por Roberto López Febrero 2007
Con cortedad de miras, en Puerto Rico a veces pensamos que el que nuevas fábricas vengan o se vayan de la Isla depende de la competencia o incompetencia del gobierno de turno o de algún factor esotérico. Perdemos de vista que una de las razones que han estado erosionando la manufactura en Estados Unidos y en Puerto Rico, ha sido en gran parte la subida del dólar respecto a las demás monedas: un fenómeno que hemos estado padeciendo por más de una década.
Un dólar más caro frente a, por ejemplo, el euro, conlleva que los productos americanos se vuelvan más caros que los productos europeos. Esto hace perder ventas a las compañías americanas frente a sus rivales extranjeras.
Entender las fuerzas que mueven el precio del dólar es, en esencia, entender las fuerzas mueven la economía mundial. Y esto es lo que pretende hacer este artículo.
Un vistazo a la economía mundial en el 2007 nos ofrece, de fondo, un cuadro bastante esperanzador donde se prevén crecimientos positivos en la mayor parte de las regiones del planeta. Sin embargo -tiene que haber un sin embargo- dos nubes se levantan amenazadoras en el horizonte que pueden arrojar, no solo agua, sino truenos y centellas sobre este panorama: se trata de dos problemas de la economía americana que, desde la Segunda Guerra Mundial hasta ahora ha sido el motor del crecimiento mundial. Los dos problemas tienen nombres parecidos: uno es de déficit comercial, el gasto de los americanos en el extranjero por encima de lo que los extranjeros consumen de Estados Unidos. El segundo es el déficit fiscal, el gasto del gobierno americano por encima de lo que ingresa por contribuciones. Si estos dos déficits, que llevan años acumulándose y que ahora mismo tienen proporciones exorbitantes, no se corrigieran en los próximos años pueden entrambos poner a la economía americana en sus rodillas y tras ella, la economía mundial. Para tener una idea de la magnitud de estos dos problemas, baste considerar este dato. Estados Unidos a principio de los ’80 era uno de los principales acreedores del mundo (el país al que más gente le debía dinero, o el país que más prestaba al extranjero) ha pasado a ser al presente uno de los países más endeudados del planeta.
¿Qué está pasando? ¿Por qué Estados Unidos ha llegado a acumular tanta cantidad de deuda? La exploración de la economía mundial que vamos a hacer nos revelará las causas de estos problemas para poder así determinar si existe esperanza de que estos desequilibrios se corrijan y la economía mundial pueda seguir el paso alegre que lleva ahora mismo.
La conclusión de este análisis es que la economía mundial crecerá feliz si dos gobiernos toman sendas decisiones importantes:
1. Si el gobierno americano decide de una vez no gastar más de lo que ingresa (o ingresar lo suficiente para cubrir sus gastos).
2. Si el gobierno chino decide empezar a reducir los subsidios que está concediendo a los exportadores de su país.
Para llegar a estas conclusiones hemos de examinar las fuerzas que están provocando el gigantesco déficit comercial de los Estados Unidos.
Las causas que están provocando el déficit comercial, el exceso de compras extranjeras de Estados Unidos, pueden resumirse, como veremos, en estos cinco desequilibrios que se han estado dando en el mundo, especialmente desde 1990 hasta el 2004:
1) China, los países asiáticos y los exportadores de petróleo consumen poco y ahorran demasiado.
2) Los gobiernos de China y varios países asiáticos tienen la práctica de mantener su monedas devaluadas frente al dólar, para así poder exportar más. Como consecuencia han acumulado grandes reservas de dólares.
3) El gobierno americano padece de prodigalidad: gasta más de lo que tiene, o cobra menos contribuciones de las que necesita.
4) Los ahorros y reservas de los países asiáticos y de la OPEP han ido a invertirse en gran medida en Bonos del Tesoro de los Estados Unidos, es decir, se ha usado para financiar el déficit fiscal del gobierno americano.
5) La economía americana representa una proporción “demasiado” grande del crecimiento económico mundial.
En China y los países asiáticos se ahorra demasiado y en Estados Unidos se ahorra demasiado poco. Expliquémonos.
Si en Estados Unidos la gente ahorra el 2% de su ingreso, en Asia se ahorra alrededor de 22%.
La exorbitante tasa de ahorro de los países asiáticos puede atribuirse a dos causas:
1) los países asiáticos, incluyendo incluso a Japón, son países con un pobre sistema de retiro y de seguridad social. Esto provoca que cada persona tenga, en la práctica, que ahorrar lo necesario para su jubilación y posibles enfermedades. Durante siglos el cuidado de los ancianos y de los enfermos descansaba en los hijos y en la familia extendida. Ahora la reducción del tamaño la familia, que en China alcanzó tonos trágicos, ha llevado que cada persona sea responsable de tener suficiente dinero para enfrentar estas situaciones. Esto obliga a tomarse muy en serio la práctica ahorro.
2) en adición, los ingresos en estos países asiáticos han crecido más rápido sus mercados, que están muy poco desarrollados y no existen tantas alternativas para consumir lo ganado. Algo parecido ocurre en los países exportadores de petróleo, que están recibiendo más dinero del que sus economías pueden absorber.
Estos ahorros típicamente se depositan en bancos e instituciones financieras quienes, a su vez, buscan dónde invertirlo. En este caso, una parte importante ha ido a parar, como ordenan los libros de texto de economía, a financiar las industrias locales que estaban creciendo muy rápido. Pero otra gran parte fue invertida en bonos del Tesoro de los Estados Unidos. El dólar, en esos momentos (década de los 1990) era uno de los lugares más seguros para estacionar los ahorros. Una inversión es los mercados del propio país, todavía en desarrollo, implica ciertos riesgos, como demostró la crisis de las monedas asiáticas en el 1997.
Otro factor que ha estado impulsando el déficit comercial, es el “subsidio” a la exportación que otorgan los gobiernos de los países asiáticos en general y especialmente de China. Para impulsar la exportación, que es el motor de la economía en estos países, los gobiernos actúan en los mercados de divisas para mantener sus monedas artificialmente bajas frente al dólar. Al hacer que sus monedas bajen de precio, a los extranjeros se les hace más barato comprar los productos de estos países que los de otros países e, incluso de los de suyos propios, lo que supone una gran ayuda para las empresas exportadoras del país.
¿Cómo funciona esto?¿Cómo logra un gobierno hacer que su moneda baje frente al dólar, para impulsar así las exportaciones? Lo que hace es ir todos los días al mercado de moneda extranjera de su país y comprar una cantidad suficiente de dólares (de los que traen los exportadores que vendieron productos al extranjero) para que se mantenga el precio del dólar alto o, lo que es lo mismo, el precio de la moneda local bajo. Es decir, lo que hacen estos bancos centrales es acumular grandes reservas de dólares, para sacarlos de circulación del mercado de divisas así mantenerlos escasos y, por lo tanto, caros.
Esto de hacer que la moneda local baje frente al dólar, o de hacer que el dólar se ponga caro para los locales, parece una fórmula atractiva para impulsar las exportaciones y, por ende, la economía local. De hecho lo es, pero genera, como era de esperar, algunos efectos nocivos; si no fuera así todos los países la emplearían.
Para empezar, devaluar la moneda del propio país provoca inflación. Una moneda barata significa un dólar caro -por definición- lo que implica que todo lo que se compre en el extranjero se vuelve más caro. Como hay cosas que no se pueden dejar de comprar fuera, esto hace que los precios de al menos una parte de lo consumido en el país sean más altos. Esto implica inflación, lo que implica empobrecimiento de la gente.
El segundo efecto problemático que tiene el subsidiar las exportaciones devaluando la moneda local es que produce un acumulación de dólares en los bancos centrales asiáticos que, como hemos dicho, tienen que estar comprando y guardando gran parte de los dólares que traen los exportadores al mercado de divisas. ¿Cuál es el problema de acumular reservas de dólares? Para empezar supone congelar, dentro del banco central, una parte de los recursos de un país.
Un tercer problema de mantener una moneda devaluada es que esto equivale, como se ha visto, a un subsidio a las empresas que venden al extranjero: se usa dinero del gobierno para que puedan vender más barato. Y, como todos los subsidios, a la larga lo que hacen es crear empresas ineficientes, que nunca están preparadas para competir, desarrollando así más empresas de las que realmente se necesitan en ese país.
Por último, un cuarto efecto nocivo de subsidiar las exportaciones es que está enojando al Congreso de los Estados Unidos y puede provocar que se le pongan aranceles a los productos extranjeros, como ya se ha hecho con algunos productos chinos. Cuando fábricas americanas tienen que cerrar porque no pueden competir con productos chinos se puede decir que una parte de la causa de este cierre es que en China lo hacen más eficientemente y en este caso se puede decir que el mundo está mejor si se compran las cosas en China. Pero también otra parte de la causa radica en que el gobierno chino está subsidiando a los exportadores de su país. Esto molesta a los fabricantes americanos y, como consecuencia, molesta a los políticos americanos que tratan de anular los subsidios poniendo impuestos especiales a la importación de productos chinos. Esto típicamente no se queda aquí, sino que los países castigados tienden a vengarse y a limitar la entrada de productos americanos. El final de una escalada de guerras comerciales -ya se han visto muchas en la Historia-, si no se hace algo, es que cada país tratará de producir él mismo todo lo que necesita, en vez de comprarlo al país que lo haga más eficientemente. Lo que esto conlleva, al fin y a la postre, es que todo el mundo acaba más pobre que al principio, que cuando existe libre comercio internacional.
Hemos visto con esto otro de los desequilibrios, el subsidio de las exportaciones, que está impulsando el dólar y el déficit comercial americano hacia arriba, y algunas de las otras consecue
ncias colaterales que tiene este práctica. Sigamos ahora con la exploración de la economía mundial, para encontrar más fuerzas que llevan al déficit comercial americano y descubrir cómo esas mismas fuerzas nos pueden llevar de nuevo al equilibrio y al crecimiento estable.
El tercer gran desequilibrio que amenaza la economía mundial es el déficit fiscal del gobierno americano, el hecho de que no tenga suficiente dinero de contribuciones para cubrir sus gastos. ¿Qué tiene que ver el déficit fiscal con el déficit comercial, con en exceso de importaciones? Aunque son dos fenómenos distintos lo común es que vayan juntos. Si el gobierno gasta más dinero del que tiene, es lógico pensar que una parte de esas compras acabarán siendo de productos extranjeros.
Además, la forma de gastar un dinero que no se tiene es cogiéndolo prestado, es decir, emitiendo bonos. Como se verá a continuación, una parte de esos bonos los acaban comprando extranjeros a los que hay que pagarles intereses por prestar ese dinero, con lo que el déficit fiscal contribuye por tanto a un mayor flujo de dólares saliendo de Estados Unidos.
Es útil visualizar al déficit gubernamental como un ahorro negativo, el gobierno en vez de ahorrar, desahorra. Es como un exceso de consumo por parte del gobierno, que se va a sumar al exceso de consumo que, como veremos, están practicando los consumidores privados americanos. Este déficit o desahorro constituye uno de los factores clave de la situación económica mundial en la que estamos.
Los tres desequilibrios anteriores (mucho ahorro en Asia, desahorro en Estados Unidos y subsidio de las exportaciones) traen de la mano al cuarto desequilibrio: un gran endeudamiento de Estados Unidos con los países asiáticos. Veamos cómo.
Tanto los ahorros de las personas como las exportaciones de las empresas en Asia acaban generando un influjo de depósitos en los bancos de esos países. Como haría cualquier manejador de carteras de inversiones, los bancos colocan una parte de los fondos en instrumentos de bajo riesgo. Y, entre todas las economías del mundo Estados Unidos representa un opción primaria para mantener el dinero
Efectivamente, gran parte de este dinero de los países exportadores (China, Asia y OPEP) ha sido invertida en bonos del gobierno americano y otros instrumentos de inversión en Estados Unidos: certificados de depósitos, bienes raíces, etc. Esto implicó, durante los ’90 y principio de los dos mil, una entrada masiva de dólares a Estados Unidos. El primer efecto de esto fue que subió el precio del dólar: hay que comprar dólares para invertir en Estados Unidos. Y el segundo efecto fue el consecuente daño a las exportaciones americanas que produce un dólar más caro. Pero esto fue solo el principio.
¿Qué otras implicaciones tiene el hecho de que haya filas de extranjeros queriendo comprar Bonos del Tesoro americano? Una es superficial pero impactante, la otra es profunda pero desapercibida. La primera es que este fenómeno ha provocado que Estados Unidos haya pasado de ser uno de los países al que más dinero le debían los otros países, a ser uno de los países más endeudados con el exterior. Un bono del gobierno no es otra cosa que un préstamo que los particulares hacen al Estado: cuando éste necesita dinero para sus gastos por encima de lo que recauda de contribuciones, lo que hace es imprimir unos papeles que dicen “pagaré al portador de este papel $1,000 dentro de diez años y, hasta entonces, le pagaré cada semestre, un 3% de interés”. Han sido tantos extranjeros han acudido a comprar estos papeles en Estados Unidos que se puede decir que el gobierno americano está financiado por forasteros, tanto particulares como gubernamentales.
Pero el hecho de que sean extranjeros, en vez de locales, los que están financiando al gobierno no es algo necesariamente problemático. Lo que sí tiene más trascendencia es el otro efecto de la inmigración de dinero del extranjero: este influjo ha favorecido el que las tasas de interés de Estados Unidos se hayan mantenido hasta el 2004 a unos niveles históricamente muy bajos; y esto sí ha tenido consecuencias importantes.
¿Cómo es que la inmigración de dinero extranjero provoca que bajen las tasas de interés? Los bonos del gobierno se “venden” en unas subastas periódicas. Pero los inversionistas, en vez de ofrecer precios cada vez más altos, como cuando se subasta una cosa, ofrecen tasas de interés cada vez más bajas; es decir, aceptan que el gobierno le pague menos interés. Si hay mucha gente pujando para llevarse los bonos, los conseguirán aquellos que aceptaron intereses más bajos. Esto implica que, cuando hay mucha gente interesada en invertir en bonos del gobierno, los intereses a los que toma prestado el gobierno son cada vez más bajos. Y esto no solo le ahorra dinero al gobierno, sino que tiene efectos para toda la economía, porque cuando bajan los intereses de los bonos públicos, tienden a bajar, a su vez, todos los otros intereses de la economía: los de los CD y cuentas de ahorro, de los préstamos personales, de hipotecas, etc. Es de notar que algunas de las inversiones de dinero extranjero en Estados Unidos no se han canalizado a través de bonos del gobierno, si no directamente montando fábricas o centros comerciales americanos. Pero el efecto sobre los intereses es el mismo: más dinero buscando un número limitado de lugares para invertir hace que los intereses que se acepten por los inversionistas sean menores.
¿Qué efectos tiene en la economía unos bajos intereses? Esta bajada de intereses ha tenido unos efectos dramáticos sobre la economía americana y mundial. Para empezar provocó el boom de la construcción que hemos presenciado en Estados Unidos y Puerto Rico desde 1992 hasta el 2002. Para seguir, ayudó al boom de la bolsa de valores que duró hasta el 2000. Y estos dos efectos juntos, provocaron que el público americano ahorrara todavía menos dinero: primero porque los intereses estaban tan bajos que no valía la pena ahorrar y, segundo, porque con la subida del valor de la vivienda y las inversiones, los hogares americanos sentían que ya tenían suficiente riqueza guardada. Además, esta falta de ahorro de los hogares provocó una falta de inversión en las empresas. La construcción de nuevas plantas depende de que existan fondos ahorrados. Esto incentivó aún más el que, en vez de que se expandieran las fábricas de, por ejemplo, textiles en Estados Unidos, se compraran esos mismos productos a fábricas Chinas. Esto aumenta más las importaciones americanas, y reduce sus exportaciones, lo que significa sacar más dólares de América hacia China o el Asia, donde se sig
ue alimentando este ciclo de desequilibrio, continuando el déficit comercial (por el aumento en las importaciones) y la acumulación de deuda americana en manos de extranjeros.
Los cuatro desequilibrios anteriores (mucho ahorro asiático, subsidios a las exportaciones, déficit fiscal americano, e inversión en deuda del gobierno estadounidense) apuntan a su vez hacia el quinto desequilibrio: el hecho de que el crecimiento de la economía mundial depende demasiado del crecimiento de la economía de Estados Unidos y de que este crecimiento ha dependido demasiado de que los consumidores americanos hayan estado ávidamente consumiendo.
Aunque en términos porcentuales las economías de más crecimiento son las asiáticas, en términos absolutos, en cantidad de dólares, el crecimiento de la economía mundial se debe en gran parte al crecimiento de la economía americana. Esto es lo que explica que haya países, como China, que puedan basar sus estrategias de desarrollo en venderle a Estados Unidos y que, por lo tanto, se enfoquen con gran pasión en mantener su moneda baja con respecto al dólar. Y esto explica también el hecho de que, tras haber acumulado grandes cantidades de dólares en este proceso de devaluar su moneda, estos países los inviertan en gran parte, en deuda del gobierno americano, considerándola como una inversión segura y rentable.
No quiere lo anterior decir que es malo que la economía americana sea tan importante. Lo que se está implicando es que sería mejor que las fuentes del crecimiento mundial estuvieran más repartidas. Esto impediría que se formaran los desequilibrios que han estado empujando el dólar hacia arriba, con las consecuencias que esto tiene: un enorme déficit comercial americano hermanado con un enorme endeudamiento externo de Estados Unidos.
El hecho de que el crecimiento mundial descanse sobre el crecimiento americano es peligroso, además, por otra razón. La economía americana está descansando a su vez sobre el los hombros de los consumidores, es decir del consumo. En Estados Unidos ha estado creciendo, desde antes de los ’90, más rápido lo que se consume que lo que se produce ¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo puede consumirse lo que no se ha producido? Comprándolo a otro país que lo fabrique: importando; es decir, aumentando el déficit comercial. Además, esta tendencia a comprar productos extranjeros se vio incrementada por dos fuerzas que ya hemos analizado: 1) el hecho de que los productos chinos y asiáticos eran más baratos por estar su moneda subsidiada; 2) el crecimiento del valor de la vivienda y de la Bolsa, provocado por los bajos intereses, llevó a los consumidores americanos a sentir que necesitaban ahorrar menos y que podían, por tanto, consumir más.
Desafortunadamente, el consumo es una fuerza económica conocida por su volatilidad. La cantidad que una persona decida consumir cada mes depende en gran medida de la confianza que ésta tenga en el futuro, sobre todo en el futuro de sus ingresos. Y todo lo que descansa sobre predicciones es muy sensitivo a los nuevos datos que aparezcan cada mañana. Un atentado terrorista, aunque de hecho sólo reduzca la capacidad productiva de un país en un 0.0002% puede deducir el consumo en un 4%. Por lo tanto no es saludable que el crecimiento de la economía mundial descanse sobre los volátiles hombros de unos volátiles consumidores americanos.
Hemos descrito hasta aquí las fuerzas del mercado que han provocado los desequilibrios que amenazan la economía global. Se podrían resumir diciendo que estamos en una coyuntura donde
1. la economía mundial está creciendo empujada por la economía estadounidense;
2. que este crecimiento americano está basado en consumir mucho y ahorrar poco;
3. que los países asiáticos y de la OPEP están creciendo a base de “agarrarse” a la demanda americana —de venderle a Estados Unidos— sin haber desarrollado, por ahora, su propia demanda interna en sus poblaciones.
Las tres situaciones anteriores han provocado una subida del dólar y, consecuentemente, una gran déficit comercial (un exceso de compras al extranjero) de Estados Unidos.
Pero antes de seguir explorando este fenómeno ¿Por qué decimos que hay “demasiado” déficit comercial? ¿Qué problema hay con comprar mucho al extranjero?
No hay problema con que un país le compre mucho al extranjero, si también se vende mucho en el exterior. Este es el caso, por ejemplo, de Puerto Rico que compra una proporción mayor que Estados Unidos en el extranjero, pero vende también una gran parte de su producto al extranjero. Pero cuando, como le sucede a Estados Unidos, por muchos años seguidos, se compra en el extranjero (importa) más de lo que vende en el extranjero (exporta), lo que ocurre en un aumento de la deuda con el exterior, ya que solo ha podido intercambiar por bienes nacionales una parte de los bienes que trajo de fuera. El resto -el déficit comercial- lo ha pagado con papel moneda —con billetes— que es, en definitiva, un compromiso de entregar bienes, esto es, una deuda. Un billete de un dólar da derecho a un extranjero a llevarse un artículo valorado en un dólar es Estados Unidos.
No es malo con acumular cierta cantidad de deuda, si uno prevé que tendrá más ingresos en el futuro que ahora. La deuda es precisamente un mecanismo para empatar el momento de los ingresos con el momento de los gastos. Pero lo que no debe darse es una acumulación sostenida de deuda, sin que haya momentos de repago en el medio. Esto es precisamente lo que le está pasando a Estados Unidos y
por eso es que se dice que este déficit comercial crónico no es sostenible, que hay que empezar a reducirlo si no se quiere que se acumule una deuda con el exterior que no se pueda pagar y quiebre la economía americana y, con ella, colapse la mundial.
Para no llegar al extremo de que Estados Unidos no pueda pagar su deuda externa, debe de ocurrir algún cambio que haga que se reduzca el tamaño del déficit comercial. Los cambios que teóricamente podrían llevar a esto serían:
1. Una recesión en Estados Unidos que haga que se reduzca el consumo y, por lo tanto, las compras de productos extranjeros.
2. Que bajen los salarios en Estados Unidos tanto como para hacer los productos americanos más baratos que los extranjeros. Esto implicaría un empobrecimiento de la población.
3. Que los consumidores americanos quintupliquen sus niveles de ahorro y que los asiáticos rompan sus alcancías y empiecen a consumir.
4. Que baje el precio del dólar, haciendo más baratos los productos americanos y más caros los extranjeros.
Las tres primeras alternativas son o muy dolorosas o muy ilusorias. Afortunadamente las estadísticas apuntan hacia que se está dando la cuarta: se está observando desde el 2002 una reducción leve pero constante en el valor del dólar sobre todo frente al euro, aunque también con respecto a las otros monedas, excepto quizá con el yuan chino, al que apenas se le ha visto revaluarse.
Los factores a los que se puede achacar este descenso son:
1. Los países asiáticos, excepto China, se están dando cuenta de lo insostenible del déficit comercial americano, y están permitiendo a sus monedas revaluarse levemente.
2. Ha surgido desde el 2002 la moneda del euro como una alternativa al dólar como medio para acumular reservas y para hacer pagos internacionales.
3. Los bancos centrales del mundo están dándose cuenta que hay demasiado dólar fuera de Estados Unidos y están prefiriendo diversificar las monedas extranjeras (divisas) en las que guardan sus reservas.
Todas estas fuerzas de mercado que están llevando el dólar a la baja deben se continuar haciéndolo en los próximos años. Lo único que falta por definir es si el gobierno americano está dispuesto a gastar menos y si el gobierno chino está dispuesto a compartir algo de su crecimiento con el resto del mundo.
Si confiamos en el triunfo, aunque sea parcial de la razón sobre la pasión, entonces hay esperanza: no tenemos por qué apostar a una quiebra de Estados Unidos con todo lo que esto significaría para la economía mundial.
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Historia de Herodes – Summary
/in Resúmenes de Lecturas /by Bobby A LopezDe Herodes Atipater El Idumeo A Herodes El Grande (40 Ac A 4 Ac)
Hacia el año 50 aC Antipater era el Gobenador de Idumea, al Sur de Judea. Antipater apoyó a Julio Cesar en su invasión de Egipto. César le nombró procurador de Judea, con sus hijos Fasael Prefecto de Judea y Herodes (que sera ‘El Grande’) prefecto de Galilea.
Antígono, hijo de Aristóbulo II conquistó Israel y gobernó del 40 al 37. Herodes el Grande fue a Roma y logró que le nombraran Rey de los judíos. Volvió por Fenicia conquistó Jerusalén en el 37 y reinó hasta el 4 aC.
EE. Hijos de Herodes: antipas (galilea); aRQUELAO (judea); filipo (iturea)
A Herodes el grande le sucedieron sus hijos:
1. Antipas: Galilea (4 aC – 39 dC)
2. Arquelao: Judea (4 aC- 6 dC)
3. Filipo: Iturea etc (4 aC- 34 dC)
Arquelao: los judíos se rebelaron contra él y Roma lo desterró. Roma incorporo a Judea, a la provincia romana que incluia a Idumea y Samaria, y nombro gobernadores. El quinto fue Poncio Pilato.
Filipo: fundó Cesarea como su Capital. Murió en 34 sin herederos por lo que su tetrarquia paso a la Provincia de Siria. Hasta que en 36 Caliqula nombró como rey a Agripa 37-44)
Antipas (“esa zorra”)
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Exito y fracaso: su sentido
/in Curso de Cristianismo /by Bobby A LopezSe nos dice qe tenemos que trabajar bien y con afán apostólico, como conecuencia lógica, medrar, ganar un proporcional pretigio y dinero. Pero es dificil ditinguir cuándo trabajamos bien por egoismo y cuando oor amor de Dios.
No podemos tampoco caer en una moral protestante calvinista en la que se piensa que el éxito material es señal de bendición de Dios y el fracaso una señal de rechazo de Dios.
En esta clase vamos a aprender a enfrentarnos al éxito y al fracaso desde una perspectiva cristiana. Esta capacidad tiene en estos tiempos una importancia especial porque vivimos en una sociedad economicista, donde el éxito y el fracaso han cogido unas proporciones gigantescas, pasado a ser equivalentes a la felicidad o la infelicidad.
Una sociedad economicista es una donde el valor de las personas depende de lo que son capaces de hacer o de producir. El fin de la sociedad y de las personas es producir la mayor cantidad de bienes, de forma que las personas puedan tener la mayor cantidad de cosas. En esta mentalidad, la valía de la gente se mide por sus realizaciones, por su curriculum, en definitiva, por sus éxitos. Los medios de comunicación nos ofrecen continuamente el testimonio de los triunfadores.
Esto tiene muchas consecuencias. Entre las más interesantes está el que, al ser la capacidad de producir un valor muy masculino, la sociedad está midiendo el valor a las mujeres de la misma forma que el de los hombres: por lo que mandan, por lo que ganan, por su capacidad de valerse por sí mismos, etc. Se piensa que una mujer que, por ejemplo, no mande o no tenga poder, está menos realizada que una que mande. Esto produce mucho stress y entorpece la construcción de una sociedad armónica.
Por otro lado, una consecuencia positiva del economicismo, de la sobre-valoración del éxito, es que adquirimos una enorme pena por el fracaso: tenemos una auténtica compasión por los que no pueden producir: los impedidos, los desposeídos, los enfermos, los ancianos. Esta enorme pena, viene de imaginarnos nosotros en esa situación y sentir que no tendría sentido nuestra vida.
Aunque esto es una clase sobre cómo bregar con el fracaso, no es, sin embargo, una terapia para el fracaso. No pretende esta clase darnos una técnica para no sentirnos mal ante un fracaso o no perder la cabeza con un éxito. El objetivo de esta clase es ver qué lecciones tienen para nosotros los éxitos y los fracasos, que son una de las vivencias más intensas que experimenta un hombre.
El fracaso consiste en que no se realiza el objetivo de una acción, no se alcanzan los fines propuestos. ¿A qué se debe el fracaso? A dos grupos de causas:
1) A que nosotros no hicimos lo que debíamos haber hecho;
2) a que las circunstancias no resultaron favorables, fuera de lo previsible (si hubieron sido previsibles entonces sería un fallo tipo 1, un fallo nuestro)
1. ¿A qué se debe que nosotros no hagamos lo que debíamos haber hecho? A falta de inteligencia o a falta de voluntad. Todos los seres humanos venimos al mundo con un defecto de fábrica, que hace que nuestra voluntad e inteligencia no encuentren siempre la verdad y el bien. En la medida que nuestro fracaso se deba a un fallo nuestro, debemos arrepentirnos y dolernos, para sacar de la caída una lección y un impulso a hacerlo mejor la próxima vez.
Un aspecto decisivo de la madurez de las personas es aprender a triunfar y fracasar, que significa:
1) conocer la diferencia entre lo que somos y lo que quisiéramos ser;
2) saber que nunca vamos a eliminar ese gap completamente; aprender a vivir con ese sinsabor y
3) no dejar nunca de tratar de cerrar este gap, a pesar de que nunca alcanzaremos aquí el éxito.
En la lógica cristiana, el triunfo consiste en morir luchando. Hay muchos defectos que no desterraremos, muchas metas que no alcanzaremos. Pero si morimos luchando contra ellas, no claudicando, no aceptándolas, entonces hemos triunfado: iremos al cielo; seremos santos.
2. Cuando los fallos no sor por nuestra culpa. Una parte importante de nuestros fracasos se deben a circunstancias fuera de nuestro control. Nosotros hemos hecho lo correcto por nuestra parte, pero las cosas no salieron. ¿Cómo interpreta esto el pensamiento cristiano?
Una de los rasgos más distintivos del cristianismo e islamismo es creer en la providencia: la historia está siendo llevada por un Dios, la historia de la humanidad y de cada una de las criaturas. Todo es una sinfonía perfecta, donde la miríada de ruidos acaban armonizándose en una sublime melodía que canta la perfección y la gloria de ese Dios.
Esto significa que, todo lo que no es obra de nuestra libertad, es para nuestro bien y el de la humanidad.
Historia de la Iglesia en 806 palabras
/in Curso de Cristianismo /by Bobby A LopezEl sentido de la Historia
La historia no es un sucederse de eventos desconectados, ni es el resultado del azar, sino que está movida por la providencia de Dios y la libertad humana. Dios es el señor de la Historia porque la encamina hacia su fin: nuestra felicidad, es decir, su gloria. Al mismo tiempo él ha querido correr el riesgo de nuestra liberta, para que sea una auténtico entramado de decisiones, donde los hombres vivan en el mundo que ellos mismos van construyendo.
Nosotros vemos en cada incidencia de la historia (tanto en nuestras decisiones cotidianas, como en las grandes encrucijadas de las civilizaciones, como el calentamiento global, una guerra o el sida) unas llamadas de Dios pid
iéndonos que seamos santos y que llevaemos todo hacia él, procurando que Cristo reine en el mundo.
Si en todas las incidencias vemos la mano de Dios, mucho m’as clara y didactica se ve en la historia de la Salvación y, específicamente, en la historia de la Iglesia. Ahí se ve más claro la pasión -la fijación- que Dios tiene porque todos los hombres se salven. Además aprendemos que Dios no quiere salvar solo a cada hombre individualmente sino en conjunto, en familia, como un pueblo, de forma que unos a otros estamos obligados a ayudarnos si queremos cumplir nuestro fin.
Echemos, entonces, un vistazo a lo que es la historia de la Iglesia para ver la mano de Dios actuando y ver los efectos de la libertad de los hombres y solidarizarno con ellos dando gracias por sus fidelidades y pidiendo perdon por sus infidelidades.
Primeros cristianos
La primera gran evolución que se dio en el cristianismo fue que el mensaje de Dios se extendía también a los gentiles, que la antigua ley se sustituía por una nueva, no hecha de prácticas, sino alrededor del mandamiento del amor.
Los apóstoles se extendieron por todo el mundo concido desde India hasta España, predicando una misma verdad, a un mismo Cristo y fundando comunidades a cargo de un obispo.
Persecuciones
La iglesia siempre ha sido perseguida. Cuando más cristianos han muerto debido a su fe fue en el siglo XX. Aquï vemos ya el actuar también del diablo en la historia.
Las primeras persecuciones fueron también en Jerusalen.
Durante los tres primeros siglos estuvieron protagonizadas por el Estado Romano que veía en la nueva religión un peligor para la estabilidad estatal y las costumbres religioso-políticas. Además el pueblo veía en sus vidas una afrenta como lo ve siempre en la conducta de los demás quien no tiene su conciencia tranquila.
Durante este siglo la mano de Dios se manifestó especialmente en el surgimiento de numerosísimos mártires que mostraban una fortaleza desproporcinada a sus circustancias personales. La iglesia siempre los ha venerado por la manifestación de la fortaleza de Dios y su amor por su pueblo. El primer martir fue San Esteban.
En el año 313, el emperado constantino, por el edicto de Milán, reconoció la libertad de los cristianos para confesar y prácticar publicamente su fe. En los siglos siguientes todos los pueblos de Europa se fueron convirtiendo al Cristianismo.
Los padres de la Iglesia y los primeros concilios.
Los padres de la iglesia son escritores cristianos de los primeros siglos que sobresalen por su ortodoxia doctrinal y su santidad de vida. Sus escritos y su vidad tienen una gran importancia en la transmisión de la verdad
Los primeros concilios ecuménicos tienen gran importancia en la profundización de la doctrina trinitaria y cristológica.
La edad media
a. Cisma de Oriente: en el siglo IX, Focio, patriarca de Constantinopla acusó a Roma de haber corrompido la fe porque enseñaba en el credo que el Espírit Santo procede del Padre y del Hijo. En el sigolo XI el patriarca Miguel Cerulario renovó las acusaciones de Foscio y fue excomulgado.
b. Teología en la Edad Media: se desarrollo grandemente. Figura principal: Santo Tomás: Summa Theol’ogica y Summa contra Gentiles. Otros teólogos y santos: San Buenaventura, Santa Alberto Magno y San Bernardo.
c. Las ordenes religiosas: En la alta edad media florece la vida religiosa y monacal. En el siglo V San Benito funda los benedictinos. En el siglo XII aparecen las ordenes mendicantes: Franciscanos y Dominicos.
d. Las Cruzadas: expediciones militares religiosas
Edad Moderna
Lutero: su fallo no fue decir que Dios lo hace todo. Fue el separarse de la Iglesia para poder decir eso.
Revolución Francesa:
Triunfo del laicismo: la religión pertenece a la esfera de la subjetividad. Como en conocimiento de Dios solo viene por la Fe, y no por la razón, entonces lo que yo conozca de Dios me incumbe solo a mi y no debe influir en mis negocios, mis posiciones políticas.
Edad contemporánea: un resurgimiento de la espiritualidad, pero sobre una base del relativismo. Esto hace que la religión se reduzca a una terapia para sentirse bien.
Noveno Mandamiento
/in Curso de Cristianismo /by Bobby A LopezPara muchas personas la moral cristiana se reduce a: amar a los padres, no matar, no fornicar, no robar y no mentir. Ignoran la realidad de los pecados internos, de los que no se comenten con actos externos, sino internos: de la imaginación, de la memoria, del deseo.
En la Sagrada Escritura se distinguen tres especies de deseo i
nmoderado o concupiscencia” la concupiscencia de la carne, la concuiscencia de los ojos y la soberbia de la vida”. El noveno mandamiento se refiere a la concupiscencia de la carne y el décimo a la concupiscencia del bien ajeno. A esto es a la qoe a veces se le llama “la carne” que lucha contra el “espíritu”.
Pero esa atracción inmoderada hacia la carne no es mala en s’i misma. Uno de los grandes errores de Lutero fui identificar concupiscencia con pedado, lo que le hizo fue concluir en el pesimismo ontológico protestante: que todo lo que el hombre hace es pecado. Una vez aquí dio el paso de que no se puede hacer nada y que Dios lo hace todo. Sa abandonan las obras, se bandona en definitiva la lucha cristiana. El sentir inclinaciones torcidas no es pecado. El pecado está en consentirlas, en darles paso con la voluntad.
También existe el error contrario: pensar que todas las tendencias son naturales y, por lo tanto buenas. El noveno mandamiento nos ayuda a darnos cuenta de que esto no es así, porque la concupiscencia ha torcido la naturaleza.
Este desorden nos impulsa a rezar y nos lleva a amar todo lo creado porque todo es bueno, es nuestro corazón el que puede hacer mal uso de ese bien.
Los pecados internos son:
A.coplacencia morosa: los malos pensamientos, representarse un acto pecaminoso sin ánimo de realizarlo.
B. Mal deseo: apetencia de un acto malo con ánimo de realizarlo.
C. Gozo peceminosos: la complacencia deliberada en una acción mala ya relizada, por sí o por otros.
El deseo de la feficidad verdader aparte al hombre del apego desordenado a los bienes de este mundo para tenero todo en Dios.
¿Se acerca la quiebra de Estados Unidos?
/in Charlas Variadas /by Bobby A Lopezpor Roberto López Febrero 2007
Con cortedad de miras, en Puerto Rico a veces pensamos que el que nuevas fábricas vengan o se vayan de la Isla depende de la competencia o incompetencia del gobierno de turno o de algún factor esotérico. Perdemos de vista que una de las razones que han estado erosionando la manufactura en Estados Unidos y en Puerto Rico, ha sido en gran parte la subida del dólar respecto a las demás monedas: un fenómeno que hemos estado padeciendo por más de una década.
Un dólar más caro frente a, por ejemplo, el euro, conlleva que los productos americanos se vuelvan más caros que los productos europeos. Esto hace perder ventas a las compañías americanas frente a sus rivales extranjeras.
Entender las fuerzas que mueven el precio del dólar es, en esencia, entender las fuerzas mueven la economía mundial. Y esto es lo que pretende hacer este artículo.
Las dos nubes sobre el horizonte
Un vistazo a la economía mundial en el 2007 nos ofrece, de fondo, un cuadro bastante esperanzador donde se prevén crecimientos positivos en la mayor parte de las regiones del planeta. Sin embargo -tiene que haber un sin embargo- dos nubes se levantan amenazadoras en el horizonte que pueden arrojar, no solo agua, sino truenos y centellas sobre este panorama: se trata de dos problemas de la economía americana que, desde la Segunda Guerra Mundial hasta ahora ha sido el motor del crecimiento mundial. Los dos problemas tienen nombres parecidos: uno es de déficit comercial, el gasto de los americanos en el extranjero por encima de lo que los extranjeros consumen de Estados Unidos. El segundo es el déficit fiscal, el gasto del gobierno americano por encima de lo que ingresa por contribuciones. Si estos dos déficits, que llevan años acumulándose y que ahora mismo tienen proporciones exorbitantes, no se corrigieran en los próximos años pueden entrambos poner a la economía americana en sus rodillas y tras ella, la economía mundial. Para tener una idea de la magnitud de estos dos problemas, baste considerar este dato. Estados Unidos a principio de los ’80 era uno de los principales acreedores del mundo (el país al que más gente le debía dinero, o el país que más prestaba al extranjero) ha pasado a ser al presente uno de los países más endeudados del planeta.
¿Qué está pasando? ¿Por qué Estados Unidos ha llegado a acumular tanta cantidad de deuda? La exploración de la economía mundial que vamos a hacer nos revelará las causas de estos problemas para poder así determinar si existe esperanza de que estos desequilibrios se corrijan y la economía mundial pueda seguir el paso alegre que lleva ahora mismo.
Un cuento de dos gobiernos
La conclusión de este análisis es que la economía mundial crecerá feliz si dos gobiernos toman sendas decisiones importantes:
1. Si el gobierno americano decide de una vez no gastar más de lo que ingresa (o ingresar lo suficiente para cubrir sus gastos).
2. Si el gobierno chino decide empezar a reducir los subsidios que está concediendo a los exportadores de su país.
Para llegar a estas conclusiones hemos de examinar las fuerzas que están provocando el gigantesco déficit comercial de los Estados Unidos.
Las causas que están provocando el déficit comercial, el exceso de compras extranjeras de Estados Unidos, pueden resumirse, como veremos, en estos cinco desequilibrios que se han estado dando en el mundo, especialmente desde 1990 hasta el 2004:
1) China, los países asiáticos y los exportadores de petróleo consumen poco y ahorran demasiado.
2) Los gobiernos de China y varios países asiáticos tienen la práctica de mantener su monedas devaluadas frente al dólar, para así poder exportar más. Como consecuencia han acumulado grandes reservas de dólares.
3) El gobierno americano padece de prodigalidad: gasta más de lo que tiene, o cobra menos contribuciones de las que necesita.
4) Los ahorros y reservas de los países asiáticos y de la OPEP han ido a invertirse en gran medida en Bonos del Tesoro de los Estados Unidos, es decir, se ha usado para financiar el déficit fiscal del gobierno americano.
5) La economía americana representa una proporción “demasiado” grande del crecimiento económico mundial.
Ahorrar mucho es malo
En China y los países asiáticos se ahorra demasiado y en Estados Unidos se ahorra demasiado poco. Expliquémonos.
Si en Estados Unidos la gente ahorra el 2% de su ingreso, en Asia se ahorra alrededor de 22%.
La exorbitante tasa de ahorro de los países asiáticos puede atribuirse a dos causas:
1) los países asiáticos, incluyendo incluso a Japón, son países con un pobre sistema de retiro y de seguridad social. Esto provoca que cada persona tenga, en la práctica, que ahorrar lo necesario para su jubilación y posibles enfermedades. Durante siglos el cuidado de los ancianos y de los enfermos descansaba en los hijos y en la familia extendida. Ahora la reducción del tamaño la familia, que en China alcanzó tonos trágicos, ha llevado que cada persona sea responsable de tener suficiente dinero para enfrentar estas situaciones. Esto obliga a tomarse muy en serio la práctica ahorro.
2) en adición, los ingresos en estos países asiáticos han crecido más rápido sus mercados, que están muy poco desarrollados y no existen tantas alternativas para consumir lo ganado. Algo parecido ocurre en los países exportadores de petróleo, que están recibiendo más dinero del que sus economías pueden absorber.
Estos ahorros típicamente se depositan en bancos e instituciones financieras quienes, a su vez, buscan dónde invertirlo. En este caso, una parte importante ha ido a parar, como ordenan los libros de texto de economía, a financiar las industrias locales que estaban creciendo muy rápido. Pero otra gran parte fue invertida en bonos del Tesoro de los Estados Unidos. El dólar, en esos momentos (década de los 1990) era uno de los lugares más seguros para estacionar los ahorros. Una inversión es los mercados del propio país, todavía en desarrollo, implica ciertos riesgos, como demostró la crisis de las monedas asiáticas en el 1997.
Por qué China nos invade
Otro factor que ha estado impulsando el déficit comercial, es el “subsidio” a la exportación que otorgan los gobiernos de los países asiáticos en general y especialmente de China. Para impulsar la exportación, que es el motor de la economía en estos países, los gobiernos actúan en los mercados de divisas para mantener sus monedas artificialmente bajas frente al dólar. Al hacer que sus monedas bajen de precio, a los extranjeros se les hace más barato comprar los productos de estos países que los de otros países e, incluso de los de suyos propios, lo que supone una gran ayuda para las empresas exportadoras del país.
¿Cómo funciona esto?¿Cómo logra un gobierno hacer que su moneda baje frente al dólar, para impulsar así las exportaciones? Lo que hace es ir todos los días al mercado de moneda extranjera de su país y comprar una cantidad suficiente de dólares (de los que traen los exportadores que vendieron productos al extranjero) para que se mantenga el precio del dólar alto o, lo que es lo mismo, el precio de la moneda local bajo. Es decir, lo que hacen estos bancos centrales es acumular grandes reservas de dólares, para sacarlos de circulación del mercado de divisas así mantenerlos escasos y, por lo tanto, caros.
Esto de hacer que la moneda local baje frente al dólar, o de hacer que el dólar se ponga caro para los locales, parece una fórmula atractiva para impulsar las exportaciones y, por ende, la economía local. De hecho lo es, pero genera, como era de esperar, algunos efectos nocivos; si no fuera así todos los países la emplearían.
Para empezar, devaluar la moneda del propio país provoca inflación. Una moneda barata significa un dólar caro -por definición- lo que implica que todo lo que se compre en el extranjero se vuelve más caro. Como hay cosas que no se pueden dejar de comprar fuera, esto hace que los precios de al menos una parte de lo consumido en el país sean más altos. Esto implica inflación, lo que implica empobrecimiento de la gente.
El segundo efecto problemático que tiene el subsidiar las exportaciones devaluando la moneda local es que produce un acumulación de dólares en los bancos centrales asiáticos que, como hemos dicho, tienen que estar comprando y guardando gran parte de los dólares que traen los exportadores al mercado de divisas. ¿Cuál es el problema de acumular reservas de dólares? Para empezar supone congelar, dentro del banco central, una parte de los recursos de un país.
Un tercer problema de mantener una moneda devaluada es que esto equivale, como se ha visto, a un subsidio a las empresas que venden al extranjero: se usa dinero del gobierno para que puedan vender más barato. Y, como todos los subsidios, a la larga lo que hacen es crear empresas ineficientes, que nunca están preparadas para competir, desarrollando así más empresas de las que realmente se necesitan en ese país.
Por último, un cuarto efecto nocivo de subsidiar las exportaciones es que está enojando al Congreso de los Estados Unidos y puede provocar que se le pongan aranceles a los productos extranjeros, como ya se ha hecho con algunos productos chinos. Cuando fábricas americanas tienen que cerrar porque no pueden competir con productos chinos se puede decir que una parte de la causa de este cierre es que en China lo hacen más eficientemente y en este caso se puede decir que el mundo está mejor si se compran las cosas en China. Pero también otra parte de la causa radica en que el gobierno chino está subsidiando a los exportadores de su país. Esto molesta a los fabricantes americanos y, como consecuencia, molesta a los políticos americanos que tratan de anular los subsidios poniendo impuestos especiales a la importación de productos chinos. Esto típicamente no se queda aquí, sino que los países castigados tienden a vengarse y a limitar la entrada de productos americanos. El final de una escalada de guerras comerciales -ya se han visto muchas en la Historia-, si no se hace algo, es que cada país tratará de producir él mismo todo lo que necesita, en vez de comprarlo al país que lo haga más eficientemente. Lo que esto conlleva, al fin y a la postre, es que todo el mundo acaba más pobre que al principio, que cuando existe libre comercio internacional.
Hemos visto con esto otro de los desequilibrios, el subsidio de las exportaciones, que está impulsando el dólar y el déficit comercial americano hacia arriba, y algunas de las otras consecue
ncias colaterales que tiene este práctica. Sigamos ahora con la exploración de la economía mundial, para encontrar más fuerzas que llevan al déficit comercial americano y descubrir cómo esas mismas fuerzas nos pueden llevar de nuevo al equilibrio y al crecimiento estable.
Un gobierno manirroto
El tercer gran desequilibrio que amenaza la economía mundial es el déficit fiscal del gobierno americano, el hecho de que no tenga suficiente dinero de contribuciones para cubrir sus gastos. ¿Qué tiene que ver el déficit fiscal con el déficit comercial, con en exceso de importaciones? Aunque son dos fenómenos distintos lo común es que vayan juntos. Si el gobierno gasta más dinero del que tiene, es lógico pensar que una parte de esas compras acabarán siendo de productos extranjeros.
Además, la forma de gastar un dinero que no se tiene es cogiéndolo prestado, es decir, emitiendo bonos. Como se verá a continuación, una parte de esos bonos los acaban comprando extranjeros a los que hay que pagarles intereses por prestar ese dinero, con lo que el déficit fiscal contribuye por tanto a un mayor flujo de dólares saliendo de Estados Unidos.
Es útil visualizar al déficit gubernamental como un ahorro negativo, el gobierno en vez de ahorrar, desahorra. Es como un exceso de consumo por parte del gobierno, que se va a sumar al exceso de consumo que, como veremos, están practicando los consumidores privados americanos. Este déficit o desahorro constituye uno de los factores clave de la situación económica mundial en la que estamos.
El dólar vuelve a casa, pero con ciudadanía extranjera
Los tres desequilibrios anteriores (mucho ahorro en Asia, desahorro en Estados Unidos y subsidio de las exportaciones) traen de la mano al cuarto desequilibrio: un gran endeudamiento de Estados Unidos con los países asiáticos. Veamos cómo.
Tanto los ahorros de las personas como las exportaciones de las empresas en Asia acaban generando un influjo de depósitos en los bancos de esos países. Como haría cualquier manejador de carteras de inversiones, los bancos colocan una parte de los fondos en instrumentos de bajo riesgo. Y, entre todas las economías del mundo Estados Unidos representa un opción primaria para mantener el dinero
Efectivamente, gran parte de este dinero de los países exportadores (China, Asia y OPEP) ha sido invertida en bonos del gobierno americano y otros instrumentos de inversión en Estados Unidos: certificados de depósitos, bienes raíces, etc. Esto implicó, durante los ’90 y principio de los dos mil, una entrada masiva de dólares a Estados Unidos. El primer efecto de esto fue que subió el precio del dólar: hay que comprar dólares para invertir en Estados Unidos. Y el segundo efecto fue el consecuente daño a las exportaciones americanas que produce un dólar más caro. Pero esto fue solo el principio.
¿Qué otras implicaciones tiene el hecho de que haya filas de extranjeros queriendo comprar Bonos del Tesoro americano? Una es superficial pero impactante, la otra es profunda pero desapercibida. La primera es que este fenómeno ha provocado que Estados Unidos haya pasado de ser uno de los países al que más dinero le debían los otros países, a ser uno de los países más endeudados con el exterior. Un bono del gobierno no es otra cosa que un préstamo que los particulares hacen al Estado: cuando éste necesita dinero para sus gastos por encima de lo que recauda de contribuciones, lo que hace es imprimir unos papeles que dicen “pagaré al portador de este papel $1,000 dentro de diez años y, hasta entonces, le pagaré cada semestre, un 3% de interés”. Han sido tantos extranjeros han acudido a comprar estos papeles en Estados Unidos que se puede decir que el gobierno americano está financiado por forasteros, tanto particulares como gubernamentales.
Pero el hecho de que sean extranjeros, en vez de locales, los que están financiando al gobierno no es algo necesariamente problemático. Lo que sí tiene más trascendencia es el otro efecto de la inmigración de dinero del extranjero: este influjo ha favorecido el que las tasas de interés de Estados Unidos se hayan mantenido hasta el 2004 a unos niveles históricamente muy bajos; y esto sí ha tenido consecuencias importantes.
¿Cómo es que la inmigración de dinero extranjero provoca que bajen las tasas de interés? Los bonos del gobierno se “venden” en unas subastas periódicas. Pero los inversionistas, en vez de ofrecer precios cada vez más altos, como cuando se subasta una cosa, ofrecen tasas de interés cada vez más bajas; es decir, aceptan que el gobierno le pague menos interés. Si hay mucha gente pujando para llevarse los bonos, los conseguirán aquellos que aceptaron intereses más bajos. Esto implica que, cuando hay mucha gente interesada en invertir en bonos del gobierno, los intereses a los que toma prestado el gobierno son cada vez más bajos. Y esto no solo le ahorra dinero al gobierno, sino que tiene efectos para toda la economía, porque cuando bajan los intereses de los bonos públicos, tienden a bajar, a su vez, todos los otros intereses de la economía: los de los CD y cuentas de ahorro, de los préstamos personales, de hipotecas, etc. Es de notar que algunas de las inversiones de dinero extranjero en Estados Unidos no se han canalizado a través de bonos del gobierno, si no directamente montando fábricas o centros comerciales americanos. Pero el efecto sobre los intereses es el mismo: más dinero buscando un número limitado de lugares para invertir hace que los intereses que se acepten por los inversionistas sean menores.
¿Qué efectos tiene en la economía unos bajos intereses? Esta bajada de intereses ha tenido unos efectos dramáticos sobre la economía americana y mundial. Para empezar provocó el boom de la construcción que hemos presenciado en Estados Unidos y Puerto Rico desde 1992 hasta el 2002. Para seguir, ayudó al boom de la bolsa de valores que duró hasta el 2000. Y estos dos efectos juntos, provocaron que el público americano ahorrara todavía menos dinero: primero porque los intereses estaban tan bajos que no valía la pena ahorrar y, segundo, porque con la subida del valor de la vivienda y las inversiones, los hogares americanos sentían que ya tenían suficiente riqueza guardada. Además, esta falta de ahorro de los hogares provocó una falta de inversión en las empresas. La construcción de nuevas plantas depende de que existan fondos ahorrados. Esto incentivó aún más el que, en vez de que se expandieran las fábricas de, por ejemplo, textiles en Estados Unidos, se compraran esos mismos productos a fábricas Chinas. Esto aumenta más las importaciones americanas, y reduce sus exportaciones, lo que significa sacar más dólares de América hacia China o el Asia, donde se sig
ue alimentando este ciclo de desequilibrio, continuando el déficit comercial (por el aumento en las importaciones) y la acumulación de deuda americana en manos de extranjeros.
¿Puede alguien ganar demasiado dinero?
Los cuatro desequilibrios anteriores (mucho ahorro asiático, subsidios a las exportaciones, déficit fiscal americano, e inversión en deuda del gobierno estadounidense) apuntan a su vez hacia el quinto desequilibrio: el hecho de que el crecimiento de la economía mundial depende demasiado del crecimiento de la economía de Estados Unidos y de que este crecimiento ha dependido demasiado de que los consumidores americanos hayan estado ávidamente consumiendo.
Aunque en términos porcentuales las economías de más crecimiento son las asiáticas, en términos absolutos, en cantidad de dólares, el crecimiento de la economía mundial se debe en gran parte al crecimiento de la economía americana. Esto es lo que explica que haya países, como China, que puedan basar sus estrategias de desarrollo en venderle a Estados Unidos y que, por lo tanto, se enfoquen con gran pasión en mantener su moneda baja con respecto al dólar. Y esto explica también el hecho de que, tras haber acumulado grandes cantidades de dólares en este proceso de devaluar su moneda, estos países los inviertan en gran parte, en deuda del gobierno americano, considerándola como una inversión segura y rentable.
No quiere lo anterior decir que es malo que la economía americana sea tan importante. Lo que se está implicando es que sería mejor que las fuentes del crecimiento mundial estuvieran más repartidas. Esto impediría que se formaran los desequilibrios que han estado empujando el dólar hacia arriba, con las consecuencias que esto tiene: un enorme déficit comercial americano hermanado con un enorme endeudamiento externo de Estados Unidos.
El hecho de que el crecimiento mundial descanse sobre el crecimiento americano es peligroso, además, por otra razón. La economía americana está descansando a su vez sobre el los hombros de los consumidores, es decir del consumo. En Estados Unidos ha estado creciendo, desde antes de los ’90, más rápido lo que se consume que lo que se produce ¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo puede consumirse lo que no se ha producido? Comprándolo a otro país que lo fabrique: importando; es decir, aumentando el déficit comercial. Además, esta tendencia a comprar productos extranjeros se vio incrementada por dos fuerzas que ya hemos analizado: 1) el hecho de que los productos chinos y asiáticos eran más baratos por estar su moneda subsidiada; 2) el crecimiento del valor de la vivienda y de la Bolsa, provocado por los bajos intereses, llevó a los consumidores americanos a sentir que necesitaban ahorrar menos y que podían, por tanto, consumir más.
Desafortunadamente, el consumo es una fuerza económica conocida por su volatilidad. La cantidad que una persona decida consumir cada mes depende en gran medida de la confianza que ésta tenga en el futuro, sobre todo en el futuro de sus ingresos. Y todo lo que descansa sobre predicciones es muy sensitivo a los nuevos datos que aparezcan cada mañana. Un atentado terrorista, aunque de hecho sólo reduzca la capacidad productiva de un país en un 0.0002% puede deducir el consumo en un 4%. Por lo tanto no es saludable que el crecimiento de la economía mundial descanse sobre los volátiles hombros de unos volátiles consumidores americanos.
!Dónde nos hemos metido!
Hemos descrito hasta aquí las fuerzas del mercado que han provocado los desequilibrios que amenazan la economía global. Se podrían resumir diciendo que estamos en una coyuntura donde
1. la economía mundial está creciendo empujada por la economía estadounidense;
2. que este crecimiento americano está basado en consumir mucho y ahorrar poco;
3. que los países asiáticos y de la OPEP están creciendo a base de “agarrarse” a la demanda americana —de venderle a Estados Unidos— sin haber desarrollado, por ahora, su propia demanda interna en sus poblaciones.
Las tres situaciones anteriores han provocado una subida del dólar y, consecuentemente, una gran déficit comercial (un exceso de compras al extranjero) de Estados Unidos.
Pero antes de seguir explorando este fenómeno ¿Por qué decimos que hay “demasiado” déficit comercial? ¿Qué problema hay con comprar mucho al extranjero?
No hay problema con que un país le compre mucho al extranjero, si también se vende mucho en el exterior. Este es el caso, por ejemplo, de Puerto Rico que compra una proporción mayor que Estados Unidos en el extranjero, pero vende también una gran parte de su producto al extranjero. Pero cuando, como le sucede a Estados Unidos, por muchos años seguidos, se compra en el extranjero (importa) más de lo que vende en el extranjero (exporta), lo que ocurre en un aumento de la deuda con el exterior, ya que solo ha podido intercambiar por bienes nacionales una parte de los bienes que trajo de fuera. El resto -el déficit comercial- lo ha pagado con papel moneda —con billetes— que es, en definitiva, un compromiso de entregar bienes, esto es, una deuda. Un billete de un dólar da derecho a un extranjero a llevarse un artículo valorado en un dólar es Estados Unidos.
No es malo con acumular cierta cantidad de deuda, si uno prevé que tendrá más ingresos en el futuro que ahora. La deuda es precisamente un mecanismo para empatar el momento de los ingresos con el momento de los gastos. Pero lo que no debe darse es una acumulación sostenida de deuda, sin que haya momentos de repago en el medio. Esto es precisamente lo que le está pasando a Estados Unidos y
por eso es que se dice que este déficit comercial crónico no es sostenible, que hay que empezar a reducirlo si no se quiere que se acumule una deuda con el exterior que no se pueda pagar y quiebre la economía americana y, con ella, colapse la mundial.
¿Puede alguien sacarnos de este atolladero?
Para no llegar al extremo de que Estados Unidos no pueda pagar su deuda externa, debe de ocurrir algún cambio que haga que se reduzca el tamaño del déficit comercial. Los cambios que teóricamente podrían llevar a esto serían:
1. Una recesión en Estados Unidos que haga que se reduzca el consumo y, por lo tanto, las compras de productos extranjeros.
2. Que bajen los salarios en Estados Unidos tanto como para hacer los productos americanos más baratos que los extranjeros. Esto implicaría un empobrecimiento de la población.
3. Que los consumidores americanos quintupliquen sus niveles de ahorro y que los asiáticos rompan sus alcancías y empiecen a consumir.
4. Que baje el precio del dólar, haciendo más baratos los productos americanos y más caros los extranjeros.
Las tres primeras alternativas son o muy dolorosas o muy ilusorias. Afortunadamente las estadísticas apuntan hacia que se está dando la cuarta: se está observando desde el 2002 una reducción leve pero constante en el valor del dólar sobre todo frente al euro, aunque también con respecto a las otros monedas, excepto quizá con el yuan chino, al que apenas se le ha visto revaluarse.
Los factores a los que se puede achacar este descenso son:
1. Los países asiáticos, excepto China, se están dando cuenta de lo insostenible del déficit comercial americano, y están permitiendo a sus monedas revaluarse levemente.
2. Ha surgido desde el 2002 la moneda del euro como una alternativa al dólar como medio para acumular reservas y para hacer pagos internacionales.
3. Los bancos centrales del mundo están dándose cuenta que hay demasiado dólar fuera de Estados Unidos y están prefiriendo diversificar las monedas extranjeras (divisas) en las que guardan sus reservas.
Conclusión: hay esperanza
Todas estas fuerzas de mercado que están llevando el dólar a la baja deben se continuar haciéndolo en los próximos años. Lo único que falta por definir es si el gobierno americano está dispuesto a gastar menos y si el gobierno chino está dispuesto a compartir algo de su crecimiento con el resto del mundo.
Si confiamos en el triunfo, aunque sea parcial de la razón sobre la pasión, entonces hay esperanza: no tenemos por qué apostar a una quiebra de Estados Unidos con todo lo que esto significaría para la economía mundial.
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Historia de la Iglesia en 806 palabras
/in Curso de Cristianismo /by Bobby A LopezHISTORIA DE LA IGLESIA EN 806 PALABRAS
Febrero 2007
El sentido de la Historia
La historia no es un sucederse de eventos desconectados, ni es el resultado del azar, sino que está movida por la providencia de Dios y la libertad humana. Dios es el señor de la Historia porque la encamina hacia su fin: nuestra felicidad, es decir, su gloria. Al mismo tiempo él ha querido correr el riesgo de nuestra liberta, para que sea una auténtico entramado de decisiones, donde los hombres vivan en el mundo que ellos mismos van construyendo.
Nosotros vemos en cada incidencia de la historia (tanto en nuestras decisiones cotidianas, como en las grandes encrucijadas de las civilizaciones, como el calentamiento global, una guerra o el sida) unas llamadas de Dios pidiéndonos que seamos santos y que llevaemos todo hacia él, procurando que Cristo reine en el mundo.
Si en todas las incidencias vemos la mano de Dios, mucho m’as clara y didactica se ve en la historia de la Salvación y, específicamente, en la historia de la Iglesia. Ahí se ve más claro la pasión -la fijación- que Dios tiene porque todos los hombres se salven. Además aprendemos que Dios no quiere salvar solo a cada hombre individualmente sino en conjunto, en familia, como un pueblo, de forma que unos a otros estamos obligados a ayudarnos si queremos cumplir nuestro fin.
Echemos, entonces, un vistazo a lo que es la historia de la Iglesia para ver la mano de Dios actuando y ver los efectos de la libertad de los hombres y solidarizarno con ellos dando gracias por sus fidelidades y pidiendo perdon por sus infidelidades.
Primeros cristianos
La primera gran evolución que se dio en el cristianismo fue que el mensaje de Dios se extendía también a los gentiles, que la antigua ley se sustituía por una nueva, no hecha de prácticas, sino alrededor del mandamiento del amor.
Los apóstoles se extendieron por todo el mundo concido desde India hasta España, predicando una misma verdad, a un mismo Cristo y fundando comunidades a cargo de un obispo.
Persecuciones
La iglesia siempre ha sido perseguida. Cuando más cristianos han muerto debido a su fe fue en el siglo XX. Aquï vemos ya el actuar también del diablo en la historia.
Las primeras persecuciones fueron también en Jerusalen.
Durante los tres primeros siglos estuvieron protagonizadas por el Estado Romano que veía en la nueva religión un peligor para la estabilidad estatal y las costumbres religioso-políticas. Además el pueblo veía en sus vidas una afrenta como lo ve siempre en la conducta de los demás quien no tiene su conciencia tranquila.
Durante este siglo la mano de Dios se manifestó especialmente en el surgimiento de numerosísimos mártires que mostraban una fortaleza desproporcinada a sus circustancias personales. La iglesia siempre los ha venerado por la manifestación de la fortaleza de Dios y su amor por su pueblo. El primer martir fue San Esteban.
En el año 313, el emperado constantino, por el edicto de Milán, reconoció la libertad de los cristianos para confesar y prácticar publicamente su fe. En los siglos siguientes todos los pueblos de Europa se fueron convirtiendo al Cristianismo.
Los padres de la Iglesia y los primeros concilios.
Los padres de la iglesia son escritores cristianos de los primeros siglos que sobresalen por su ortodoxia doctrinal y su santidad de vida. Sus escritos y su vidad tienen una gran importancia en la transmisión de la verdad
Los primeros concilios ecuménicos tienen gran importancia en la profundización de la doctrina trinitaria y cristológica.
La edad media
a. Cisma de Oriente: en el siglo IX, Focio, patriarca de Constantinopla acusó a Roma de haber corrompido la fe porque enseñaba en el credo que el Espírit Santo procede del Padre y del Hijo. En el sigolo XI el patriarca Miguel Cerulario renovó las acusaciones de Foscio y fue excomulgado.
b. Teología en la Edad Media: se desarrollo grandemente. Figura principal: Santo Tomás: Summa Theol’ogica y Summa contra Gentiles. Otros teólogos y santos: San Buenaventura, Santa Alberto Magno y San Bernardo.
c. Las ordenes religiosas: En la alta edad media florece la vida religiosa y monacal. En el siglo V San Benito funda los benedictinos. En el siglo XII aparecen las ordenes mendicantes: Franciscanos y Dominicos.
d. Las Cruzadas: expediciones militares religiosas
Edad Moderna
Lutero: su fallo no fue decir que Dios lo hace todo. Fue el separarse de la Iglesia para poder decir eso.
Revolución Francesa:
Triunfo del laicismo: la religión pertenece a la esfera de la subjetividad. Como en conocimiento de Dios solo viene por la Fe, y no por la razón, entonces lo que yo conozca de Dios me incumbe solo a mi y no debe influir en mis negocios, mis posiciones políticas.
Edad contemporánea: un resurgimiento de la espiritualidad, pero sobre una base del relativismo. Esto hace que la religión se reduzca a una terapia para sentirse bien.
Librepensamiento – GER – Summary
/in Resúmenes de Lecturas /by Bobby A LopezLibrepensamiento (tomado de la GER)
Definición. Librepensamiento representa una corriente intelectual que trascurre a lo largo de los s. XVII y XVIII en la que se distinguen dos ramas; una, preferentemente francesa, la de los llamados libertinos, que abarca el s. XVII, y otra, fundamentalmente inglesa, la de los librepensadores, que se extiende desde finales del s. XVII hasta el XVIII.
Libertinismo. Este movimiento se desarrolla en Francia, y con menor intensidad en Italia, durante el s. XVII. Sus características principales pueden ser:
1) La actitud antirreligiosa y, de un modo especial, anticatólica.
2) El agnosticismo .
3) La negación de la moral tradicional cristiana, que queda sustituida por un hedonismo casi absoluto (de ahí el sentido que en el lenguaje vulgar tiene hoy día la palabra libertino).
4) La exaltación del valor de la razón humana, como contrapuesta al «fraude religioso».
5) La índole aristocrática de la actividad intelectual y del saber, que deben quedar restringidos a unos pocos elegidos.
Librepensadores. Son considerados como los sucesores directos de los libertinos. Preponderantemente son ingleses, pero cuentan con importantes adeptos en Francia. Frente al libertinismo, que es primordialmente una forma de vivir, el librepensamiento, adopta una actitud más especulativa. Las líneas rectoras del librepensamiento son:
1) El deísmo, negador de la Providencia divina.
2) La defensa de una religión natural, como contrapuesta a las religiones reveladas, en las que ve una impostura.
3) La implantación de una moral natural, también enfrentada a la moral basada en la Revelación.
4) La negación de lo sobrenatural y suprarracional; nada ha de admitirse que vaya en contra o por encima de las leyes naturales y que no haya pasado por el tamiz de la razón humana.
5) La concepción soteriológica del saber, ya que en él y sólo en él podrá encontrar el hombre su libertad. Oponiéndose al aristocratismo cultural de los libertinos y acercándose a la Ilustración mantiene que la cultura tiene que ser asequible a todos los hombres, pues la liberación que lleva consigo no puede ser privilegio de unos pocos. Con facilidad se deduce que el librepensamiento es un claro antecedente y está íntimamente conectado con el pensamiento de la Ilustración.
Principales representantes del librepensamiento inglés:
Edward Herbert (1583-1649) establece las bases capitales del deísmo y la religión natural: 1) Existencia de Dios. 2) Obligación humana de dar culto a Dios. 3) Los vicios y pecados deben expiarse con el arrepentimiento. 4) Después de la muerte el alma es inmortal y recibirá premio o castigo. Los dogmas y ritos religiosos que no se reduzcan exclusivamente a los antes citados deben ser rechazados.
Tindal (+1733) dice que el cristianismo ha sido sólo una reedición de esa religión natural, si bien, posteriormente, ha adoptado la forma de religión positiva y se ha corrompido a causa de los errores mitológicos contenidos en la Biblia y de los intereses del clero.
Woolston, Thomas ( m. en 173l) intenta una interpretación alegórica de los Evangelios para armonizarlos con la religión natural del deísmo.
Collins, John Anthony ( 1676- 1729) niega la distinción entre antirracional y suprarracional, identificando ambas nociones en un intento de crítica de los misterios del dogma cristiano.
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Cuál es el Sentido de la Vida
/in Curso de Cristianismo /by Bobby A Lopez¿Cómo surge la pregunta sobre el sentido de la vida, sobre el para qué esforzarse, sobre por qué aguantar las situaciones en las que la vida nos pone? Esta pregunta suele surgir cuando se quiebra la idea de que las cosas van según lo previsto, o según lo que queríamos, es decir, cuando experimentamos el fracaso. Esta pregunta no se la hacen las personas cuándo todo va bien, a no ser que uno sea un pensador profesional, un filósofo.
El sentido de la vida es algo propio de cada vida, de cada persona, y cada uno debe encontar la respuesta a su propio sentido: no cabe encontrar un sentido genérico de la vida. Pero existen algunos principios generales que pueden ayudar a que cada uno en concreto encuentre el sentido de su vida y que pueda ayudar a los demás a que encuentren el suyo.
Un principio que descubirmos rápidamente es que “vivir es una tarea esforzada”. Así es la vida biológica, animal, un continuo esfuerzo por vivir, una lucha por la vida, también en el hombre. Vivir cuesta trabajo.
Lo que el hombre necesita es tener un justificación para sus esfuerzos, esto es lo que se llama tener un sentido para vivir. El sentido de vivir es, por tanto una meta, un fin que la persona tiene a cuya consecución dedica la tarea de vivir y de llenar un día y otro de trabajo. Cuando se tienen objetivos claros en la vida, entonce los esfuerzos que ésta conlleva se ven como parte del camino que hay que recorrer para alcanzarlos. La lucha de vivir tiene un sentido, entonces, claro: llegar a donde queremos.
Podemos concluir con esto, que el primer requisito para que la vida de una persona tenga sentido, es tener objetvos claros, o mejor, tener todo un proyecto de vida que consista en alcanzar unas metas, vivir unos valores o llevar a caba unos ideales.
Típicamente los fines que las personas se proponen con su vida son: 1) llegar a ser un cierto tipo de persona, que es lo que se llama encarnar unos valores; o 2) también el contribuir a hacer un mundo mejor con un cierto tipo de aportación, que incluye el llegar a tener un cierto tipo de familia, que es lo que se llama “implantar un ideal”. 3) el amor
La pérdida del sentido de la vida
Puede darse que una persona llegue a una situación en la que no tengas fines que quiera alcanzar en la vida y, por tanto, no tiene un proyecto de vida con el que alcanzar dichos fines. Esto lo que genera es la falta de ilusión. Una persona en esta situación no encuentra, podríamos decir, una razón para salir de la cama cada mañana, porque lo que le espera son una serie de tareas que le resultan tediosas. Una persona que llega a esta situación de no tener un porqué luchar normalmente toma una de estas dos posturas:
1. Se convence de que una vida sin sentido no vale la pena ser vivida, y cae entonces en un pesimismo paralizante, lleno de amargura y disgusto interior. Se convence de que nada vale la pena porque hay un destino inexorable contra el que no se puede ya hacer nada. Se concluye que lo mejor es vivir como si creyeramos en algo, para no tener que enfrentarnos al vacio de sentido que hay en el mundo. El hombre, se piensa, solo puede ser levemente feliz en la medida en que se olvide del fondo oscuro y sombrío de su existencia. La gente no suele permanecer mucho tiempo en esta actitud, por lo dura que resulta, y busca probar con la segunda opción.
2. La segunda salida, para los que piensan que su vida no tiene un sentido, es escapar de la dureza cotidiana, evadirse, a base de una de dos vías:
a) O volcarse en una exterioridad total, buscando en cada momento o una actividad o un placer que se le un sentido a ese instante, aunque sea fragmentariamente; no dejando nunca de escuchar radio, ver TV,trabajar, hablar por celular y cualquier actividad que impida un silencio donde se escuche el eco solitario de la vaciedad vital;
b) o evadirse de esta vida y buscarse un mundo alternativo, bien sea un mundo virtual como un vídeo juego o una relación por internet; o un mundo químico como el del alcohol o las drogas.
Es interesante ver con cuanta abundancia encontramos en nuestro mundo actual a gente que ha tomado alguna dé estos tres salidas: o la depresión, o el activismo o los placeres. Este hecho apunta es que debe haber mucha gente cuya vida posiblemente no tiene sentido para ellos.
¿Cómo se encuetra un sentido a la vida?
Dice Nietzche “quien tiene un buen ‘por qué’ aguanta cualquier ‘como'”. Para uno vivir con sufrimiento, y todos vivimos con sufrimiento, lo que hace falta es tener un motivo para llevarlo, tener un porqué.
Hasta aqui hemos visto las salidas que hay para cuándo uno no le encuetra sentido a la vida. Pero más interesante es reflexionar sobre cómo uno le encuentra el sentido a su vida y, luego, cómo asegurarse que ese sentido sea lo más pleno posible.
La pregunta ¿cuál es el sentido de la vida? no se puede plantear en términos generales. Sería como preguntarle a un gran maestro de ajedrez “Dígame, ¿cuál es la mejor jugada que se puede hacer?”. La mejor jugada va a depender de en qué posición estén las piezas en cada momento.
¿Pero, no podemos decir que el sentido de la vida es alzanzar la felicidad? No. Esto sería tautológico, es decir, circular: precisamente la felicidad consiste en vivir una vida plena de significancia. Por la misma razón no se puede decir que el sentido de mi vida es ” ser santo” o ” hacer la voluntad de Dios”, porque precisamente, ser santo es hacer la voluntad de Dios y la voluntad de Dios para cada persona consiste en que, en cada momento viva la vocación a la que ha sido llamado, y esa vocación es precisamente, el sentido de nuestra vida. Estamos es una definición circular.
Se pueden resumir los sentidos que la gente da a sus vidas en tres grupos:
1. La realización de uno mismo
2. La realización de un proyecto
3. El amor a una persona
(Todas estas reflexiones nos deben de llevar a indagar sobre qué es que a nosotros nos mueve)
Gran parte de lo que aprendemos en estas charlas está sacado de la observación atenta del diseño del hombre y de la naturaleza. Para responder a la pregunta de qué es lo que da más sentido a una vida, podemos mirar a las personas de alrededor (en el espacio y el el tiempo) y ver cuáles son las personas que tienen un sentido más grande para su vida, quienes son, en definitiva, las más felices. Obviamente, aquí no estamos hablando de felicidad como el ‘sentirse bien’, sino como la realización más plena posible de la vida humana.
No hay una forma directa de medir la felicidad de la gente, la fuerza del sentido de su vida. Pero hay una forma indirecta de hacerlo: es viendo los efectos, y por ellos juzgando la fortaleza de la causa. Si una persona tiene una gran razón para vivir, si tiene un buen ‘por qué’, entonces aguantará cualquier ‘cómo’. De aquí se deduce que el sufrimiento es la medida de la felicidad. Un motivo para vivir será más fuerte cuanto más lleve a aceptar el sufrimiento que supone la consecución de esa meta. Por lo tanto, a la hora de evaluar qué cosas proporcionan un mejor sentido a la vida, hemos de ponerlas al trasluz del dolor.
Veamos, con este criterio, las distintas opciones que hay pare darle sentido a una vida.
a) Autorrealización
Uno podría poner el sentido de su vida en autorrealizarse, en sacar de uno mismo el máximo de todo lo que uno es capaz.
Poner el sentido de la vida en uno mismo tiene unos graves problemas
[…]
b) Realización de un proyecto
Muchas personas cifran el sentido de su vida en realizar un proyecto vital, una obra, como, por ejemplo, sacar adelante una familia, o contribuir a la extesión en el mundo de un ideal, o llegar a ser presidente de este país, etc. Mucha gente siente que se le ha asignado una tarea y pone el sentido de su vida en realizarla. Cuanto más noble se el proyecto, o mejor dicho, la aportación de uno al proyecto, más llena de sentido estará la vida, el trabajo y las ocupaciones de cada uno.
Poner el sentido de la vida en la realización de un proyecto o un ideal, es algo muy noble y vivificante. Tiene, sin embargo, algunos problemas.
Para empezar, el proyecto se puede truncar, revelase inalcalzable. En este momento nuestra vida perdería su sentido.
[…]
c) La que más llena de sentido la vida es amar
¿Eres víctima dela Tibieza?
/in Curso de Cristianismo /by Bobby A LopezTIBIEZA
DIC 2006
El hombre está diseñado para la perfección. Por eso se resiente y frustra ante sus limitaciones e imperfecciones; por eso nunca está satisfecho con lo que tiene ni con lo que es y siempre aspira a más. Esto es una verdad antropológica. Y los cristianos sabemos, además, que esta perfección consiste nada más y nada menos que en hacernos como dioses, eternos, puros, perfectos. Esta es nuestra vocación “Sed perfectos como mi Padre celestial es perfecto” ; ” El nos ha elegido antes de la constitución del mundo para que seamos santos” (Ephes 1,4); “Esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación” (I Thes IV 3).
Pues, bien, uno de los grandes peligros de esta llamada es la tibieza que consiste es una actitud de indiferencia ante las cosas de Dios, que se manifiesta en una postura humana de mediocridad, de dejaciones, de abandono en las cosas pequeñas. Es una flojera del alma que sobreviene cuando una persona quiere acercarse a Dios con regateos, sin renuncia, sin lucha, sin abnegación. Según Santo Tomás la tibieza es una cierta tristeza por la que el hombre se vuelve tardo en realizar actos espirituales a causa del esfuerzo que comportan.
¿Cómo saber si estamos en Tibieza?
Camino 331: “Eres tibio se haces perezosamente y de mala gana las cosas que se refieren al señor; si buscas con cálculo o cuquería el modo de disminuir tus deberes; si no piensas más que en ti y en tu comodidad.; si tus conversaciones son ociosas y vanas; si no aborreces el pecado venial; si obras por por motivos humanos.”
Más síntomas:
1. Confesarse de tarde en tarde
2. No acudir con asiduaidad a la sagrada comunión
3. Dejar las oraciones acostumbradas
4. Sobre todo: no dar importancia al pecado venial
5. Más caprichos, más cosas, más necesidades y menos desprendimiento “quien se alimenta de migajas anda siempre hambreandos”
6. El paladar se embota para cosas del espíritu y sólo gusta de las cosas de la Tierra.
Remedios contra la tibieza
Al tibio, como tiene debilitada la voluntad, no se le hace fácil reconocer su estado.
Remedios: Tomar en serio la santidad “Me dices que sí, que quieres. – Bien, pero quieres como un avaro quiere su oro, como una madre quiere a su hijo, como un ambicioso quiere sus honores o como un probrecito sensual su placer? ¿No? -Entonces no quieres.” Camino 316.
Amar la Cruz de Cristo: la tibieza lleva consigo horror al dolor, a la renuncia; al sacrificio. Hay que fijarse algunas mortificaciones habituales. Luchas contra la hipocresía.
Un plan de vida concreto
Dirección espiritual
HISTORY OF ISRAEL BETWEEN OLD AND NEW TESTAMENTS – Al Maxey – Summary
/in Resúmenes de Lecturas /by Bobby A LopezHISTORY OF ISRAEL BETWEEN OLD AND NEW TESTAMENTS
By Al Maxey in “The silent centuries”
Un resumen de …
XLII. HISTORY OF ISRAEL BETWEEN OLD AND NEW TESTAMENTS. 52
RESTORATION & PERSIAN RULE (536-332 BC) 52
Cyrus — (559-530 bc): raises from Media and conquer Persia and Babylon (with the Jews in it), and frees them to return to Jerusalem 53
Darius I— (522-486 bc): payed for the restauration of the Temple 53
Xerxes I — (486-465 bc): married Esther 54
Artaxerxes I — (465-424 BC): Ezra carried more Jews to Israel and reformed the religious life there. Nehemias rebuild the city wall. 54
Darius II (423-404 BC) and Artaxerxes II (404-358 BC): rebellions and decline of Persia 54
Artaxerxes III — (358-338 BC): Subdued rebellions, but inspired Phillip of Macedon 55
Arses — (338-336 BC) and Darius III — (336-332 BC): defeated by Alexander 55
Greek Rule — The Ptolemies & Seleucids (332-168 BC) 56
Alexander “The Great” (332-323 BC): conquered Egypt and Persia 56
Period of Struggle & The Diadochoi (323-168 BC) 56
The Ptolemies (Egiptians) controled Palestine (323-198 BC) 57
The Seleucids (Sirians) controled Palestine (198-168 BC): for protecting Hannibal they had to pay to Rome (and tax Israel among others) 58
Antiochus IV, Epiphanes (175-163 BC): abused the Jews, forbidding their religion and profaning the Temple 58
The Maccabean Revolt (168-135 BC) against Antiochus. 59
Mattathias (168-166 BC: old priest who refused to eat pork and revolted 59
Judas (166-160 BC): beat the Greek armies and re-consecrated the Temple 60
Jonathan (160-142 BC): keep the peace by diplomatic maneuvering 61
Simon (142-135 BC): made, by the Jews, hereditary High Priest and King 61
The Hasmonean Dynasty, Growth & Decay (135-63 BC) 62
The Romans Enter the Scene. 62
FF. RESTORATION & PERSIAN RULE (536-332 BC)
Cyrus — (559-530 bc): raises from Media and conquer Persia and Babylon (with the Jews in it), and frees them to return to Jerusalem
Persian Empire.
Darius I— (522-486 bc): payed for the restauration of the Temple
Xerxes I — (486-465 bc): married Esther
Artaxerxes I — (465-424 BC): Ezra carried more Jews to Israel and reformed the religious life there. Nehemias rebuild the city wall.
Darius II (423-404 BC) and Artaxerxes II (404-358 BC): rebellions and decline of Persia
Artaxerxes III — (358-338 BC): Subdued rebellions, but inspired Phillip of Mac
edon
Arses — (338-336 BC) and Darius III — (336-332 BC): defeated by Alexander
GG. Greek Rule — The Ptolemies & Seleucids (332-168 BC)
Alexander “The Great” (332-323 BC): conquered Egypt and Persia
Period of Struggle & The Diadochoi (323-168 BC)
a. Ptolemy Lagi — who ruled over Egypt, Palestine, Arabia, and Peterea. He was assisted by a general named Seleucus.
b. Antigonus — who controlled Syria, Babylonia, and central Asia.
c. Cassander — who ruled over Macedonia and Greece.
d. Lysimachus — who was the ruler of Thrace and Bythinia.
The Ptolemies (Egiptians) controled Palestine (323-198 BC)
The Seleucids (Sirians) controled Palestine (198-168 BC): for protecting Hannibal they had to pay to Rome (and tax Israel among others)
Antiochus IV, Epiphanes (175-163 BC): abused the Jews, forbidding their religion and profaning the Temple
crifices.
HH. The Maccabean Revolt (168-135 BC) against Antiochus
Mattathias (168-166 BC: old priest who refused to eat pork and revolted
Judas (166-160 BC): beat the Greek armies and re-consecrated the Temple
Jonathan (160-142 BC): keep the peace by diplomatic maneuvering
n was made Governor of the Philistine coastal region.
Simon (142-135 BC): made, by the Jews, hereditary High Priest and King
II. The Hasmonean Dynasty, Growth & Decay (135-63 BC)
John Hyrcanus (135 – 104)
Aristobulus I (104 – 103)
Alexander Jannaeus (103 – 76)
Alexandra (76 – 67)
Period of Struggle for Power (67 – 63)
Hyrcanus II
Aristobulus II
Antipater
JJ. The Romans Enter the Scene
Pompey Invades Palestine (63)
Reign of Pompey (63 – 48)
Role of Hyrcanus II & Antipater (63 – 40)
Reign of Julius Caesar (48 – 44)
Period of Struggle (44 – 31)
Reign of Augustus (31 BC – 14 AD)
Local Rule in Palestine (40 BC to NT Times)
Antigonus (40 – 37)
Herod the Great (37 – 4)
The Kingdom Divides (4 BC)
The Birth of Jesus (c. 4 BC