaron a conocer bien esa parte del alma, la capacidad de razonar, y la vieron tan superior a la de los animales que la calificaron como si fuera lo definitivo. Los griegos apenas conocían la otra gran potencia del alma que es la capacidad de querer, de orientarse voluntariamente en una dirección. Desconocían la voluntad, que la veían más como un instinto, como el deseo, y por lo tanto, no tenían una visión muy completa del hombre.
Fue el Cristianismo es que descubrió la capacidad de amar como algo sublime en el hombre, al aprenderlo del comportamiento de Dios.
Ahora, con más precisión, podemos decir que el hombre, más que un anima racional es un animal libre, es decir, un animal que, después de recibir todo la información de sus instintos y su razón, tiene que decidir, en las cosas más importantes, si quiere o no seguir esos impulsos. Esta capacidad (o mejor esta obligación) de elegir el “último sí”, es lo que hace humano al hombre. En este bit de información (no byte, sino bit: un cero o un 1) es que reside lo que llamamos el espíritu humano. Tiene, como se ve un footprint material muy pequeño, pero es esa microscópica separación entre el estímulo y la respuesta, es lo que radica su identidad. Definiendo en este caso identidad como lo que hace que tú seas tú y no otro, que el hombre sea humano y no exclusivamente animal.
Por lo tanto, nuestro miedo a la inteligencia artificial no es, como en otras tecnologías, el miedo al daño que pueda hacer su mal uso. El miedo es causado por que nos hace sentirnos desechables. Pero este miedo, por estar basado en premisas falsas, no debe inquietarnos.
El episodio 11 de este podcast, que dura solo 1 minuto y se titula “quisiera ser un animal pero no puedo”, resume en definitiva lo que es el honor pero a la vez, la gran carga del humano, que él tiene que decidir su propio destino, y que no hay nada que pueda liberarlo de esa responsabilidad, si quisiera volver a ser un simple animal. No hay en el ambiente, fuerza o tecnología capaz de sacar al hombre de este predicamento, o mejor dicho, solo hay una, el hombre mismo.
En conclusión, estudiando la raíz de nuestros miedos a la inteligencia artificial hemos descubierto un “flaw” más grande aún: que no sabemos en qué consiste ser hombre. Y le estamos dedicando un tiempo desproporcionado a cultivar nuestra inteligencia, con nuestros estudios, dedicando a esto lo mejor de la vida de los niños y jóvenes. Como veremos en próximos episodios, deberíamos de educarnos, no apreindiendo cosas, sino aprendiendo a ejercitar nuestra libertad, a base de tomar decisiones, y a vivir con sus consecuencias, al principio en ambientes de juego, y más adelante con decisiones reales . ¿cómo se hace esto? No se pierdan al próximo episodio de … Buscando Respuestas.
En resumen:
¿Cómo serán las empresas del futuro? , Ep 19
/in Podcast Buscando Respuestas /by Bobby A LopezMucha gente piensa que lo propio del capitalismo es la existencia de mercados. Los mercados han existido, sin embargo, en todo la historia de la humanidad, con el mismo funcionamiento -en esencia- que tienen ahora: juntar compradores y vendedores para que negocien con más alternativas.
En este episodio argumentaremos que, al esencia del capitalismo, o de la visión económica moderna, no es el mercado sino la corporación
¿la corporación? … no se vaya porque estamos … buscando respuestas.
Para entender bien lo que llamamos modernidad, y específicamente, el capitalismo, es necesario que entandamos lo que es el “mecanicismo”.
El mecanicismo, es una forma de ver la interrelaciones entre personas, siguiendo un esquema más mecánico que orgánico.
En el esquema mecánico, inspirado en cómo funcionan las máquinas, toda la energía y toda la información, fluyen en una sola dirección, desde arriba hacia abajo. Mientras que el paradigma orgánico es al revés.
Vemos esto con el ejemplo que es clave es este argumento: la corporación moderna. En la corporación moderna, la información (qué hacer, cómo hacer) llega desde arriba, desde los jefes, y la energía, el dinero, también. Desde abajo sube tan solo un cierto feedback de cómo han ido las órdenes, y el status del sistema.
Esta información de feedback es una información de ‘baja categoría”, pues no tiene el componente “decisión”, que es lo que hace a una información esencialmente humana, a diferencia usar al hombre como transmisor de datos.
En el paradigma orgánico, por el contrario, cada parte sabe lo que tiene que hacer, a base de leer e interpretar un librito con las instrucciones globales, que se llama el ADN o DNA. Cada parte, también, tiene que salir a buscar sus nutrientes, su energía, aunque es cierto, que el organismo, centralmente, se encarga de mantener los sistemas metabólicos para acercar la energía, los nutrientes, lo más posible a las partes.
Podríamos decir entonces, que el paradigma orgánico es más bottom-up, de abajo arriba, y el mecánico es top-down, desde arriba hacia abajo.
Pero, ¿no han sido así siempre las empresas? ¿no siempre han dicho los de arriba lo que había que hacer, y los de abajo obedecían? Bueno para responder a esta pregunta, tenemos que añadir, que, junto con el paradigma mecanicista, la corporación moderna, tiene otra característica, que la hace propiamente, algo característico moderno. Y es la “personalidad jurídica”, engrandecida por la “responsabilidad limitada”. Veamos
A partir de los 1600, se consolidó un privilegio dando a algunos negocios, por el que, los dueños de esos negocios no tenían que responder con todo su dinero, por las pérdidas que ocasionara su compañía, sino tan solo podía perder por el dinero que había puesto en la compañía. Es decir, si la empresa perdía más de lo que el dueño había invertido en ella, pues los acreedores se quedarían sin cobrar, porque tenía una “responsabilidad limitada”, limitada a su inversión. Los acreedores no podían ir contra sus otros bienes. Junto con esto, se diseñaron otras reglas, para que la empresa tomara sus propias decisiones, usando votos de los dueños que eran proporcionales a la cantidad de dinero invertida. Y, en tercer lugar, los dueños podían cambiar, comprando acciones a un anterior dueño, pero la compañía seguía siendo la misma. Tenemos ante nosotros la comparación moderna. Una corporación que tiene su propia personalidad, su propio capital y su propia duración, con independencia de la personalidad, el capital y la duración de sus temporeros dueños.
Así en el año 1600 se funda en Inglaterra la primera compañía moderna, la Compañía de las Indias Orientales, y dos años después se forma la VOC o Compañía de las Indias Orientales de Holanda. Ambas se formaron por emisión de acciones, y duraron así, la primera 300 años y la holandesa, 200 años.
Además, en el 1765, 10 años antes de que Adam Smith escribiera su tratado sobre el Origen de la Riqueza de las naciones, donde supuestamente “se inventó” el Capitalismo, Mathew Boulton, un industrial inglés, funda la primera fábrica moderna, donde los hombres se reúnen a trabajar en un mismo lugar, y se organizan como si fueran una máquina, es decir, cada uno haciendo una tarea repetitiva y complementaria del anterior.
Pero, preguntarán algunos, ¿no han sido las empresas siempre así? ¿cómo era antes del 1600?
Ciertamente, existía en la antigüedad y medioevo, una institución mecanicista: el ejército. Los ejércitos siempre se han montado con el paradigma que el la información fluye desde arriba, y que la gente de abajo no la tiene que interpretar, tan solo aplicar. Y este paradigma mecanicista, tiene sentido para el ejército, pues éste siempre se ha concebido por una extensión física del general, como unos brazos gigantes, que atacan donde les diga el jefe sin pararse a analizar si tiene sentido o no. Y tenemos que reconocer que si lo que se quiere es “eficacia” es decir, aumentar el efecto de un cierto esfuerzo humano, entonces, el que solo uno piense y los demás ejecuten ciegamente, es una forma muy probada de lograrlo.
Pero, aparte del ejército, las únicas otras máquinas de hombres que existieron en la antigüedad serían tan solo las empresas de esclavos para explotación de minas de oro y plata en la antigua Roma. No, las pirámides no se hicieron con esclavos, contrario la creencia popular.
Muchos piensan que socialismo es un sistema opuesto al capitalismo. Pero desde este punto de vista que estamos desarrollando en este programa, los dos son sistemas económicos modernos, es decir, mecanicistas. En el socialismo, por su lado, el Estado es que da la información -qué y cuánto hacer- en lugar del capitalista. Pero la despersonalización es la misma.
¿Cómo será la economía cuando este paradigma mecanicista vaya dejando paso a uno más organicista?
No es muy difícil de imaginar, porque ya nos estamos moviendo en esa dirección.
Lo primero que hay que apreciar es la diferencia entre la jerarquía mecánica y la jerarquía orgánica. La jerarquía mecánica es piramidal: se puede decir quién está arriba y quien está abajo. La jerarquía orgánica es circular: todos estamos encima y debajo de los demás en algún sentido: el león no es rey de nada, ni un apex-predator. Sino comida de gusanos cocinándose durante su vida. Y el gusano es un preparador de tierra, para las hierbas que alimentarán a la comida del león.
Las empresas del futuro serán autorganizadas, no convocadas, y todo el mundo que trabaje en ellas será partícipe de sus ganancias, cada uno según el nivel de riesgo que escoja tener. Habrá gente que escoja ingresos más regulares y otros más arriesgados con upside.
El jefe, en un sistema orgánico, es una creación de la gente, no al revés, como piensa el capitalismo. El jefe es un invento del grupo con una sola misión: tomas las decisiones colectivas, las que necesitan consenso, que son básicamente: las de dirección “hacia a dónde nos movemos” y las de arbitraje “¿quién tiene la razón?”. Como pasa con las jerarquías animales en especies sociales, el “pecking order”, el orden para comer o la jerarquía es un mecanismo de reducción de los conflictos a la hora de repartirse la comida y los espacios/ El hombre es la especia que ha querido divinizar a los jefes, no sabemos muy bien con qué fin. Pero un jefe es un procesador de información, no el dueño de los recursos, ni menos aún, de los miembros de, grupo.
Conclusión: No tenemos aquí con esto un cuadro claro de cómo serán las empresas del futuro, pero sabemos que estarán organizadas con principios radicalmente diferentes de lo que son al presente, y la crisis de la visión del trabajo después de la pandemia, nos hace pensar a que los cambios están bien cerca.
En resumen:
Somos hijos del dolor, pero padres de la esperanza. Ep 17
/in Podcast Buscando Respuestas /by Bobby A LopezHemos visto como el dolor, o la sensación de carencia está completamente empotrada, built-in, en la vida, de la cuál es inseparable. Ahora podemos explorar un poco sobre esto y preguntarnos qué sentido puede tener la vida biológica, si aparentemente se trata de una lucha destinada al fracaso por mantener efímeros tejidos orgánicos.
Pensemos, un momento, qué pasaría si no existiera la necesidad de nutrición y el hambre: la naturaleza sería como un paisaje lleno de verrugas, de seres vivos auténticamente autótrofos, replegados sobre sí mismos, tratando de mantener, por unos días o meses, la capacidad de seguir vivos, para acabar finalmente descomponiéndose en un sólido fracaso. Sería una panorama patético
Veamos ahora lo que, sin embargo, pasa en la realidad en la Naturaleza. La naturaleza es el espectáculo de millones de seres que tienen que estar continuamente mirándose unos a otros, porque entre algunos de ellos está la comida, las especies que me pueden proporcionar nutrición.
Se llama a las plantas, a las bacterias y arqueas, “organismos autótrofos” queriendo significar que se alimentan a sí mismos, y que son sésiles o inmóviles. La realidad es que se alimentan del sol, no de sí mismos, y que sí se mueven, no como los animales, desplazándose, sino “procreando hacia” la luz.
Por lo tanto, todos los seres vivos están abiertos hacia los demás, y hacia su ambiente, buscando mejorar, es decir, conseguir dónde puedan alimentarse más y mejor.
Y esta dinámica de seres vivos buscándose unos a otros para tratar de sobrevivir, y también, para procrearse, es lo que crea ese gran mecanismo de mejora que llamamos la Evolución. Mecanismo de mejora que no se daría en aquel tétrico paisaje de verrugas que imaginábamos al principio.
El hambre, aunque es el resumen de toda carencia y dolor, es la base de la Evolución. Y la Evolución es el mecanismo que está dotando a la naturaleza para esta lucha contra la entropía, contra la muerte; para esta lucha que llamamos “vida”. Los srres vicos somos hijos del dolor, pero, a la vez, portadores de la esperanza en un mundo cada vez más vivo y mejor
¿Quién inventó la desunión? Ep 16
/in Podcast Buscando Respuestas /by Bobby A LopezEl universo, en su origen, como vimos anteriormente, estaba todo muy contenido, muy muy ordenadamente en muy poco espacio. En el Big Bang aparecieron las 4 fuerzas que gobiernan ahora la naturaleza: la fuerza atómica fuerte, que es la que hace surgir a los átomos a base de unir los protones con los neutrones; la fuerza débil, que hace decaer a los átomos, a base de disgregar los neutrones; luego, la fuerza eletromagnética, que atrae a los electrones hacia los núcleos, pero los mantiene dando vueltas a su alrededor, y la gravitación, la fuerza que atrae las grandes masas macroscópicas, como planetas, etc
Lo que quiero ahora es atraer la atención es sobre el siguiente hecho: lo que introdujo la rotura del orden inicial del universo no fue una fuerza disgregadora, algo que lo rompió por decirlo así, desde fuera. Fue la fuerza atómica fuerte que es, esencialmente una fuerza unificadora. Y una fuerza unificadora millones de veces más fuerte que esa otra fuerza unificadora que es la gravedad.
¿cómo puede ser que una fuerza unificadora pueda ser la causante de la desunión que sufre el universo? Pues bien esa fuerza unificadora, el strong force, tiene una intensidad muy fuerte, como dije, pero un rango de acción muy pequeño. Tienes que estar a menos de 10^-15 metros para sentirlo. Esto significa 14 ceros decimales antes de un 1. Cuando una fuerza unificadora solo unifica a lo que está muy cerca, se convierte en realidad en una fuerza disgregadora, pues lo que logra es que el plasma que era el universo, se convirtiera en átomos, es pequeñas bolitas de masa, por decirlo de alguna forma.
Podemos ahora usar esta lección para entender la raíz de la desunión entre seres humanos, que sigue este mismo patrón fractal. El instinto más fuerte que tiene el humano, no es el sexual, ni mucho menos, es el FOMO, el fear of missing out. Queremos pertenecer, necesitamos pertenecer, y queremos estar unidos a los que están a nuestro alrededor. El problema grande está es que esta fuerza unificadora tiene poco alcance, y, se acaba en cuanto que logramos un grupo de unos cuantos miles de humanos que nos aceptamos unos a otros. Porque una vez que se establece la comunidad local, pierde la fuerza el deseo de unirse, y entra en juego el segundo instinto social, que es el miedo a lo diferente, a los que siguen otras reglas, y se comportan distintos. Entre en juego el instinto tribal, el de la conservación y la cohesión del grupo a base de distinguirse de los otros grupos. Es decir, en un ejemplo claro, el tribalismo, de un instinto bueno pero que se queda corto, en el caso del humano, que pudiera conseguir mucho más si estuviera unido con mucha más gente.
Vemos entonces otra instancia de cómo los instintos del hombre, que son netamente su primera llamada moral, no pueden sin embargo, ser la última. Siendo nuestra animalidad la base de nuestro ser y nuestro actuar, no puede ser todo nuestro edificio, tiene que haber algo más.
La moral es para animales: los humanos tenemos mejores cosas que hacer (Ep 13)
/in Podcast Buscando Respuestas /by Bobby A LopezLa moral es para animales: los humanos tenemos mejores cosas que hacer
El renacimiento fue una época clave para definir la modernidad. No vamos a estudiarlo aquí, aunque lo haremos en su momento, pero sí podemos decir aquí que el renacimiento comenzó realmente en el siglo XII, no en el XV, como la gente piensa, pero fue violentamente interrumpido por la peste negra del siglo XIV y por ciertos cambios climáticos para reflorecer con más ímpetu y ya en sus manifestaciones artísticas, no en las primeras, que eran más científicas y filosóficas, para reflorecer en sus manifestaciones artísticas, sobre todo en la Europa del siglo XV y XVI, los famosos 480 y el 580 italiano. Lo que quiero señalar es que en esta época vio la luz, entre otros muchos fenómenos culturales, el humanismo.
El fenómeno cultural es una cierta forma de ver un aspecto de la realidad que es común a la mayoría de los individuos de una cierta colectividad. Pues bien, desde el siglo XII están empezando a llegar a Europa los escritos perdidos por un milenio de los sabios griegos que llegaron a Europa a través del contacto con el oriente, que fueron las cruzadas y la invasión de España por parte de los árabes. Este reencuentro con la filosofía y los escritos clásicos provocó en Europa un gran deseo de estudiar el mundo grecorromano, sobre todo sus obras, lo que se tradujo en la práctica como un nuevo sistema de estudios que, sustituyendo a los estudios clásicos del trivium y el quadrivium de la lógica, la gramática, etc., empezaron a enfocarse en el estudio de la humanitas, de las humanidades.
En el fondo, en un estudio del hombre, una obra simbólica o emblemática de esa época renacentista es quizá la obra de Giovanni Pico de la Mirándola en el 1486, titulada Oratio de hominis dignitate, oración sobre la dignidad del hombre, que es en el fondo un gran himno a lo central que es el hombre en la creación y a su gran diferencia sobre los otros seres. Comienza con esto el antropocentrismo, el centrar la realidad alrededor del hombre frente al teocentrismo más típico de la filosofía medieval. Fueron grandes humanistas o los más grandes humanistas, empezando por Petrarca y Boccaccio hasta llegar a Erasmo de Rotterdam y Lutero.
A partir de esta época, la consideración del hombre como un ser especial y centro del universo comenzó a despegar. Esta concepción del ser humano como ser superespecial y centro del universo duró, perduró por toda la modernidad hasta bien entrada la posmodernidad, donde empezó a surgir con todo el pesimismo que trae la posmodernidad el convencimiento de que el hombre realmente lo que es es un animal más, pero no sólo un animal más sino en muchos aspectos un animal peor que los demás, porque contamina, porque desplaza otras especies, porque daña el clima, etcétera. Entonces, finalmente, ¿el hombre es algo único o es más propiamente otro animal? Mi posición es más propiamente un subhumanismo o un cierto animalismo.
Este podcast está hecho para poner a la gente a pensar, cada uno piense, llegar a sus propias conclusiones. Yo doy mis ideas para que la gente se estimule a pensar y a encontrar sus respuestas. Pues yo propongo más bien un subhumanismo, un cierto animalismo, porque yo creo que el humanismo ha tenido consecuencias muy útiles, esta gran autoestima del hombre, pero creo que debemos ahora reforzar su animalidad.
Todos tenemos claro que el hombre es animal y al mismo tiempo es algo distinto de los demás animales. Yo soy de la creencia de que la mayoría de lo que nosotros llamamos obligaciones morales son realmente obligaciones naturales. No robar, no matar, no adulterar, no mentir, son mandatos de la naturaleza, son las formas de ser un buen animal humano.
Pero para mí es bien importante sacar estas obligaciones al ámbito natural o animal para que el hombre pueda plantearse correctamente en qué consiste su crecimiento, su florecimiento. El crecimiento del hombre no consiste en portarse bien, en el sentido de evitar estos pecados mencionados antes. El crecimiento del hombre tiene que estar predicado en algo más allá de ser un buen animal humano, además de pertenecer al orden del cosmos, al orden natural.
El hombre tiene una llamada metanatural, que podemos resumirlo que tiene una vocación a amar, tiene una vocación a amar. La preocupación por el bienestar de los no-parientes, de los extraños, incluso de los non-con-specifics, de los que están fuera de otras especies, y la llamada a buscar la unidad, que atenta en cierta medida contra las estructuras tribales animales normales. Estos son llamadas propiamente humanas.
En este plano metanimal es donde el hombre tiene que estar batallando por su crecimiento, por su realización, el portarse bien, el no matar, el no robar, el no mentir, el vivir según las reglas de la naturaleza. La moral, según la entendemos ahora, es realmente para animales.
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No trabajamos para vivir, vivimos para trabajar
/in Uncategorized /by Bobby A LopezPodemos resumir la narrativa moderna de la siguiente forma, si te portas bien y estudias mucho vas a poder entrar en una buena universidad y podrás entonces conseguir un buen trabajo después, en ese trabajo podrás ganar buen dinero para poder al retirarte hacer lo que te dé la gana. Tiene esta narrativa todavía en el siglo 21 el poder de mover el corazón del hombre, no se vayan porque estamos buscando respuestas. Buscando respuestas, el podcast donde Bobby López explora las preguntas que la filosofía cotidiana nos propone.
El trabajo es una actividad tan importante para el ser humano que el no entenderlo bien, el realizarlo sin tener muy claro para qué se hace puede tener unas consecuencias desastrosas para el hombre y la naturaleza. En el capitalismo, por ejemplo, el trabajo no está bien explicado porque no tiene un sentido real, simplemente se justifica circularmente a sí mismo. Trabajamos para poder consumir el fruto de nuestro trabajo, esto no es darle sentido al trabajo, este planteamiento nos envolvería, nos está envolviendo en una espiral destructiva de producir por producir, que mata el ambiente y la salud mental y física de las personas.
Tenemos entonces que plantearnos más a fondo para qué trabajamos si queremos salir de esta espiral. Como siempre que queremos saber cuál es la forma buena de hacer algo, empezamos como primer paso por mirar a la naturaleza. Miramos a la naturaleza y vemos a todos los animales entregados continuamente a una actividad, la de sobrevivir.
¿Por qué los animales trabajan? Para vencer la entropía, esa tendencia implacable de lo físico a la continua descomposición. Para ello los seres vivos necesitamos estar continuamente inyectándonos energía, extraída en definitiva del sol, para evitar la corrupción. El hombre es un animal inacabado, un animal al que sus instintos no le dicen exactamente todo lo que tiene que hacer, él tiene que acabar de completarse a sí mismo.
Esto es lo que llamamos libertad, un espacio más allá de los instintos en el que el hombre tiene que dirigirse a sí mismo. Esta libertad humana necesita encontrar un orden, necesita saber en qué dirección encaminarse. De aquí se deduce la importancia de que entendamos qué es lo que tenemos que hacer en el mundo y con el mundo, es decir, para qué trabajar.
Vamos a repasar bien brevemente las concepciones que ha tenido el hombre en el occidente sobre el trabajo, para poder llegar a la conclusión de que en el siglo XXI esta concepción está teniendo un giro radical donde podríamos, vamos a acabar justificando que el hombre vive para trabajar. Para Aristóteles trabajamos para lograr en algún momento no tener que trabajar y poder contemplar. Los griegos llegaron a despreciar el trabajo como cosa de esclavos, que permitía a los hombres libres dedicarse a buscar la buena vida, la vida ética.
Por otra parte, los judíos tenían otra visión del trabajo basada en su concepción del mundo como creado por un único Dios y al que el hombre estaba ayudando a cultivar, a hacer crecer la naturaleza. El cristianismo, basándose en la idea de que Dios se ha hecho hombre, culmina esta idea escatológica de que estamos preparando este mundo para que Dios venga aquí a la creación a habitar con sus hijos. Siglos después vino el capitalismo, que fue un gran intento de organizar la sociedad sin tener que hacer referencia a valores morales sobre los que era muy difícil ponerse de acuerdo.
Estamos hablando del siglo XVII, recién acabada la guerra de los 30 años, sino usar puramente criterios técnicos científicos. Una de las primeras víctimas del capitalismo fue el trabajo, que pasó a ser considerado como una mercancía, un servicio que se compra o se vende para integrarlo en una máquina de producir, que es la corporación. Se produjeron, por lo tanto, dos cambios sutiles pero radicales en la concepción del trabajo.
Primero, la conversión del trabajo de un contrato social, que definía la posición de una persona en el colectivo, a un contrato mercantil, de compra-venta de servicios. Y segundo, la cosificación y la atomización del trabajo para convertirlo en una tarea que sea parte del mecanismo productivo que es una empresa. Por fin llegamos al siglo XXI, donde pareciera que está cambiando esta concepción reduccionista del trabajo.
Los factores que se pueden decir que han contribuido a ello han sido las dos grandes crisis del siglo XXI, que es la crisis económica del 2008, que fue la gran implosión de la cabeza del sistema capitalista, que es la banca de inversiones, y la crisis del 2020, del COVID, que encerró a las personas en sus casas y tuvieron que aprender a no trabajar. La crisis del 2008 ya había puesto en duda la narrativa capitalista clásica, que es, si te portas bien y estudias mucho, podrás ir a una gran universidad, eso te permitirá entrar en un gran trabajo y eso te va a mantener toda tu vida hasta que te puedas retirar y hacer entonces lo que te dé la gana. La crisis o el encierro del COVID, por otro lado, nos paró de esta carrera que es el producir y llevó a la gente a preguntarse, oye, ¿para qué era que estábamos corriendo todo el día? El segundo factor que ayudó a desmontar esta visión mecanicista del trabajo fue, o es, una visión más holista de la naturaleza y del cosmos, una visión más ecológica, donde es más fácil ver el trabajo del hombre como parte de toda una epopeya evolutiva, donde el cuerpo está buscando su máximo desarrollo.
En esta concepción más holista, el trabajo está definido como toda actividad de un ser humano destinada a ser un mundo mejor. Si esta visión holista del trabajo acaba triunfando, tendremos que reconocer que el hombre no trabaja para vivir, sino que vive para trabajar, es decir, que el sentido de su vida es ayudar al mundo a crecer.
Las cuatro mutaciones que dieron lugar a las familias de humanos – Ep 7
/in Podcast Buscando Respuestas /by Bobby A Lopez¿Sabían ustedes que la especie humana sufrió unas mutaciones que casi la llevan a la extinción, pero que acabaron dando lugar a una sociabilidad tan grande en el humano que le ha permitido adaptarse a casi cualquier nicho ecológico? No se vayan, porque estamos Buscando Respuestas. Buscando Respuestas, el podcast donde Bobby López explora las preguntas que la filosofía cotidiana nos propone. Hemos visto en otros programas lo importante que la sociedad es para los humanos desde el punto de vista biológico.
La sociabilidad la definimos como el hecho de que unos individuos necesiten de otros para alcanzar sus fines y, por lo tanto, vivan en grupos. La sociabilidad no es común en la naturaleza. Se dan algunos insectos y muchos pájaros y mamíferos, pero esto es un pequeño por ciento de la biomasa de la Tierra.
En algunos insectos, como hormigas, termitas y abejas, la sociabilidad es tan grande que se ha llegado a la conclusión que se entiende mejor sus comunidades, el hormiguero, como un superorganismo, más que como una comunidad de individuos. Se les llama especies eusociales. Dentro de los mamíferos, los primates se llevan la palma de la sociabilidad y, entre ellos, van a ser primates hipersocial hasta tal punto que no se puede entender el fenómeno humano sin entender la vida social.
Nuestra compensación actual de la evolución sugiere que las principales mutaciones que desencadenaron este resultado son las siguientes. En primer lugar, la evolución del bipedalismo, del caminar erguido, provocó, entre otras muchas consecuencias, que el embarazo de las hembras limitara tremendamente su capacidad de movimiento. Además, se torció el canal uterino, haciendo que el parto fuera complicado y agotador.
Si han visto a otros mamíferos dar a luz, les sorprenderá lo sencillo que es para ellos, comparado con lo agotador que es para una humana. En segundo lugar, el agrandamiento del cerebro, la encefalización, hizo del parto un esfuerzo complicado y postrador. Estas crías de cabeza grande solo pueden nacer con un cráneo incompleto para que puedan salir a través del canal de la madre.
Y este cráneo incompleto hace que necesite un cerebro incompleto, hace que las crías salgan inmaduras, incapaces incluso de caminar durante un año, lo que los convierte en la cría más inútil y dependiente entre los mamíferos. En tercer lugar, los pulgares oponibles, es decir, que cierran en dirección opuesta a los otros dedos. Esto nos da a los humanos unas grandes capacidades para trabajar con las manos, pero con este pulgar oponible, las crías humanas dejaron de poder abrocharse el pelaje de la mamá con ese clip que tienen el resto de los primates.
Esta mutación obliga a las hembras humanas a llevar a sus bebés recién nacidos en los brazos, lo que limita al mínimo sus capacidades de recolección de alimentos. La aparición de todas estas mutaciones parecieran estar llevando a la especie humana hacia la extinción, pero todavía no hemos acabado, aparece otra mutación todavía más curiosa, que es la menopausia, que es el hecho de que a las hembras humanas se le interrumpe la fertilidad a la mitad de sus vidas, que es increíblemente curioso, considerando que la evolución es la maximización del flujo de vida. Sin embargo, la aparición de la menopausia permitió que las abuelas colaboren en la crianza de sus nietos, algo que sería imposible si las hembras humanas, como el resto de las hembras de la naturaleza, se mantuvieran fértiles toda su vida.
En este nicho ecológico, la naturaleza ensayó con un sistema reproductivo que incentivaba al macho humano a permanecer cerca de la madre de sus crías, ayudándola a nutrirlas. Este sistema reproductivo, que se conoce en biología como pair bonding, consiste en una relación duradera entre dos adultos que no son parientes. Esta aparición del pair bonding, que es nunca visto en los simios, aunque existen los monos, se completa con la aparición de las abuelas y esto dio origen a la evolución de una estructura social que llamamos familia humana.
Esta estructura debe entenderse como una placenta social que complementa a la placenta biológica para permitir un desarrollo de la cría humana a límites nunca antes vistos en la evolución. En conclusión, hemos visto cómo una serie de mutaciones de escaso valor para la sobrevivencia obligaron al humano a vivir en familia y luego a vivir en sociedad, dándole con esto una capacidad evolutiva que superó con mucho a las limitaciones iniciales que detonaron estos cambios. Entendemos de esta forma un poco mejor por qué el humano es un primate hipersocial y por qué necesitamos entender la sociedad para entender al hombre y vemos cómo no podemos entender a ninguno de los dos si no entendemos que lo que la naturaleza quiere hacer por ambas vías es pasar vida mejorada hacia adelante.
En resumen, número uno, la sociabilidad es un fenómeno de la naturaleza donde en algunas especies los individuos dependen unos de otros para cubrir sus necesidades. Número dos, el humano es una especie extremadamente social y esto se puede entender mejor por el efecto de algunas mutaciones que sufrió. El bipedalismo, el pulgar oponible, la tremenda cabeza de los bebés y la menopausia hubieran reducido el fitness de la hembra humana si no fuera porque apareció la estrategia reproductiva del pair bonding, del emparejamiento permanente que dio lugar a la familia.