Westfalia, Paz de – GER – Summary
Firmado el 24 oct. 1648, pone fin a la guerra de los Treinta Años que, por su duración y por la enormidad del escenario que abarca, toda Europa central y oriental, fue agotadora y desembocó en crisis económicas en España, Francia y Alemania.
Tres conflictos en la guerra de 30 años: catolicismo-protestantismo; control sueco del Báltico; Francia vs España
En la guerra de los Treinta Años (1618-48) se habían dirimido, fundamentalmente, tres cuestiones:
a) la disputa religiosa en el seno del Imperio alemán entre católicos y protestantes, asociada a la pugna política entre el centralismo del Emperador, fiel a la causa católica, y los príncipes y nobles, partidarios de la Reforma;
b) los intentos de Dinamarca y sobre todo de Suecia de controlar el Báltico, y a su través a todo el mundo germano; y
c) la disputa entre Francia y España, antigua ya de siglo y medio, por la hegemonía europea.
Dos principios fundamentales: orden IMPERIAL universal y teocéntrico versus racionalismo antropocéntrico e independentismo ideológico
Pero junto a estos enfrentamientos parciales, luchan, dos principios fundamentales:
a) el tradicional católico, que defiende una concepción teocéntrica, basada en principios que pudieran considerarse objetivos, universales y permanente; un orden europeo que debe anteponerse a los intereses nacionales en particular; y
b) el racionalista, defendido por los protestantes, pero también por Francia, que pretende el reconocimiento oficial de la diversidad religiosa, ideológica y nacional de Europa, dando a cada soberanía una independencia total respecto de las otras, y negando toda sumisión a principios superiores. Es una concepción antropocéntrica, racionalista, y por consiguiente individualista, lo mismo a escala personal que a escala nacional, y cuya norma de conducta en orden a la paz del mundo no pudiera ser ya otra que una carta de igualdad o una fórmula de coexistencia dentro de la diversidad, capaz de amparar a una serie de verdades subjetivas e independientes.
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